El perfecto Omega [Sarumi/K-project]

🍑M🍑

Cuando sucedían situaciones que requerían personal adicional para atender alguna emergencia, él como director tenía que participar, y no es que le disgustara, simplemente evitaba aquellas situaciones todo lo que podía porque incomodaban a su Alfa.

La peor parte de aquel accidente se la habían llevado los conductores, escuchó a los doctores dar el último informe de las cirugías que llevarían a cabo, de ahí todos los demás implicados se encontraban con heridas menores.

Se dirigió con pasos perezosos nuevamente a la sala de urgencias, el último Omega a revisar se encontraba ahí.

Comenzó por leer los datos del paciente, sintió que el mundo se detenía cuando leyo el nombre en letra poco entendíble Kim Misaki, levantó la vista rápidamente para ver si era cierto.

Si, si lo era, parecía un sueño que él estuviera sentado sobre las mantas azules, con ese cabello desordenado y largo, un corte en su pómulo izquierdo, su piel tostada y esos ojos ámbar que lo observaban sorprendidos.

-Misaki -logró articular, él se veía tan cambiado, tan maduro y distante.

-Doctor -su voz sonó  fría -solo tengo un par de contusiones o eso dijo quien me revisó antes, ¿Ya me puedo retirar?

Salió de su estupor al escucharlo, necesitaba retenerlo ahí.

-Esa herida necesita curación.

Vio como el pelirrojo no dijo nada más, procedió a reunir los implementos necesarios para curar su herida. Cuando aplicó el desinfectante Misaki cerró los ojos.

No podía soportar estae así, como dos extraños.

-Ha pasado bastante tiempo -rompió el silencio -desde que te fuiste.

Con cuidado limpio el lugar, sus dedos tocaron apenas la suave piel.

-Demasiado -retiró su tacto al instante.

-Y ahora tenerte aquí parece un sueño.

-O una pesadilla -le respondió.

-Te busqué, todo esté tiempo así lo hice -terminó por colocar una pequeña gasa -parecía como si hubieses desaparecido de la fas de la tierra.

Misaki abrió los ojos, observandolo con esos ojos ámbar que le quitaban el aliento.

-Fue porque así lo quise.

Una sonrisa adornó los labios del pelirrojo, su mirada siguió la del ojiámbar.

-Misaki, pensé que nunca llegaría, ¿estás bien? ¿necesitas algo?.

-No, estoy bien.

-Me alegro tanto -su Alfa gruñó al ver que el castaño abrazaba al Omega -lo siento, doc. -se disculpó mientras aún mantenía rodeado a Misaki con uno de sus brazos.

Chasqueo la lengua.

-Fushimi Saruhiko, Director de esté hospital.

-Yo soy Makoto Takahashi, pareja de su rebelde paciente.

-¡No soy rebelde!

Pesé a su asombro por la noticia, por un instante volvió a ver ese brillo infantil en el rostro de Misaki.

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Solo falta un capítulo.