❝ 𝓒 𝓤 𝓐 𝓣 𝓡 𝓞 ❞

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❝ [ ᴍɪᴋᴇ ] ❞

Luego de un par de días volví a recibir una respuesta de Will.

Estaba tan emocionado por ver lo que la carta decía que cuando mamá me la entregó salí corriendo hasta mi habitación, estaba tan inundado en mi emoción que casi me caigo, aunque sólo conseguí romper un florero.

Obviamente en ese momento no me importó, existían cosas mucho más importantes que un estúpido florero.

Un claro ejemplo eran las cartas de Will.

Apenas entré a mi espacio cerré la puerta escuchando a lo lejos algunas quejas de mi madre, yo me dediqué a abrir rápidamente el sobre sacando el papel que tenía dentro.

Al leer el contenido del escrito, mi emoción cayó en picada hacía el vacío dándole lugar a los nervios.

Mike:

Lo siento, pero continúo confundido. ¿Que es lo que intentas hacer? ¿Acaso estás jugando conmigo? No le veo el sentido a esto de las cartas, el teléfono se invento hace un tiempo ya, ¿lo sabes, no?

Realmente no comprendo ¿Es que no quieres llevar una conversación fluida conmigo y por eso me envías papeles en sobres que tardan días en llegar? Supuestamente me envías cartas porque quieres que sepa que te arrepientes de no haber pasado el suficiente tiempo conmigo, pero... ¿No se te ocurrió que podríamos pasar más rato hablando por teléfono que esperando la respuesta del otro en un buzón?

Y con respecto a Eleven, por un momento sospeché que ustedes estaban peleados y que por eso no querías que le contara acerca de las cartas, pero al parecer no es así. Creo, y estoy bastante seguro de que es así, de que esto es solo uno de sus estúpidos juegos de adolescentes para pasar el rato.

¿Están aburridos? Vayan al cine o a tomar un helado, pero no bromeen conmigo.

Atentamente, Will

Al terminar de leer sentí como si mis ojos fueran a desbordarse en lágrimas, pero Will tenía razón, no estaba siendo claro con el.

Debía explicarle detalladamente todo; el por que de las cartas, la razón por la que no debía decirle a Eleven y mi forma de pedirle disculpas.

Pero... ¿Como haría para explicárselo si ni siquiera yo tenía todo claro?

1986, Agosto 9

❝ [ ᴡɪʟʟ ] ❞

Me había olvidado de las cartas, lo había hecho porque ya habían pasado casi dos semanas y Mike no me escribía.

Supuse que era porque le descubrí su jueguito y ahora no sabía como responder. Probablemente esa era la única razón.

Regresé de la sala de videojuegos de aquel pueblo y entre a mi casa, muy calmado. Esa tranquilidad pareció desaparecer al ver quien estaba ahí.

Michael.

El maldito había venido aquí. Voltee alrededor y también estaba Max, Lucas y Dustin.

Genial, trajo a todo el equipo.

Seguramente para explicarme el porqué me hacen bromas a través de cartas. El enojo fue la siguiente emoción que sentí. No me gusta que me utilicen, de hecho no creo que nadie le guste.

Mike se encontraba tomando de las manos de Eleven, platicando y viéndose muy sonrientes, pero al verme, su sonrisa desapareció.

Una pequeña punzada en el pecho me atacó sin previo aviso. Me duele, ¿pero por qué?

─Hola, Will.─dijo en una nota baja.

Lo único que hice fue pasarlo de largo y dirigirme a mi habitación. No quería verlo, no después de que intentara jugar conmigo. Se supone que éramos amigos ¿no?

Di un fuerte portazo al adentrarme en mi cuarto, apenas me iba a lanzar a la cama cuando tocaron mi puerta.

─Oye, por favor, ábreme.

─No quiero hablar contigo, Mike.

─Por favor, Will, vine hasta aquí solo para arreglar las cosas.

─¿Estas seguro de eso?─pregunté desafiante ─A mi me parece que solo viniste para intercambiar saliva con Eleven.─agregué molesto.

─Por favor Will... ¿en serio no quieres saber por que te pedí que no le contaras a Eleven acerca de las cartas?─dijo en voz baja.

Sabía que ese era su método para sobornarme y que lo dejara entrar -que por cierto estaba funcionando-, pero no le daría justamente todo lo que quería.

El tendría que respetar la distancia.

─Te escucho.─dije en voz baja mientras me acercaba a la puerta sin quitarle la traba que le había puesto previamente.

─¿Que?─preguntó incrédulo.

─No voy a abrir la puerta, Mike.─conté bastante serio, pero en realidad quería aguantar una sonrisa ─Así que, habla ahora o vete.

En ese instante pude sentir como suspiró en un tono casi inaudible, pero que claramente pude oír. Tan pronto como finalizó, comenzó a hablar:

─No estaba jugando contigo cuando decidí enviar las cartas... tampoco lo estoy haciendo ahora.─hizo una pausa y continuó ─¿Sabes? Todo este tiempo, y desde el momento en el cuál te mudaste, no pude dejar de pensar en ti, en lo mal que te he tratado, en todos esos momentos donde no te puse atención cuando me hablabas y en todo el tiempo que perdí sin pasar rato contigo.─pude distinguir el sonido de su espalda deslizándose contra la puerta hasta llegar al suelo y sentarse ahí mismo ─Sé que me dijiste que no importaba, pero a mi si me importa... ¡Mierda, de verdad estoy arrepentido! En serio que no juego contigo, los chicos ni siquiera saben que te envío cartas, mucho menos lo sabe Eleven... y te pedí que no le contaras porque claramente a ella no le envío nada, y es que, en quien no dejo de pensar es en ti.─un silencio se hizo presente, al cabo de un tiempo, volvió a hablar ─S-solo creí que sería un gesto más lindo que hablar por un teléfono...

Al escuchar todo eso, rápidamente tomé una hoja y con un lápiz coloqué un escrito en ella.

Me dirigí a la puerta, le quité el seguro y la abrí encontrándome con Mike abrazando sus rodillas y apoyando su cabeza en ellas.

Al oír el sonido de la misma, se levantó y me miró, a lo que yo le extendí el papel.

Lo tomó y lo leyó en voz alta:

─No puedes cambiar el pasado, Wheeler.─instantáneamente rió ante el escrito y nos unimos en un abrazo.

Realmente lo había extrañado.

LaEscritoraPerrona y -wolfharduh

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And if I write you a letter? [Byler]Where stories live. Discover now