𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆| 𝗛𝗔𝗡 𝗟𝗨𝗘

QUINCE

"—Y luego ella dijo, ¿cómo es que no pagas por eso? tú eres el que me invitó aquí, y le dije, bueno, cariño, porque lo valgo, y soy el plato completo y más apetecible, así que..entiendes? por que ella quería que pagara la cuenta por el postre y..bueno, el postre soy yo!" Medio escuchando las bromas sin humor de Roman, Han permaneció rígidamente de pie al lado de el automóvil observando con algún tipo de atención el motor de el vehículo, le molestaba de forma constante cuánto habían cambiado sus formas, manías y su vida desde qué todo había comenzado a caer en picada última mente, lo que podía hacer un hermoso motor cromado a sus emociones en aquel entonces ahora parecía ser una cosa de el pasado pues la pieza gigante de metal estaba denotando claramente que no era más que un objeto de recuerdo, otra cosa por la cual lamentarse, una aparente vida pasada de la cuál nunca podría ser parte nuevamente.

"Hey, ¿estás escuchando hombre? luces ido, ¿te sientes bien? sin visiones parpadeantes de ningún tipo? porque he escuchado a la gente tener todo tipo de locuras en la cabeza cuando se estrellan, sabes? traumas y alucinaciones, todas esas cosas raras, hombre, es más, déjame decirte, una vez tuve a éste viejo amigo mio, Ray, mucho antes de que Brian y yo nos conociéramos, él manejaba camiones para ganarse la vida en el centro de Chicago y un día tuvo éste desagradable accidente en la cuarta calle, embistió ese camión de dieciocho ruedas contra una casa de empeño, tuvo suerte de salir con vida, luego de eso una semana después comenzó a ver todo distorsionado, los médicos dijeron que era una "conmoción cerebral fantasma" la verdad era que toda la sangre había estado subiendo por su cerebro durante algún tiempo y luego, ¡Bam! cayó muerto en la mesa de un café local, así como así.." Roman exclamó mientras sus ojos oscuros observaban al otro lado cómo la cara de el corredor de autos asiático parecía estar distraída por algún tipo de situación innombrable, gotas de sudor permeaban su frente bajo los negros cabellos largos que ahora se habían pegado a la piel, su historia clara mente no estaba teniendo el efecto deseado, fuera lo que fuera, notando que éste lucía claramente perturbado, Tej de el otro lado codeo a su moreno amigo en las costillas mientras ahora caminaba de cerca para decir.

"Déjalo en paz Rom, el no necesita escuchar ese tipo de cosas ahora hombre, ¿no puedes ver que tu charla ya está causándole jaqueca? el pobre acaba de llegar de la aparente muerte y todo lo que haces es sofocarlo más? dale un descanso, ¿quieres? dios, hombre, y luego te preguntas por qué las chicas no quieren estar contigo? te lo é dicho, tacaño hasta la muerte.." Habló sarcástica mente el moreno tratando de irritar a su amigo, no tardaría mucho para hacer el efecto deseado, nunca lo hacia, compartiendo una breve mirada veloz, el asiático agradeció a el hacker por haber detenido la verborrea de el otro, realmente no tenía ganas de escuchar historias cómicas por el momento.