❝Y allí, en lo más recóndito de su alma, algo lloró con ardiente agonía, como una estrella que se sumerge en el oscuro abismo de la fría muerte anhelando el calor de un vestigio que alguna vez existió.❞
𝐊𝐀𝐑𝐈𝐍𝐀 𝐕𝐑𝐈𝐓𝐀𝐒𝐊𝐘 ha vivido cien...
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"¿Qué sabes de ella? verdaderamente–" Preguntó el calvo Toretto con los brazos cruzados mientras sus ojos oscuros miraban atentamente a su amigo asiático, su piel bronceada arrugada en sus cejas cuando le observó detenidamente por una respuesta. "¿Qué quieres decir con eso Dom?" Preguntó. Respuesta la cual Han admitía patéticamente no ser mucha para satisfacer la curiosidad que su amigo tenía. "¿Cuántos años tiene? ¿Por qué vive en Tokio? ¿A qué familia pertenece? ¿Tiene amigos? Mascotas–, que hacía esa noche en el distrito de Shibuya?" dijo Brian. El pelinegro mordió su mejilla interna masticando mientras pensaba. Era absurdo de su parte no saber lo suficiente sobre la morena y sus antecedentes, al principio, no había querido preguntar porque ella había tenido la amabilidad de alimentarlo y vestirlo, lo menos que podía hacer era agradecerle por su bondad, pero ahora? ahora Han admitió sentirse como si estuviera en medio de una encrucijada, sin saber a dónde iría. Soltando un suspiro, el asiático de cabello oscuro se rascó la frente al recordar los pequeños detalles que Karina le había dicho brevemente en Tokio.
"—No mucho hombre, ella ha vivido en Tokio durante casi una década, sin padres vivos, ni parientes consanguíneos, tiene algunos amigos de la familia aquí en Estados Unidos pero desconozco dónde, ellos son los que nos ayudaron a llegar aquí, y tiene un amigo, un tal Toshiro, un tipo raro..él vive con ella pero se había ido antes de que yo entrara en escena, eso es todo lo que sé–" Escupió éste lo último con cierto tono amargo mientras omitia mencionar el encuentro y recordaba a el tipo extraño, cómo había actuado, la forma en la que parecía saber más cosas que él, pero ¿qué? ¿Qué había sabido Toshiro? sobre él? sobre Karina? el hecho de que los había rastreado desde Tokio hasta suelo estado unidense, la forma en la que casi había sido salvaje ante la idea de que la morena estuviera allí con él y su equipo, casi como un animal, una imagen muy lejos de su verdadera apariencia.
"¿Un corredor?" Brian preguntó con curiosidad mientras su mente comenzaba a formular escenarios en su cabeza, no podía evitarlo, todo estaba grabado en su cerebro, Dom lo llamaba el "pensar como un policía" mientras que él personalmente lo llamaba ser racional a diferencia de las mentes de los demas que eran por mucho más propensas a la adrenalina y decisiones no calculadas. "—No, él no se ve como el tipo, además de que a Karina no le gusta todo eso, así que dudo que salga con los de nuestra clase.." Murmuró mientras mordía ansiosamente su mejilla interna, algo en sus propias palabras le proporcionó cierno amargo sabor en la parte trasera de la garganta, carraspeando lejos el sentimiento de cosquilleo que se coló momentánea mente en su pecho el asiático corredor apartó la vista lejos de los inquisitivos ojos de sus amigos.
"¿Confías en ella?" Dom repentina mente le había preguntado, sus fuertes brazos estaban cruzados sobre su pecho, la pregunta lo aturdió más de lo que debería haberlo hecho, el corredor de autos asiático palideció momentáneamente mientras su mente se aceleraba repentinamente, ¿confiaba en Karina? Sí, admitió que sí, ¿cómo podría no hacerlo? sabía que no todo el que hacía cosas buenas era un santo de ninguna manera, pero había algo en ella que le hacía confiar en ella, hasta el punto de decir que lo hacía con su propia vida para su propia sorpresa, ella nunca lo había cuestionado, ó lo hacía sentir menos de lo que realmente era, ella había estado allí para él en su punto más bajo y no había rehuido de su deplorable yo.
