𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆| 𝗛𝗔𝗡 𝗟𝗨𝗘

DIECISÉIS

"—Entonces Tokio, distrito de Shibuya ¿verdad? ¿casa familiar ó traslado?" Habló la voz de Toretto ganándose una mirada por parte de la vampiro morena que afortunadamente había podido escapar un poco de el resto de las miradas incesantes de el grupo, pero aparentemente no había forma de escapar de esto, el hombre alto estaba de pie con ambos musculosos brazos cruzados sobre su ancho pecho, una reluciente cruz plateada colgaba de su cuello en una gruesa cadena. No parecía el tipo de hombre religioso, pero ella no era de los que juzgaban creencias, nadie aquí era realmente quienes se suponía que debían ser ante los ojos de la sociedad y el mundo.

"—Sí, y ninguna me temo-, fue algo asi como casualidad, simplemente llegué un día y me..me enamoré de todo, la cultura, la gente, es un lugar especial, se volvió mi hogar desde el primer momento en que le vi.." La morena murmuró honestamente, no solo lo decía por el individuo común que conocían, sino porque realmente lo decía en serio, Tokio había sido muy diferente de todos los otros entornos duros y oscuros a los que se había sometido a lo largo de las décadas. No sabía como explicarlo, no era como si allí no hubieran grandes guerras que pelear en la sociedad siempre cambiante, enfermedades nuevas flotando en el aire, odio y tristeza, ó la gente pasando simplemente por alto e ignorantes a los que se encontraban necesitando ayuda, pero había algo en tal país, en la cultura espiritual y el honor en el centro de el país asiático que le había proporcionado un nuevo y único soplo de aire fresco entre los muchos kamchatkas y Egipto's de el mundo sometidos al hambre, el miedo, misticismo y la muerte.

"¿Asumo que los autos no son lo tuyo entonces? no pareces el tipo de persona que disfruta de un paseo con las ventanillas bajadas-, pero no te preocupes, no voy a revelar tu secreto.." En su rostro, su tono era tranquilo, algunos podrían decir que incluso era amistoso de una manera casual, los ojos de el hombre calvo no se encontraban enfocados, casi como si estuvieran calculando un poco sus palabras, era un poco irónico, cómo parecía ser el único que no se acercaba a ella con palabras asustadizas ó líneas divertidas para aliviar la extraña sensación de su presencia. "Ah si?" Ante sus palabras, la vampiro se mordió el labio inferior, el juego de palabras de Toretto la había frotado de la manera incorrecta, además de que la repentina proximidad de el hombre la hacía desear desesperadamente la apertura de la naturaleza, tal vez podría huir y escapar de éste unos pocos minutos de las miradas curiosas de todos, eso ciertamente le ayudaría mucho.

"–Gracias entonces, tal vez con suerte se me perdonará por tal crimen.." Ella eligió voluntaria mente decir la broma con la esperanza de disuadir la atención que continuamente estaba atrayendo de todos y cada uno de los presentes humanos, si disuadia a el líder, tal vez el resto haría lo mismo consecutivamente? con suerte así será.. no gustaba hacer charla casual, jamas había sido fanatica de dicho acto, cientas citas de el té con las damas de compañía de su madre habían sido más que suficientes por toda la eternidad, y ahora más que nunca no apreciaba que cuestionaran la extrañeza de su ser, pues los humanos siempre habían tenido la suerte y desgracia de señalar irregularidades entre ellos mismos en los momentos menos indicados. Sacudiendo su cabeza calva, una risa desenfrenada escapó de los labios de el hombre con un estruendo sorprendiendo a Karina.