ᴮᵒᵒᵏ | Nuestra hija | ᴺᴶ

Capítulo 30

Justo cuando JungKook llama a T/N.

En Corea marcaba un poco más de media noche en el reloj. TaeHyung tenía insomnio nuevamente, tiene días que no ha podido dormir a sus horas pues últimamente cierta persona agobiaba sus pensamientos.

Fue a la cocina por algo de comer, por lo menos si se iba a quedar despierto tendía que ver una película y con comida sería mejor. Llevaba una rebanada de pastel de fresa con una considerable porción de crema chantillí. Tomo fresas y cerezas que tenía el pastel como decoración para poder comer un poco más con el chantillí.

Y como siempre, la bebida no tenía que faltar, simplemente llevaba una taza de leche caliente pues TaeHyung investigó que suele funcionar para dar pesadez y dormí, quería comprobarlo por sí mismo.

Caminaba por el gran pasillo, alumbrando con la lámpara de su celular, iba bien hasta que paso por la habitación de JungKook, escucho que hablaba, pero no sabía con quién, claro está.

No quería ser chismoso pero su curiosidad podía más con él, dejando su comida de media noche un una mesita donde había un florero con un bello ramo de rosas, decoración del pasillo y se dedicó a escuchar.

Pero al hacerlo escuchó unas palabras que provocaron mil sensaciones.

—Creo que me gusta TaeHyung...—.

Su corazón bombeaba con rapidez, miraba a la nada, estaba simplemente maravillado con ello. Decidió seguir escuchando, pero a su vez comiendo, los nervios abrieron su apetito.

Y no sabe ni por cuánto tiempo se quedó escuchando la conversación que tenía con T/N pero solo podía sentir una sonrisa en sus labios, sus mejillas calientes por el sonrojo y cohibido por lo que contaba.

Pues JungKook no era el único que reaccionaba ante ciertas acciones de TaeHyung, pasaban las cosas por igual.

Como cuando en aquel torneo callejero participo, JungKook fue sin dudarlo y no dejaba de gritar su nombre, y, aunque JungKook no lo sabía, TaeHyung le dedicó todas y cada una de sus encestadas.

Ama ver a JungKook bailar y más cuando los ojos del menor se llenaban de brillo y emoción al lograr el paso que más dificultad le costaba.

Cuando salían por golosinas para una tarde de videojuegos, TaeHyung compraba dos bolsas de más de los dulces favoritos de JungKook y verlo comer con aquellas mejillas llenas de dulce, haciéndolo lucir como un tierno conejito, juraba derretirse de amor, pero sabía disimular.

Cuando escucho que JungKook corto la llamada decidió irse de ahí porque JungKook tenía la costumbre de antes de dormir ir al baño, así que, tomando el plato vacío y la taza a medio acabar se fue a su habitación. Una vez dentro termino la taza de leche y se metió bajo las cobijas pues su mente, corazón y JungKook eran los culpables de su insomnio. Pero ahora que sabía que podía tener una oportunidad con el azabache pudo dormir sin problema alguno.