[Secuela de "Trust me ;; SUGA - BTS"]
Pasado un año desde la última vez que vió a Yoongi, Hyerim cree tener su vida resuelta... pero realmente no es así.
El vacío en su pecho continúa, los recuerdos del chico de ojos gatunos aún la atormentan y las...
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Apenas puedo creer lo que veo, y es que no es fácil digerir la imagen que tengo enfrente de mis ojos.
Me siento estúpida, sobre todo porque mi cuerpo se niega a acatar mis ordenes incluso en una situación como esta.
Siento con claridad cómo el nudo pesado en la boca de mi estomago se aprieta con fuerza, y obligo de forma inmediata a mis piernas que avancen aunque sea con pasos temblorosos.
—¡Jungkook, no! —es lo único que logra escapar de mis labios en cuanto veo cómo mi esposo vuelve a estampar un golpe en la cara del chico de ojos gatunos.
Puede que apenas hayan pasado segundos desde que ambos comenzaron a pelear sin razón aparente, pero ha sido suficiente tiempo como para dejar un par de moretones y estragos en el rostro de ambos chicos.
No estoy segura de dónde saco la fuerza para casi correr hasta ellos a pesar de la poca distancia que nos separa, pero agradezco al cielo que ambos por lo menos respeten mi presencia tan cerca.
De forma inmediata me posiciono entre ambos, haciendo lo posible por darle la espalda a Suga; sobretodo porque sé cuanto poder tiene sobre mi, y reconozco que mis ganas de correr a consolarlo comienzan a crecer solo con imaginarme su expresión adolorida.
—¿¡Qué carajo haces aquí!? —es lo primero que grita mi esposo en dirección a Yoongi en cuanto logro hacer que se separen lo suficiente, empujando a Jungkook ligeramente en dirección a nuestra casa.
No logro pasar desapercibido el hecho de que su labio está sangrando, así como la pequeña hinchazón que comienza a crecer en uno de sus pómulos. Me mantengo pegada a su cuerpo, casi abrazándole por el torso y haciendo suficiente presión en su ropa como para mantenerle ligeramente quieto.
Me niego a girarme a ver a Yoongi, porque no quiero angustiarme aún más de lo que estoy. Sé que lo más probable es que mi lado irracional me grite internamente que corra hacia él para ayudarlo en cuanto vea su rostro demacrado y golpeado de forma reciente, y no quiero eso. Definitivamente.
—¿Hyerim, quieres explicarme porqué mierda está él aquí? —la forma en que habla logra ponerme los nervios de punta, y es que nunca antes había oído a Jungkook soltar palabras tan llenas de odio.
No logro entender qué es lo que tiene en contra de Yoongi, ya que en realidad la única que tiene una historia con él soy yo. A pesar de que ellos sean medio-hermanos, que yo sepa, nunca tuvieron un tema pendiente.
—Primero explícame porqué, grandísimo idiota, acabas de golpearme en la puta cara —interviene el chico de ojos gatunos hablando con indignación y enojo claro, y por un instante me obligo a mi misma a cerrar los ojos con tal de no voltear a verle. No debo hacerlo—. Déjala a ella en paz, al parecer tu problema es conmigo.
