Second life ➵ RenSung

¿Puedes ir tú?

El tal Jisung me había dicho el número del tal Mark y también cuál era la estación de policía en la que estaba, así que procedí a llamarle al otro chico para al fin poder dormir.

Aunque lo dudaba, estaban por dar las cinco de la mañana, ya no iba a dormir nada antes de tener que ir a la universidad.

Marqué el número que me había dado Jisung, el cual era exactamente igual al mío a excepción de los dos últimos números. El mío llevaba 66 y el de Mark llevaba 76, por lo cual entendí la confusión del principio. Dio tres tonos, y contestaron.

—¿Hola?— me aclaré la garganta al escuchar una voz adormilada.

—Hola— me senté en la cama, observando mis pies en la oscuridad. —¿Este es el número de Mark Lee?

—Sí, él habla.

Suspiré de puro alivio, una parte de mí temía que el otro chico mintiera, o se confundiera de número nuevamente.

—Ah, soy Huang Renjun— escuché del otro lado un sonido que sonó molesto, en cierta forma lo comprendí—. Park Jisung está en la estación de policía.

—¿Qué?— ahora la voz sonó mucho más atenta, asentí a pesar de que él no me veía—. ¿Jisung está en la estación? Pero ¿Por qué?

—No lo sé— me mordí el labio inferior con nerviosismo antes de seguir. No sabía qué tenían que ver uno del otro, pero este sujeto sonaba realmente preocupado por Jisung. —él me llamó por error, así que me pidió que te avisara a ti porque tenía sólo una llamada y ya la había usado conmigo.

—Ese mocoso— eso fue apenas un susurro, pero entendí lo que dijo antes de oírlo suspirar con fuerza—. Oye, eh, ¿Renjun?

—¿Sí?

—¿Mi hermano te dijo en qué estación está?

—Sí.

—¿Puedes ir tú por él?— ahí un suave "Qué" abandonó mis labios. Yo a estos –aparentemente– hermanos no los conocía, de nada en absoluto, jamás los había visto, ese día el primero en el que oía hablar de ellos, ¿Y este tipo ya me estaba pidiendo que fuera a recoger a su hermano?—. Yo sé que esto es demasiado extraño.

—Sí, bueno— miré la hora en mi despertador brillando en rojo, resignado a que ese día no dormiría y, encima, iría a recoger a un desconocido a la cárcel—. El día de hoy me están pidiendo muchas cosas extrañas.

—No estoy en la ciudad, ¿Okay?— ¿Y qué le hacía pensar a él que yo sí? Soy chino, bien podría, no sé, estar en China ahora mismo—. Jisung escogió un mal día para caer preso. Ve a recogerlo, por favor, te devolveré el dinero.

Pero no, no estaba en China, estaba en Busan, Corea del Sur, Gwangan-dong para ser específicos. Y Jisung también estaba ahí, así que suspiré, me puse de pie, me coloqué una chaqueta, tomé mis llaves y caminé hacia la salida.

—Está bien.