Second life ➵ RenSung

Creo que te conocí

Jisung me contó que su medio hermano era hijo de su mamá, pero no de su papá, que era mayor por tres años y que, a pesar de lo desastroso que era su árbol genealógico, ellos se llevaban muy bien. Y nada de lo que me dijo me sorprendió, era como si me lo hubiera contado antes muchas veces.

Pero no, era la primera vez que escuchaba todo eso. En esta vida, al menos.

Cuando le dije esto a mis amigos de inmediato tuvieron opiniones divididas, Jaemin y, sorprendentemente, Jeno me apoyaron, mientras que Chenle y Harvey se rieron de mí y se negaron a creer que fuera cierto.

Era increíble decir que lo conocía de otra vida, pero lo sentía perfectamente, tan claro como el agua. Yo conocía a Jisung de otra vida, estaba seguro de ello y casi podía probarlo. Estábamos acostados en el piso de su departamento, donde él fumaba un cigarrillo acostado boca arriba y yo simplemente miraba su perfil mientras Jisung hacía aros con el humo.

Su perfil era hermoso, él era hermoso, y tenía a todos mis sentidos alerta, procesando sí Park Jisung era o no real. Sí lo que yo sentía por él era real o no.

Porque lo conocía de hace prácticamente nada, pero estaba completamente seguro de que estaba enamorado de él. Había algo en su sonrisa, en su voz y en el aroma de su piel que yo no sabría describir, pero me encantaba.

Me senté con la espalda erguida en el suelo y él me siguió después, todavía haciendo aros con el humo del cigarrillo.

—¿Te molesta?— me preguntó después de exhalar el humo por la nariz, cosa que había mandado mis cejas hacia arriba y la razón por la que él pensó que me molestaba.

—No— me moví un poco hasta que quedé de frente a él, Jisung se encogió de hombros y le dio otra calada al cigarrillo—. Te habría dicho algo desde hace rato.

—Hay gente que no lo hace— respondió Jisung con una sonrisa, mordiendo levemente un extremo del cigarrillo con sus dientes sorprendentemente blancos—. Supongo que temen que me enoje o algo así, ni mi propia madre me lo dice. Tengo que preguntarles yo.

—¿Hace cuánto fumas?— la pregunta escapó de mi boca antes de que pudiera detenerla, no sabía si era algo que tenía derecho a preguntar, mis amigos no fuman.

No tanto como Jisung al menos.

—Desde que entré a la universidad— dijo como si no fuera la gran cosa, yo hice una mueca y él lo notó—. Sí, sí, tal vez debo bajar la intensidad.

—No, tal vez debas dejarlo— Jisung puso ambas cejas en algo mientras le daba otra calada a su cigarrillo.

—Sí, tal vez debería— exhaló el humo por la nariz nuevamente—. Pero por ahora, sé hacer corazones con el humo.

—¿De verdad?— Jisung asintió ante mi pregunta, sonriendo con aire triunfante antes de darle una calada al cigarrillo y hacer precisamente lo que me había dicho. Yo me reí. —¿Estás coqueteando conmigo?

—Renjun— me gustaba cuando él pronunciaba mi nombre, era como sí su voz hubiera sido creada exclusivamente para decirlo—. He estado coqueteando contigo desde que te conocí, ¿Recién lo notas?

—Digamos que sí— mi comentario lo hizo reír y yo me reí con él, recargando después mi cabeza en su hombro.

Jisung no se quejó y simplemente decidió seguir haciendo más de esos corazones, tosiendo de vez en cuando y explicándome después que era porque era difícil hacer trucos con el humo del cigarrillo normal.

Y su explicación también me resultó familiar, no me sorprendió en nada saber que era más fácil hacer trucos con el humo del cigarrillo electrónico, pero que él prefería los Lucky Strike. También que Jisung sabía que era un hábito horrible, pero que no podía dejarlo porque la ansiedad de la universidad lo obligaba a pensar todo el tiempo en fumar.

Entonces, y ya que su explicación me resultaba extrañamente familiar, decidí que tal vez debería mencionarle que sentía que lo conocía de otra vida.

—Jisung— él se detuvo a mitad de una explicación sobre la diferencia de humo en los dos tipos de cigarrillos que había fumado, y me miró con expresión curiosa, yo sonreí apenado—. Probablemente lo que te diré justo ahora te hará pensar que soy un estúpido, pero no puedes esperar mucho de mí, creo en alienígenas.

—Oh, sí— Jisung sonrió, su cigarrillo ya estaba demasiado pequeño, así que él lo apagó en el cenicero—. La verdad es que no creo que nada, después de tus teorías conspirativas sobre aliens, pueda superar mis expectativas.

—Bueno, pero igual me alegro de que estés sentado— de nuevo, Jisung rio, él estaba demasiado risueño aquel día. No quise indagar en el porqué, además no era demasiado misterio, su departamento olía a marihuana cuando llegué. —yo... Creo que te conocí en una vida pasada.

El silencio cayó sobre ambos, como una cubeta de agua fría.

Desde que nos conocimos no habíamos estado en silencio jamás, siempre parecíamos tener algo que el otro comprendía, el tiempo pasaba volando, nos entendíamos perfectamente, el tema de conversación no se agotaba.

Pero Jisung estaba ahora ahí, mirándome con el rostro demasiado serio, yo tenía la lengua entre los dientes y él parecía imperturbable.

Sin embargo, se rio.

—Yo también lo creo— respondió, con la voz casi en un susurro que me acarició los oídos y que me provocó el sonrojo más grande de mi vida—. Bueno no, no lo creo, estoy seguro.

Entonces yo también me reí, y me incliné hacia él hasta encontrar sus labios.