Capítulo 10: Espiando.

457 105 74
                                    

Espiar para proteger. Obsesión por tener.








¿Qué pasaría si salto por esta ventana?

¿Alguien me recordaría?

¿Llorarian por mi, así como yo lloré por él?

Tal vez si salto, no sufriría más. El corazón no me dolería. Las lágrimas pararían. El dolor se iría.

—Ay dios. Hermosa Eli... Carajo...— susurra atrás mío. No lo veo. Sigo mirando al frente.

—Liam... Yo no sé porque vivo si siento que estoy muerta.

—No Eli, estás viva. Muy viva, tú-tú tienes mucho por delante para vivir. Eres mi Eli, mi hermosa Eli. Y si tú te vas yo moriría Eli. Eres mi hermanita. Solo quedate quieta.
— tartamudea.

—No necesito estar aquí. Si me voy no pasa nada...

—Eli...

—Te amo Lim Lim— salto cerrando los ojos pero sus manos me aprientan con tanta fuerza que gimo del dolor.

—¡Estás loca Elizabeth!— me da vuelta y me abraza. Comienzo a llorar —Yo no sé que haría sin ti ¡¿Por qué lo hiciste?! Dios...

—Lo siento... Lo siento— me aferro a su cuerpo temiendo caerme aunque estemos lejos de la ventana.

—Shh...— acaricia mi pelo.

—Lo siento.

—Todos te amamos aquí. Importas demasiado. Que él no sienta nada no te hace culpable.

—Lo odio.

—Pero también lo amas. Y eso... Es una mierda.

***

Fue tan raro lo que pasó hace un instante que no lo puedo creer.

Mis pulsaciones estaban a mil, me puse nerviosa, me sonrojaba solo con su toque, fue tan extraño lo que me hizo sentir.

Subo las escaleras y no puedo dejar de sonreír, que idiota.

Entro a mí habitación y Ethan está en mí cama, que raro (sarcasmo presente), y parece que está dormido.

Dejo mí mochila en la mesa voy al baño a darme una ducha.

Salgo envolviendo una toalla en mí cuerpo y voy al espejo para cepillar mis dientes.

—Cajaro— murmuro mirando mí reflejo en el espejo.

¡¡Dos chupones, dos malditos chupones!!

Nadie en la puta vida me hizo un chupón.

—Ryan te voy a asesinar— digo tocando esas dos marcas en mí cuello.

Uno del lado derecho y el otro del lado izquierdo.

Indiscreta...

Oh Dios, Brianna vió esos chupones, que vergüenza.

Pero no se enojó ni nada, es más, me lo dijo divertida.

Es una de esas madres modernas quizás.

Dios, menos mal que no había nadie cuando entré y que Ethan está dormido, o eso creo hasta que toca la puerta del baño.

Termino de lavar mis dientes y salgo viéndolo. No tiene nada en su torso, solo un bóxer y parece que no está del todo despierto. Tiene los ojos achinados.

El Miedo De Ámbar #1 Where stories live. Discover now