Se busca [Mello x Near / Matt x Beyond]

Acuerdos y recuerdos.

—¿Estás drogado, Matt? —Mello miró a su compañero que acababa de entrar y había dicho esas palabras tan incoherentes como si fuese un bicho raro.

—No, ni siquiera he podido fumar… —dijo con decepción, caminando con los brazos caídos en señal de derrota hasta la mesa.

—¿Por lo menos conseguiste las cosas? —Miró la hoja que había dejado sobre ella—. Nuestro querido huésped distinguido está por llegar.

—Sí, sí, ya las tengo —Matt se dejó caer en la otra silla, pesando en ese extraño vecino que acababa de conocer, intentando descifrar el por qué tenía curiosidad de saber más sobre él.

Igual que el día anterior, Near llegó cuando el reloj marcaba las cuatro. Dado que Mello quería evitar recriminarle su comportamiento del día anterior, fue Matt quien se encargó de recibirlo y sentarlo a la mesa.

—Todos los vecinos han aceptado… eh, aquí están las reglas del condominio y acá está el acuerdo —Matt le extendió las hojas y una pluma.

Los ojos de Near escanearon rápidamente el contrato, ni Mello ni Matt estaban seguros de que hubiera leído todo en tan poco tiempo o si había verificado que todo estuviera bien, aun así, tomó la pluma y tras vacilar unos segundos, firmó.

—Nate River, así que, después de todo, tienes un nombre —Mello comentó con sarcasmo mientras miraba la hoja.

—Así es. Al igual que ustedes se hacen llamar Mello y Matt, siendo que esos no son sus verdaderos nombres… Prefiero que se me llame Near —el rubio sentía como si aquello fuera una burla y en definitiva, no le agradaba para nada.

—Eres un-

—¡Entonces, Near! —Matt intervino justo a tiempo—. ¿Cuándo tienes planeado mudarte?

—Mañana por la tarde —contestó, mirando a Mello por unos segundos antes de ponerse de pie.

—Bien, te esperamos —sonrió levemente, dándole una barra de chocolate a Mello para que se calmara.

—Adiós —dijo antes de salir rápidamente por la puerta.

—¿Ves? Estamos mejorando… por lo menos dijo adiós —Matt rio cuando obtuvo un gruñido por parte de Mello.

[…]

Near se movía rápidamente por las calles, caminando por las partes donde había sombra y evitando por completo estar más de un minuto bajo el sol. Subió a un autobús y caminó hasta el fondo del mismo donde había menos personas.

A pesar de sus movimientos rápidos y metódicos que tenían como fin el que no le vieran, fallaba cuando estaba en espacios cerrados. Desde que había subido hasta su caminata al fondo del medio de transporte, las miradas de todos se clavaron en él, sus mechones níveos reflejaban los pocos rayos de sol que alcanzaban a colarse por las ventanas, mientras que su piel se perdía con la ropa blanca que usaba.

El joven marcó la parada cuando el camión entro a un área de aspecto descuidado, las casas y edificios que se levantaban lucían viejos, con partes en donde la pintura había caído, dejando el cemento al vivo. La velocidad de sus pasos disminuyeron, no había mucha gente por el lugar y los pocos que habían, no tenían la consciencia para reparar en él.

—¿Dónde te habías metido? —En cuanto abrió la puerta de una pequeña casa, una voz agresiva y ronca le recibió.

—Como te lo mencioné, estoy por mudarme —contestó, su voz sonaba igual de indiferente pero su cuerpo presentaba ciertos factores que delataban su nerviosismo.

—¡Claro, claro! El fenómeno se siente lo suficientemente grande y poderoso —de una zancada, se paró frente a Near y tomó un mechón de su cabello, acercando su rostro—. ¿Y a dónde irás a vivir?