𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆

IX. El ventanal.

I

Para Beatrice:
Preferiría que estuvieras sana y salva.

—bueno niños espero que se la pasen bien aquí, en el, muelle, ¿Da-damu-clas?— dijo el señor Poe, los huérfanos tomaron el ferry para ir a su nueva casa.

>— se que les espera una nueva y emocionante aventura, aquí pueden esperar a un taxi que los lleve con su tía Josephine— los niños se miraron entre ellos.

—¿no vendrá por nosotros?— pregunto Cole extrañado. Siguieron hablando sobre porque su tía no vino por ellos, el señor Poe como regalo les dio una mentas.

Los huérfanos se volvieron a mirar extrañados, los Baudelaire son alérgicos a las mentas.

—quizá necesiten un taxi a precio razonable, supongo que esto será suficiente— les dio un poco de dinero y sin más se retiró tosiendo.

—¿debimos decirle que somos alérgicos a las mentas?— pregunto Klaus. Violet no dijo nada solo les entrego las mentas a sus amigos.

—ese problema es lo menos que nos importa ahora, ¿como le diremos a Josephine que queremos respuestas?— dijo Cole mientras se comía una menta.

Los Rizzo eran amantes de las mentas, una lastima que los Baudelaire fueran alérgicos.

De repente se paró un taxi enfrente de ellos —¿necesitan un taxi a precio razonable?— pregunto sonriente.

Los niños se subieron un poco dudosos aún así en el camino hablaron con aquel hombre, les dijo que es temporada baja y no hay muchas personas en el pueblo y que en poco tiempo habría un huracán.

El conductor hablaba mucho y los Rizzo se estaban cansando de él, así que cuando los dejo en su parada se tranquilizaron un poco.

Se giraron viendo la vieja casa que se mostraba ante ellos, avanzaron para tocar el timbre, no funcionaba así que lo volvieron a intentar.

—mm ahí dice váyase, y pues una casa que no tiene timbre me suena sospechoso— murmuro Carol.

Cuando Klaus estaba por tocar la puerta está se abrió —no la toques así, se te podrían clavar las astillas en tus manos— dijo una señora morena con un cabello un poco esponjado.

— amm soy Violet y ellos son...— empezó Violet.

—¡o por supuesto!, Klaus y Sunny Baudelaire, ustedes deben ser los Rizzo, Cole y Carol, la novia de Klaus— dijo feliz. Carol se puso roja hasta las orejas mientras que Klaus simplemente se quedó sin palabras.

—nosotros no... no importa—dijo Carol.

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—bueno, al menos está sopa si está cocinada— dijo Cole tomando la sopa muy rápido.

—agh, no hagas eso pareces un animal— dijo su hermana. Los Baudelaire los miraban divertidos, les causaba diversión verlos discutir por tonterías.

—Sunny, ¿no te molesta que agarre tu sonaja? Así podría inventar un sistema anti-ladrones y no se quedaría con solo unas latas— dijo Violet, su tía Josephine le dio unos regalos. Al Violet le dio una muñeca mientras que a Carol le dio ropa de la muñeca, a Cole junto con Klaus les regaló unos naipes, por último, a Sunny una sonaja.