𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆

XI. Hermanos.

XI

Edades: 10 y 12 años

—¿no es hermosa?— pregunto Beatrice Baudelaire mostrando a una pequeña Sunny de dos semanas hacía Cole y Klaus. Ambos asintieron embobados viendo a la pequeña.

—no se porque... pero, siento que debo protegerla del mundo— murmuro Klaus acariciando la tierna cabecita de Sunny. Su madre sonrió entre lágrimas y beso su frente.

—si cariño, estoy segura que lo harás— respondió Beatrice orgullosa —Cole, querido, queremos hablar contigo y con Violet, ¿puedes buscarla?—

Cole asintió y buscó a su mejor amiga. Mientras Klaus seguía embelesado por la belleza de su hermanita menor —¿puedo cargarla?— pregunto. Beatrice se la pasó y le indicó cómo sostenerla. La veía tan frágil, tan linda y tierna que se prometió internamente siempre cuidarla y protegerla con su vida.

—¿que pasó madre?— preguntó Violet llegando con los Rizzo detrás de ella. Olivia aprovechó para acercarse a la pequeña. Vio con admiración como su mejor amigo la cargaba, se le hizo muy linda la escena y pensó que cuando él llegara a ser padre ella tendría que estar ahí para verlo.

—queremos hablar con ustedes— respondió Beatrice. Delicadamente volvió a tomar a su hija en brazos mientras le sonreía a su segundo hijo —en unos minutos regresamos—

Cole y Violet siguieron a Beatrice mientras que Klaus y Olivia se quedaron ahí parados —vamos a la biblioteca a investigar sobre bebés— propuso Klaus dándole la mano. Olivia aceptó y juntos fueron a pasar horas y horas en la biblioteca.

—siéntense niños— pidió Hunter. Ambos se sentaron juntos en un sillón —ustedes son los mayores—

—y como los mayores tienen la responsabilidad de cuidar a sus hermanos menores— siguió Ana con una agradable sonrisa.

Bertrand tomó la palabra —prometan, que pase lo que pase, cueste lo que cueste...—

—cuidarán de sus hermanos... y se cuidarán entre ustedes—  terminó Beatrice —prométanlo— pidió.

—ellos son muy importantes para nosotros...— comenzó Violet pensando en sus hermanos y sus amigos.

—y prometemos cuidarlos como lo hemos estado haciendo, no dejaré que nada les pase— termino Cole sonriendo... no tenía idea del sufrimiento y dolor que pasaría solo por protegerlos.

Sus padres sonrieron orgullosos y los fueron a abrazar con gusto —vayan a divertirse— ambos niños salieron corriendo con sus hermanos.

Como de costumbre, los encontraron en la biblioteca sentados juntos, bastante cerca y con sus brazos entrelazados. Cole instintivamente fue y se sentó en medio de ellos separándolos abruptamente —Cole, hermano, te sentaste en el libro— dijo Klaus mirándolo a través de sus gafas.

—que bien— respondió este acomodándose mejor. Olivia se levantó y fue por otro libro en la estantería.

—pregunta sería, ¿te gusta Olivia?— pregunto Violet sentándose al lado de su hermano. Klaus comenzó a negar con la cabeza rápidamente.

—¡no!, nononono, sólo es mi amiga, y es muy molesta aveces, siempre me convence con todo, aunque también es muy linda— respondió Klaus ruborizándose levemente. Violet lo miro incrédula, pero decidió no decir nada más al respecto.