Capítulo 02: La Cascada

7.6K 404 93
                                    

Capí­tulo 2: La Cascada

Sasuke parpadeó lentamente, se sentó en la cama con cuidado, agitó la cabeza tratando de quitar lo que sea que haya estado en sus oídos haciendo que escuchara mal.

—¿Qué? —podía sentir sus ojos abiertos como platos, Naruto solo lo observaba fijamente, sus ojos entre cerrados en cautela, como queriendo calificar su reacción.

—¿No te hace feliz? —su modulación era lenta y firme, ese tono que le hacía sentir a Sasuke que si respondía mal, Naruto desataría sobre él todo el poder terrorífico de Kurama.

—¿Qué? —lamentablemente su capacidad racional e instinto de supervivencia estaban aún bloqueados por el shock.

—Oh no Sasuke Uchiha, ni te atrevas a tener una crisis—el rubio alzó las manos en irritación—te amo, lo sabes, y sé que me amas. Así que no voy a dejar que por esto decidas volver a tu estilo de vida de héroe trágico y vengador—para esto alzó las manos e hizo comillas con sus dedos enfatizando la última palabra— y corras en busca de algún reptil demente y medio pervertido para que me hagas tu berrinche y me obligues a ir a rescatarte. Ya no eres la princesa en el castillo Sasuke, pensé que ya habíamos superado esa etapa—exclamaba, su voz aumentando poco a poco, sus brazos y rostro expresivos como siempre.

—¿Qué?

—¡Oh por-!—Naruto cogió su cabeza con ambas manos en irritación—Ya tienes veinte años, Sasuke. No—se detuvo para verlo con firmeza a los ojos—veintiuno—recalcó—. ¡Feliz cumpleaños! —Alzó sus manos en exclamación, no sonando feliz para nada, al contrario, algo agitado y molesto—. Hemos hablado sobre esto antes... —su voz ahora era insegura y en preocupación—. Créeme que lo pensé bastante antes de hacerlo, Kurama me explicó los sacrificios que debía hacer. ¡Y no son lindos, Sasuke! ¡Nada lindos!—su voz volvió a sonar agitada—. Así que si piensas que puedes huir de esto a ser alguna clase de renegado y mocoso empedernido, ¡estás muy equivocado! ¡No voy a hacer esto solo!

Sasuke volvió a parpadear aún en shock, mirando a su prometido fijamente, en ningún momento perdió contacto con el rostro de su rubio, sus mejillas coloradas seguramente en enojo, su cabellera despeinada, sus ojos vibrantes y brillosos, sus puños cerrados y su respiración agitada.

Él quería volver a preguntar de qué rayos estaba hablando, pero la postura de Naruto, pese al tono de enojo que usaba, era de nervios y desesperación. Su pose defensiva e insegura que usaba cuando temía la reacción y respuesta de Sasuke, porque Sasuke era un idiota insensible y a veces lastimaba a Naruto con sus palabras. Nunca a propósito, Naruto lo sabía, pero eso no quitaba el hecho de que lo hacía.

Así que el azabache respiró hondo cerrando los ojos para tratar de procesar lo que Naruto le había dicho mientras habían estado tomando desayuno en la cama, antes de que esta escena se desatara y Naruto se levantara exasperado por la inhabilidad de Sasuke para hablar coherentemente.

Ok. Naruto esta- No. No. Esa parte faltaba ser procesada, así que decidió comenzar por lo último que dijo su prometido. Pasando saliva y decidiéndose a hablar alzó las manos esperando que Naruto no estuviera tan molesto como para rechazarlo.

Vio a su prometido dudar al comienzo pero luego avanzó hacia él y tomó las manos que le eran ofrecidas. Sasuke lo jaló para ponerlo en la ve que formaban sus piernas. Alzó el rostro para verlo directamente a los ojos.

—Naru, en primer lugar, no, no me voy a ir en busca de ningún reptil demente ni pervertido—Sasuke evitó comentar sobre eso, no era momento para molestar más a su rubio—, sí, ya pasamos esa etapa—tampoco comentaría lo que dijo acerca de que él era una princesa—y sabes que no te voy a abandonar pase lo que pase...—dudó un poco en lo que diría, porque aún no comprendía realmente lo que estaba pasando, pero lo primero era calmar a Naruto—mucho menos ahora... que me necesitas—midió sus palabras tomando en cuenta la expresión de su prometido; al parecer por ahora estaba diciendo lo apropiado—. Te amo—le dijo para asegurarse. No se arriesgaría aún, Naruto podía liberar la furia de Kurama contra él con una sola palabra. El muy maldito del zorro gozaba de esos momentos.

ResurrecciónOnde as histórias ganham vida. Descobre agora