𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆

XIII. El aserradero lúgubre.

II

Violet caminaba nerviosa de un lado a otro —¿porque no llegan?, ya es de noche— de repente paro mirando el dibujo de la luna en la pared.

Cole se levantó y quedó enfrente de ella —no es real, solo es un dibujo— la agarro de los hombros tratando de calmarla —Sunny está dormida, si te sigues moviendo como loca se va a despertar—

Violet asintió —igual tus dibujos son mejores— le dijo. Cole satisfecho la abrazo.

—gracias, te prometo que algún día te haré los dibujos que quieras— Violet sonrió. Tenía que hablar con Carol, estaba confundida, desde hace poco lo único que quería era pasar tiempo con Cole y no sabía que hacer. Volteo a la puerta escuchando cómo está se abría.

Klaus y Carol entraron agarrados del brazo caminando como robots, ambos sin sus lentes.

—dios chicos, se tardaron mucho... ¿y sus lentes?, los están arreglando?— pregunto Violet separándose de Cole mientras que el chico sentía en el fondo que algo andaba mal.

Ellos no respondieron, simplemente los pasaron de largo —oigan, ninguno de los dos ignora a Violet así... ¿que les parece tan gracioso que sonríen tanto?— dijo Cole. El no le había enseñado a su hermana ser tan grosera.

—estamos felices de estar aquí— dijeron ambos simultáneamente. Se sentaron aún con los brazos entrelazados y se acostaron así en la cama de abajo.

Cole se sentó en la cama observándolos—algo está pasando aquí, lo descubrimos en la biblioteca, ¿Carol que tienes ah...— trato de tocar la cara de su hermana viendo un moretón en su frente.

Klaus tomó la mano de su mejor amigo y la sostuvo con firmeza —no la toques— Cole retiró su mano, Klaus tenía más fuerza de la que aparentaba.

—fue un día pesado ¿quieren dormir?— dijo Violet con un último intento.

—si señor— dijeron ambos para cerrar sus ojos.

Cole sin poder creerlo se acercó a su hermana —buenas noches bestia— susurró, no trato de tocarla, le empezó a tener más respeto a Klaus. Les quitaron sus botas para que durmieran mejor.

Sus hermanos mayores se subieron a la litera y se acostaron —¿que les pasa?, prometí a nuestros padres cuidar de ellos... no lo cumplí— dijo Violet.

—prometimos, ambos lo hicimos, no es tu culpa es de los dos... ellos querían irse pero nos quedamos, no te culpes solo a ti— dijo Cole mirándola, Violet solo tenía la mirada fija en Sunny, Cole suspiro—mañana lo resolveremos, buenas noches Violet—

—buenas noches Cole— dijo por fin viéndolo. Lo admiro dormir, y sin darse cuenta su cerebro por fin acepto que sentía algo más por su amigo.

Al día siguiente en el altavoz se escuchó como les daba órdenes a Klaus y Carol —¡Carol Rizzo y Klaus Baudelaire, levántense y traigan a la bebe!— grito el capataz.

Ambos obedientes se levantaron, Klaus agarro a Sunny y entrelazó los brazos con su amada.

Violet y Cole se levantaron por el sonido y vieron a sus hermanos caminando con Sunny en brazos. Rápidamente se vistieron para seguirlos.