Luego de que los hombres lobos recuperaran la piedra lunar, llegaron nuevos peligros a Seabrook. Primero, Zombies; luego, hombres lobos y ahora... ¿Vampiros?
Pero, esta vez, no solo hay un grupo. ¿Dos bandos? Unos a matar, y otros a proteger.
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Los estoy odiando. Esos traidores, a los que consideraba amigos y familia... me la jugaron.
- Ya lo hiciste una vez. ¿Qué tan malo puede ser, Liv?
- No lo entiendes, Verónica. - Salimos del vestuario. Tuve que cambiarme. Y no usaría rosa o azul. Cuando era humana tal vez, pero ahora no. - Él me convirtió por eso. Creía que mis habilidades eran especiales.
- Te diría que eso es bueno, pero sabemos que no lo es. - Nos encontramos con Valen en las puertas del gimnasio.
- Vamos a animar - Hizo gesto de animadores.
- Haces que quiera clavarme una estaca. O clavarmela, o clavarsela a ustedes. - Los tres entramos, ya todos estaban ahí, supongo.
Todos eso... aspirantes, me recordaban a mi, cuando era humana.
- Relájate. Este era tu plan. Encontrar a la chica y acercarnos a ella.
- ¿Por qué Verónica no entró? ¿Por qué yo?
- Tú tienes experiencia en esto.
- Los odio, a ambos.
- Sabes que no es así. - Addison tocó su silbato y tuve que ir.
No me molesté en ver a los chicos. Sabía que iban a molestarme.
- Estoy muy emocionada por estas audiciones. Sé que lo harán muy bien. Solo den lo mejor y mi persona junto con el ex capitán de animadores, y actual presidente estudiantil, Bucky, tomaremos la decisión.
- Esta vez cambiaremos las cosas. Tendrán que demostrar que son auténticos animadores. Ustedes eligen como, pero tienen que emocionar a todos los que estamos aquí. - La interrumpió el chico, Bucky.
- Empecemos - Dijo Addison, para volver a tocar su silbato e irse junto con el otro chico.
Varios chicos empezaron a hacer diferentes cosas. Algunos movimientos, otros porras. No estaban tan mal.
Hasta que las chicas lobo hicieron su audición. No me importaba mucho la más pequeña. Pero la alta... ella no me agradaba, en lo mínimo. Y luego de su audición menos. Su intento de hacerme sentir fuera del lugar, era demasiado obvio.
Cuando era humana, era muy fanática de la gimnasia, y ahora, años después, lo volvería a hacer. En cuanto ella terminó, decidí demostrarle que no podía conmigo.
Hice saltos, giros, acro, secciones de piso. Todo lo que se me ocurrió. Y... quedó muy bueno.
- Asombroso. - Addison alagaba a todos.
Pero Bucky... él era otra historia. Ñero pude verlo sonreír ampliamente durante mi presentación.
