Luego de que los hombres lobos recuperaran la piedra lunar, llegaron nuevos peligros a Seabrook. Primero, Zombies; luego, hombres lobos y ahora... ¿Vampiros?
Pero, esta vez, no solo hay un grupo. ¿Dos bandos? Unos a matar, y otros a proteger.
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Me giré un poco y ahí estaba Valentín, más enojado que de costumbre.
- ¿Qué esperas? Vamos. - Tomó mi brazo y, con su velocidad, salimos del gimnasio.
Llegamos hasta la entrada, donde nos estaba esperando Verónica.
- ¿Qué les pasa? Y como me digan nada los sacaré al sol.
- ¿Quieres saber qué pasa? Tú pasas. Víctor puede venir en cualquier momento y necesitamos un plan para acabarlo y volver al consejo.
- El jueguito de la animadora ya no nos sirve.
- ¿Quieres que te recuerde quien me metió en esto? - Miré de reojo a Verónica.
- Eso no importa. Tenemos que acabar con esto. Ya no soporto estar en esta ciudad y Valen piensa igual.
- Pues lo siento por ustedes. Tienen que intentar integrarse, para pasar desapercibidos. ¿Creen que los de Seabrook no desconfían de nosotros? Estas peleas no los están convenciendo. - Les dije señalando a nuestro alrededor.
A pesar de que ya habían terminado las clases, aún había algunos estudiantes, que nos miraban intentando adivinar qué era lo que estaba pasando.
- ¿Crees que me importa lo que piensen? Vinimos aquí por trabajo. Por una meta que cumplir. No a socializar.
- Verónica, no podemos hacer que Víctor aparezca cuando queramos. El vendrá cuando se le dé la gana, y hasta ese entonces, debemos quedarnos aquí.
- Deja de hacerte la que te importa Addison. - Nos interrumpió Valentín. - Escuché lo que hablabas con tus "amigas". No te importa la chica, te importa el pulgoso ese.
- No puedes hablar así de los lobos...
- ¿Tú no le decías así? - Dijo acusadoramente.
- No lo puedo creer... Eres una traidora. - Verónica empujó a Valentín para poder estar enfrente de mí. - Por eso siempre estas cerca de ese lobo...
- No es lo que ustedes piensan...
- Viviana te quería como si fueras su hija, y tú la traicionas quedándote en Seabrook por un lobo.
- No puedes hablar así de la presidenta.
- Así como tú no deberías estar cerca de los lobos. Pero mira hasta donde llegamos. Por eso nunca quisiste hacer la purificación, a pesar de que el consejo estaba impresionado contigo.
- ¿Qué podíamos esperar de ella, Verónica? Siempre fue la favorita. Desde que la convirtieron. Ella sí pudo ver a su familia, incluso la dejaban pasear por donde ellos estaban. Ella eligió a donde quería pertenecer. Vivió en la mansión del consejo, siendo una novata. La pusieron al mando de una misión, cuando no tiene la menor idea de que significa eso. Hace lo que quiere siempre. Interrumpió al consejo, y no la castigaron. Les habla como a sus iguales. Y por si fuera poco, era obvio que el aroma a lobo, no fue por Addison, pero se lo dejaron pasar.
