Luego de que los hombres lobos recuperaran la piedra lunar, llegaron nuevos peligros a Seabrook. Primero, Zombies; luego, hombres lobos y ahora... ¿Vampiros?
Pero, esta vez, no solo hay un grupo. ¿Dos bandos? Unos a matar, y otros a proteger.
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- ¿Qué haces aquí, Willa? - Dije sin levantar la mirada.
- Intento que mi hermano no te estrese más de lo que ya estás. - Cuando mencionó a Wyatt, sentí mi estómago encogerse. - Se preocupó mucho cuando saliste corriendo.
- No quería hacerles daño. - Susurré.
- Estuviste en nuestro territorio, y no enloqueciste. Con eso quedó claro que no nos lastimarías.
- Yo no estoy tan segura.
- Mira... soy la alpha de mi manada. Sé cuando alguien no está bien, aunque lo niegue. Y en este momento, tú no lo estás.
- No sé de qué hablas...
- Sé que nos conocemos hace "poco" tiempo. Y que hasta hace unas semanas nos llevábamos fatal. Si no quieres contármelo te entiendo. Pero te puedo decir que no es bueno guardarse las cosas. Puede que estés haciendo una tormenta en un vaso de agua, o que el problema sea muy serio. En cualquiera de los dos, recuerda que nos tienes para apoyarte.
- Gracias...
- ¿Quieres venir con nosotros? Tenemos que salir de la preparatoria.
- Pero no puedo ir a su territorio.
- ¿Quien dijo que íbamos a estar ahí? Vamos. - Se levantó y me obligó a ir con ella.
En cuanto salimos del gimnasio, pude ver a Wyatt caminando de un lado a otro. Parecía nervioso.
- Vas a hacer un agujero en el piso. - Le dijo Willa burlona.
Al instante nos miró y se acercó a nosotras.
- Estaba preocupado. ¿Estás bien?
- Si, solo... - Quería hacerlo. Quería decirle todo... Pero me daba miedo su reacción. - estoy un poco sensible.
Él me miró e inclinó su cabeza, ligeramente, a la derecha. Ahí lo recordé. Él sabía cuándo mentía.
- Creí que los vampiros no estaban conectados con sus sentimientos. - Dijo Wynter, a lo que los lobos la miraron. - Loba mala, loba mala. Lo siento, me pasé, lo sabía. - Se golpeó la cabeza con sus puños.
- Descuida. No sabías que esos son los sangre pura.
- Bueno, mucha charla Vámonos - Willa tomó mi brazo para empezar a caminar, pero Wyatt la detuvo.
- Sabes que la manada no la acepta. - Dijo deteniéndose a mi lado.
- Y algunos están empezando a desconfiar de ustedes. Creen que ella los tiene hipnotizados. - Rodos volvimos a mirar a Wynter. - No otra vez. Mala, Wynter.
- ¿Ok? - Willa frotó su entrecejo con su mano, para luego mirarnos a Wyatt y a mí. - ¿Qué tal si ustedes dos van a dar un paseo, y nosotras vamos a solucionar el problema?
