Pequeñas reglas || HunHan ✔

☕️ 12 ☕️

☕️ «Final: Pequeñas reglas» ☕️

Las horas en el quirófano han drenado su energía, así que lo único que Baekhyun pide es un respiro, antes de atender su ronda nocturna. Está deseando no encontrar a nadie en la sala de descanso para residentes y aprovechar el incómodo catre dispuesto en la habitación, quiere tumbarse unos minutos, sentir los músculos aflojarse después de tanta tensión y la fuerza retornando lentamente a su cuerpo.

No puede molestarse al aparecer y encontrar la sala ocupada, después de todo, ya que la persona plantada junto a la ventana no es otro más que Luhan. Ha pasado de encender las luces, conformándose con la iluminación de las farolas en el aparcamiento trasero y aun así, no ha sido capaz de esconder entre las sombras, la expresión ausente que ha llevado grabada en el rostro durante los últimos días.

El recuerdo de una historia que no ha sido capaz de superar lo persigue sin descanso, los demonios que ya una vez encerró dentro de la caja de Pandora han escapado de su prisión y pasan los días arremetiendo contra quien los apresó, jugueteando alrededor de la jaula de oro que construyó en torno a su corazón y esperando el momento en que los débiles barrotes se quiebren para apuñalarlo.

Tiene miedo, demasiado.

«Supéralo, ya no eres la persona que Jackson rompió» se repite, sin parar. No puede evitarlo, cada vez que su nombre resuena dentro de su cabeza, el nudo en su pecho se comprime un poco más. Han pasado tres años desde que lo conoció y el recuerdo de aquella lluviosa tarde de mayo, se mantiene vivo en su memoria.

Volvía al dormitorio cuando sus zapatillas resbalaron y habría caído al suelo de no ser por el chico que le sujetó. Antes de poder procesarlo, Luhan corría tomado de su mano, buscando un lugar dónde refugiarse de la lluvia. El agua lo empapaba todo, pero Jackson Wang seguía luciendo como un verdadero modelo, con la cazadora negra, el cabello húmedo goteando y esa preciosa sonrisa grabada en los labios.

No recuerda mucho de su amistad y es que, un par de meses después de haberse conocido, Jackson le pidió que fuera su novio. Siempre fueron demasiado diferentes, aunque a Luhan nunca le importó porque — como en muchas otras cosas — el castaño fue su primera historia de amor. Tuvieron un buen inicio, aunque las cosas se complicaron al terminar el primer año, pocos meses después de la graduación de Jackson.

Por aquel entonces, Luhan no pensaba hacer una especialidad y esperaba graduarse lo más pronto posible para estar más cerca de su pareja. Jackson había estudiado Diseño y aunque era bueno, comenzó a resentir el desempleo, ninguna empresa quería tomar a alguien sin experiencia y la frustración que ello causaba, no podía ser apaciguada por su novio, quien pasaba todo el tiempo estudiando.

Fueron los reproches constantes y la demanda de atención, las que provocaron que Luhan priorizara su relación, haciendo a un lado los estudios y olvidando los cinco años de esfuerzos que había realizado. Apoyaba al otro lo más que podía, le acompañaba a sus entrevistas y aguardaba largas horas por él, intentaba distraerlo siempre que fracasaba, pero para Jackson aquello no fue suficiente.

En algún momento, el castaño comenzó a cargar la culpa de su fracaso contra él y su relación se empañó por la violencia y el dolor, convirtiéndose en un círculo vicioso del que Luhan escapó, con mucha dificultad. Meses de infidelidad, gritos iracundos, sexo forzado y heridas físicas, le valieron un episodio depresivo del que no habría podido recuperarse, sin el apoyo y los cuidados de Baekhyun. Decir que mantenerlo a flote fue una tarea sencilla, sería mentir de la peor manera. El proceso fue lento, requirió paciencia, tiempo y mucho cariño, pero obtuvo buenos resultados. Luhan se levantó de nuevo