・ Comprado ・ taekook ©

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—Sera mejor que te relajes un poco, iremos lejos.— le ofreció a Jungkook quien hizo solo un asentimiento puesto que estaba avergonzado del beso y nervioso por la forma en que le había hablado, vamos, era inocente, más no bobo. —¿No vas a decir nada, conejito?— se acerco a Jungkook lo que puso en aleta sus sentidos, pero luego de que abrochara el cinturón de seguridad pudo relajarse un poco, tan solo un poco por que en seguida pico uno de sus cachetes con uno de sus dedos extrañamente largos.

Las lágrimas nuevamente llegaron a sus ojos, no podía evitarlo, estaba tan ansioso con toda esta situación, estaba con alguien que había conocido hace menos de una hora y ahora se estaba yendo con el a quien sabe donde en su auto.

¿Y si le pegaba? ¿Y si lo trataba mal? ¿Y si no le daba de comer? ¿Y si lo mataba? O peor aún ¿Y si no lo dejaba ver la televisión? Joder no, tenía mucho miedo de estar con un posible psicopata.

Estaba tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera noto que el mayor se acomodo en su asiento, se quito la corbata y el cinto, para luego aventarlo al asiento trasero. Arranco el auto y espero unos segundos mirando al frente. Alzo su ceja derecha y luego la bajo, pensativo, escuchando al menor llorar, notando sus sollozos y el cómo cubría con sus manos su rostro, se le notaba muy temeroso; después abrocho su cinturón de seguridad y llamo su atención:

—Pequeño, no me tengas miedo ahora tenlo cuando te castigue o llegue a casa de mal humor.— expresó divertido. —¿Puedo hacerte una pregunta?— Jungkook asintió, limpiando sus lágrimas y aún con la mirada gacha, lo estaba poniendo nervioso por su forma tan vulgar de hablar. —Ese chico, Jimin... ¿Es muy importante para ti?

Jungkook se sorprendió mucho ante su pregunta, pero aún así asintió antes de tragar su horrible nudo que se formó al escuchar nuevamente el nombre de su amigo.

—D-demasiado.— dijo jugando con sus pulgares sin mirarlo. Realmente estaba mas preocupado por Jimin que por si mismo. Temía mucho por el. —¿E-el va a hacerle daño? me refiero a-al señor que lo c-compro.— dijo armándose de valor frente al hombre que lo intimidaba, pero aún sin mirarlo.

—¿Yoongi? mmh... no, no es malo. Es un gran amigo, solo que a veces suele tener poca paciencia. Pero tranquilo no le hará daño, no si el obedece, así como tu pequeño.—Esto ultimo lo dijo en tono seductor logrando ponerlo mas nervioso, estaba un poco relajado con el hecho de que conocía a Yoongi, pero le preocupaba de igual manera. 

Después arranco el auto cuando ambos se quedaron en un incomodo silencio.

Había parado un poco de llorar con esa corta conversación, pero aún así, se sentía temeroso por el, no podía siquiera imaginar que pasaría después.

Mientras iba conduciendo una tormenta eléctrica se hizo presente frente a ellos llamando la atención de Jungkook, dándole una vista que jamas había apreciado, en esos momento había olvidado casi por completo en donde y con quien estaba. Nunca antes había salido del  Orfanato Busan y pudo apreciar la coloridas ciudad repleta de edifico con luces llamativas y anuncios gigantes, autos por todos lados y taxis. Multitudes de personas admirando la ciudad tal y como el lo estaba  haciendo. Veía los puestos callejeros de los que tanto solía hablarle su buen amigo Chanyeol, veía a las personas hablar animada mente y otras perdidas en su mundo.

—Debo... darte una serie de reglas.—dijo aquella voz sacándolo de sus pensamientos volviéndolo a poner nervioso. —Veras, son reglas que irán cambiando conforme vayas creciendo y nos vayamos conociendo. Podrán empeorar o mejorar, solo tu eres responsable de si eso ocurre, muñeco, si te portas bien, las reglas disminuyen, si te portas mal, empeorarán.- Jungkook sentía su en su oído los latidos de su corazón, realmente estaba entrando en pánico. "Tranquilo Kook, no son mas que unas simples reglas" Seh, simples.—Numero uno, llámame señor Kim y a la hora del sexo me llamaras papi. Dos, siempre pide las cosas por favor y gracias. Tres te comprare ropa, mucha incluso lencería y te la pondrás cada que quiera y siempre me esperaras en tu habitación con un conjunto diferente puesto. Cuatro, yo mando, harás lo que quiera y cuando lo quiera sin rechistar. Cinco deberás obedecer o si no habrá consecuencias negativas.- dijo hablando con una voz fría y autoritaria que hizo temblar a  Jungkook, quien abrió los ojos ante las reglas establecidas por aquel hombre. El seguía conduciendo mirando fijamente la carretera mientras pensaba en las diferentes posiciones en las que lo tomaría, sintiéndose un poco cachondo al instante. —Seis: Eres mío, me perteneces, de todas las maneras posibles. Soy tu jodido amo. Jamas, con nadie, te atrevas a hacer ningún tipo de actividad sexual con nadie mas que conmigo, ¿Entendido?— dijo con la mirada endurecida y un notorio cambio de voz.

Jungkook se sentía tan pequeño a su lado, sentía que en sus manos iba a morir y que sufriría en su compañía.

—S-si...—dijo colorado, realmente estaba muy ansioso, no terminaba de procesar las reglas, sobretodo en la parte del sexo y en la última regla.

"Soy tu jodido amo." Joder, eso se oía tan autoritario.

—¿Si que, Jungkook?— dijo mirándolo penetrantemente, y con el ceño fruncido, fingiendo estar molesto.

Jungkook volteo a ver directamente los ojos de Taehyung sintiendo su afilada mirada, quien esperaba la respuesta, expectante. De inmediato volvió a bajar la mirada apenado y asustado, dejando salir de manera pesada el aire retenido en sus pulmones.

—S-si, señor Kim— dijo sintiéndose estremecer en su interior y sintiéndose totalmente inferior.

—Así, me gusta.— dijo volviendo su mirada al frente con una pequeña-, pero visible sonrisa.

Taehyung se sentía cada vez mas extasiado por la actitud tímida y sumisa de Jungkook. Sería tan divertido jugar con el.

Realmente se estaba poniendo como roca.

Se detuvieron en el semáforo rojo, Jungkook se sentía impaciente por saber que camino tomarían puesto que había dos, uno que daba las montañas, no tenia luz eléctrica, se veía solitaria y tenebrosa, la otra iba directo a la ciudad.

Entonces Taehyung soltó de la nada: —Cuando lleguemos te follare tan duro, jodido conejito.— Dijo con la voz completamente ronca y sus pupilas dilatadas.

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J O O N 🌸