Roommates

Capítulo 34 💘

Nueces

-Oh- Respondió Liam. Y eso fue todo lo que dijo ¿entienden eso? No dijo nada más.

-Estuviste viviendo con mi hermana sin que nadie lo supiese ¿Eso es todo lo que vas a decir en tu defensa?

-No tengo porque defenderme le estaba haciendo un favor, ¿Preferías que la dejase viviendo en la calle?

-¿En la calle?

Creo que este es mi momento de intervenir -Pues, si. Sobre eso... me echaron.

-¿Como que te echaron?

-Pues es complicado... pero para resumir Liam me ayudó. Y pues es agradable vivir aquí.

-¿Por qué no nos dijiste? ¿Por qué no me dijiste?

-No quería preocupar a nadie, además todo salió bien.

Zane suspiró. - Creo que deberías decírselo, a todos, no podrás ocultarlo por mucho más tiempo. Tengo una idea- ¿Por qué el hecho de que tenga una idea me asusta? - La semana que viene es el cumpleaños de la abuela ¿Por que no vienen?

-¿Todos?- Pregunta Lucas en un inmenso ataque de alegría.

-Todos- Repite mi hermano.

¿Todos? Ellos. Todos. En el cumpleaños de la abuela. ¡De la abuela! Y en ese momento la risa nerviosa me atacó otra vez. -Claro, ¿Por qué no?

Había muchas razones para decir que no. Mi familia y ellos era algo que en mi mente nunca me había atrevido a juntar. Además tenia que solucionar la situación del beso aunque por alguna razón ya no me parecía tan importante. Un problema a la vez. Un problema a la vez, Alex.

Intenté disimuladamente echar a mi hermano pero nadie parecía captar mis indirectas excepto por mi querido hermanito que solo aprovechaba la situación para reírse de mí.

Zane tuvo la idea de pedir helado a lo que todos accedieron. Pero al tratar de llamar a la heladería nadie tenia un numero al que llamar por lo que alguien tenia que sacrificarse e ir hasta allí. Parecía que solo a mi se me había ocurrido la genial idea de buscar en Internet pero decidí callarme cuando Kai se ofreció a ir. Podríamos ir juntos y hablar sobre eso en el camino.

-Te acompaño- dije yo tratando de sonar indiferente.

-Bien- Fue lo único que dijo él.

...

Ya estábamos caminando había la heladería y ninguno había dicho una palabra. ¿Cómo es que sacas un tema así? No lo sé.

-Kai... -Pues por algún lado hay que empezar.

-¿Si? - Perfecto, ¿Ahora qué?

-Amm.. ¿Que pasó cuando yo estaba... ya sabes, cuando no estaba consiente.

-¿En verdad no recuerdas nada?

-Pues, no.

-Entiendo, -suspiró- no te preocupes no pasó nada importante.

¿En serio? Solo estuve preocupándome por nada todo este tiempo. Quisiera poder pegarme a mi mima.

-Oh, genial, ya estaba preocupándome. Pensé que había hecho algo estúpido.

Kai rió- Sí algo estúpido.-Yo me uní a su risa. Pedimos el helado cuando llegamos y volvimos caminando mientras hablábamos de tonterías.

Cuando abrimos la puerta del departamento vimos como Lucas y mi hermano hablaban animadamente mientras Liam estaba con ellos.

-Sabes puedes venir a cuidar a Lucas cuando quieras- Le dijo Liam, wow eso si que es un gran avance. Parece que si se llevaron bien.

Empezamos a comer el helado mientras todos hablábamos de cualquier cosa. Entonces caí en cuenta de que Zane comía helado de chocolate con nueces. ¡Con Nueces! ¡Nueces!

-¿Eso es chocolate?- Le pregunto yo

-Aja- responde él terminando todo lo que le quedaba del helado.

-Tenia nueces.

-¡¿Nueces?!- Grita el alarmado para correr a la cocina y abrir la canilla para inútilmente ¿Lavarse la lengua?

Nadie entendía nada, salvo yo. Pero la confusión en sus cabezas fue disminuyendo cuando todo Zane empezó a ponerse rojo y a gritar que todo el cuerpo le quemaba.

-Si, creo que vamos a tener que ir al hospital- Dije yo y podía notar que se sorprendían por mi calma. -Créanme no se hacen una idea de cuantas veces pasaba esto en casa.

Llegamos al hospital y nos dijeron a Liam y a mi que esperáramos en una pequeña sala de espera, valga la redundancia, con varias sillas. A los quince minutos vino una enfermera que a la vez que mascaba chicle y hacia burbujas nos habló - El chico esta bien pero insiste en que lo dejemos en observación por si muere o algo, le dijimos que no podíamos hacer eso pero se desespero tanto que le dimos un calmante. -Hace una burbuja con la goma de mascar que explota rápidamente- Podrán irse cuando despierte.- La enfermera se retira.

¿Por qué será que no estoy sorprendida? Cada vez se hacía más tarde y yo batallaba con el peso de mis ojos hasta que no pude hacer otra cosa que quedarme dormida sobre el hombro de Liam.

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