Fanta.

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Capítulo 05.

Lunes 23 de septiembre del 2025.

En la fiesta del viernes, bueno más en concreto de la madrugada del sábado, pasaron muchas cosas, como los besos que Bethany y Ares compartieron y que no pasaron a más por diferentes circunstancias de la vida, pero las ganas si que eran inmensas.

Por pinganillo me comunican que Scarlett y Regina se reencontraron en esa fiesta e intercambiaron los números de teléfono, aunque la rubia se intentaba autoconvencer de que había sido porque se habían caído bien, la morena, en cambio, tenía claro lo que quería.

Además de que Atte y Brett habían bailado, demasiado juntos, muchas canciones.

Alan y Jaime se habían hecho amigos de muchos del equipo de fútbol del internado.

Ahora nos centramos en la hora del recreo de Ares estaba hablando con Danielle, Alan y Nicole de lo que había ocurrido en la fiesta con Bethany.

—Se te nota emocionado—carcajeo Danielle.

—Sí, no vayas a correrte aquí mismo, ew—vaciló Nicole, haciendo que Ares le "pegará" en el brazo—¡Au!—se quejo.

—No seas bruto—replicó Alan dándole una colleja a su mejor amigo.

—Ay—se lamento.

—Continua con lo interesante—pidió Danielle—¿Qué más paso?

—Hemos quedado hoy para ir a cenar, la iré a buscar al internado y nada, a ver como sale todo.

Mientras Ares le contaba a sus amigos todo lo planeado con Beth para esta noche la recién nombrada salía del baño del internado, para ir hasta el patio dónde se encontraría con los chicos del equipo, pero en su camino se trunco Louis, con los ojos acuosos.

—¿Louis?—cuestiono, bastante confundida.

—Ah, hola—se intentó tapar la cara, para que no lo viera llorar.

Pero en seguida Bethany le quitó las manos de la cara  y le dedicó una leve sonrisa.

—A ver—le limpió el rastro de lágrimas—¿Por qué estás llorando?

—Es que estoy tan solo en este lugar—soltó una pequeño sollozo—Es que tan siquiera me llevo bien con mi compañero de habitación y no sé, soy consciente de que tienes otros amigos y que no puedes estar siempre conmigo y...

—Claro que puedes estar siempre conmigo—repuso, cometiendo un gran error, probablemente uno de los más grandes de su vida.

Louis sin decir mucho abrazó a la de los ojos azules y juntos se fueron hasta el patio para reunirse con los miembros del equipo de fútbol.

Después de las clases nuestros protagonistas almorzaron y fueron a sus respectivos entrenamientos, estos acababan a las seis y Alan fue hasta el gimnasio, dónde los lunes, miércoles y viernes las chicas de patinaje artístico ensayaban de tres y media a seis y media.

¿Y a que iría Alan allí? Se preguntaran.

Pues resulta que su hermana hacía patinaje artístico e irían juntos a casa.

Como todas las tardes entro al gimnasio y se sentó a esperar en las gradas, pues quedaba media hora y unos minutos, después noto la presencia de Darla Pindter, quién estaba haciendo la prueba para entrar al equipo.

La joven llevaba el pelo recogido en una coleta, un top de asillas blancos, unos pantalones cortos negros deportivos y unos patines del color de su top con ruedas rosas.

Yo no huyó de NADA.Where stories live. Discover now