Atte y Brett.

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Capítulo 17.

Lunes 26 de enero del 2026.

Lunes.

El lunes, hasta narrarlos se hacen pesados, sin duda no estoy de humor para dar sermones, no se me ocurre un chiste ni estoy ilusionada con una idea para compartirla.

Excavé antes de escribir en todos los recuerdos o buenas anécdotas que tengo de los lunes, lo juro, pero no encontré nada. Sin jugo creativo, me siento como unos zapatos pasados de moda y desgastados, sin la belleza de antes y desde luego que sin ninguna utilidad, creativamente hablando claro y desde que empecé a redactar esta historia tengo el "placer" de conocer el lujo del aburrimiento y su capacidad inspirativa.

Son los lunes cuando tras sonar el despertador Atenea se despertaba con la respiración agitada, pulso acelerado, y con dificultad para concentrarme.

—Mierda, es lunes— farfullo mientras se sentaba.

No era la mejor manera de empezar una semana, sin duda, estaba pendiente del juicio de Ares, además de que tenía la presión de sus subscriptores de publicar dos vídeos esa semana pese a todo lo que estuviera ocurriendo.

Pero era lunes, tampoco tenía ganas de pensar en las ideas para un vídeo.

Tras despertarse Atte se adentró en el baño, se cepilló los dientes, se puso el uniforme, se maquilló y arregló su cabello.

Las letras de canciones populares en nuestra cultura a menudo presentan el lunes como un día de depresión, ansiedad o melancolía como "Monday, Monday" de Mamas & the Papas en 1966 o "Rainy Days and Mondays" de The Carpenters en 1971 y no podían tener más razón.

Sin embargo, los lunes se consideran días buenos para ayunar en el judaísmo y el Islam. En la Iglesia Ortodoxa Oriental, en nuestra ciudad, también se conmemoran ese día.

Atenea tras salir del baño dejo mi turno y se sentó en la cama a esperarme.

Sin duda ese lunes quién peor lo pasaba eran Ares y su familia, estaban a pocas horas del juicio y de saber los resultados de ADN del arma encontrada en la playa.

Ares reflexionaba sobre como tampoco le gustaban los lunes porque había que esperar cuatro días para que fuera viernes y quizás por las clases, bueno sobre todo por estas, los lunes cuándo estaba de vacaciones no los odiaba.

¿Odiábamos los lunes por ser el primer día de la semana ? Naturalmente.

¿Odiábamos los lunes por las clases? También.

Ares se termino de acomodar la corbata que su padre le había traído junto a un traje, ya que le dejaron cambiar de ropa para el juicio.

En seguida lo vino a buscar su abogada y junto a ella se reunió con sus padres y salieron de la comisaría, habían diferentes medios de comunicación que trataban de sacarle palabras al de los ojos verdes o tal vez una confesión.

Tanta presión mediática lo agobiada, sin duda descartaba lo de ser famoso algún día, trataba de taparse la cara con la americana, no tenía ganas de que lo vieran así.

—No va ha hacer ninguna declaración—intervino la letrada Stuart.

—¡Dejen a nuestro hijo en paz!—chilló un angustiado Hunter.

Y así se metieron en el furgón que los llevaría a los juzgados.

El juicio lo estaban retransmitiendo por televisión y tanto los alumnos del Anchor Beach como del Internado Williams lo seguían desde sus teléfonos, a escondidas de lo maestros.

Yo no huyó de NADA.Where stories live. Discover now