Yo no huyó de NADA.

18 de enero del 2026.

Capítulo 18.

18 de enero del 2026 (hace 8 días y la noche de los sucesos)

El teléfono de Ares comenzó a sonar, haciendo que este con el ceño fruncido estirara el brazo para ver en la pantalla quién lo molestaba a esas altas horas de la noche, rápidamente vio que se trataba de su mejor amigo, Alan, así que no dudó en atender la llamada ya que sabía que si no fuera importante no le molestaría.

De hecho salió al balcón de la habitación de su novia para no molestarla y que esta pudiera seguir durmiendo, además de que creía sumamente desconsiderado hacer ruido mientras ella dormía.

—Hey tío, ¿Qué pasa? ¿Está todo bien? Estas horas no son ni medio normales—le hablo bastante alarmado.

—Tengo un problema, joder y uno sinceramente es uno enorme—respondió Alan casi que al borde del colapso—Ese hijo de puta ha vuelto.

—¿Quién?

—Ares ¿Quién va a ser? Mi padre.

La sangre del chico se heló.

Ares sabía de sobra que el padre de Nicole y Alan no era una buena persona, era un secreto a voces que había maltratado a la señora Bulter por años física y mentalmente, hacía tres años se había comenzado a cebar también con sus hijos y hacía un par de meses se había ido de la vida de su familia para al parecer no volver.

Pero lo había hecho y Alan necesitaba ayuda de manera desesperada, durante esos meses había asegurado que si su papá volvía iba a darle una lección para que no le volviera a levantar la mano nunca más, sobre todo a su madre y a Nicole.

—¿Dónde estás?

Alan le comentó que estaba siguiendo al que decía ser su padre con el coche y que parecía que el hombre se estaba dirigiendo a un bar del muelle, así que Ares dijo que buscaría la manera para llegar a ese lugar.

El chico colgó la llamada y durante unos segundos más se quedó mirando el horizonte, asumiendo lo que probablemente ayudaría a hacer a su mejor amigo, pero sabía que haría cualquier cosa por él.

Así que volvió a la habitación para sentarse en la cama y comenzar ponerse las deportivas para ir al encuentro de su querido mejor amigo.

Una vez se levantó de la cama clavó sus ojos verdes en su novia, la cual todavía seguía durmiendo plácidamente abrazada a las mantas junto a una sonrisa llena de satisfacción, provocando que la mirase con ternura.

Ares se acercó y depositó un beso en la frente de su chica, para finalmente abandonar la mansión Cooper y dirigirse hasta el muelle, que estaba a pocos minutos del vecindario más rico de la ciudad.

Tras unos veinte minutos se encontró con su mejor amigo, que no dejaba de analizar al hombre sentado en aquella terraza tomando esa enorme jarra de cerveza mientras reía a carcajadas con otros hombres sobre la idea de acostarse con adolescentes.

—Es un ser repulsivo—bufó su hijo mientras negaba con la cabeza.

—Sí—su mejor amigo le apoyó en un susurró—¿Cuál es el plan? ¿Qué tienes pensado? Sabes que te apoyo en lo que sea.

—Le quiero dar la golpiza de su vida, que sepa que es lo que se siente—espetó sin ningún tipo de rodeos—Quiero que se sienta el verdadero terror y que su vida depende de otra persona, lo que decida hacer otro con él. Así que cuándo se levante iré tras él y tú vigilarás que no venga nadie.

Ares asintió, no iba a replicarle nada, era la historia de su mejor amigo y tenía claro que iban a hacer lo que este creyera oportuno, así que si Alan quería cagarlo a trompadas para él estaba más que bien.

Una hora duró aquel hombre bebiendo cerveza y riendo de cosas que eran realmente asquerosas, así que Alan tras ponerse un pasamontañas y ofrecerle otro a su mejor amigo siguieron a aquel hombre.

El señor Bulter caminó hasta una zona sin cámaras, algo que beneficiaba a los adolescentes, dónde el hombre pretendía hacerse unas rayas de cocaína y poder meterlas en su organismo sin que nadie lo viera o pudieran detenerle.

Alan no dudó en abalanzarse por detrás de su padre y la pelea entre los dos hombres no tardó en comenzar, el rubio adolescente llevaba al principio la ventaja en aquella pelea física con el rubio adulto, pero el mayor no tardó en someterle y llevar toda la ventaja.

Ares en ese momento dejó de vigilar, como le había pedido su mejor amigo, no podía ver como estaba recibiendo tremenda golpiza sin hacer nada, así que se unió a ayudarle y entre los dos adolescentes consiguieron someter al adulto.

—¿¡Qué coño quieren?!—preguntó el señor Bulter sin darse cuenta que estaba siendo golpeado por su hijo y su mejor amigo—¿¡Dinero?! ¿¡Es eso?!

—¿¡Dinero?!—Alan lo golpeó aún más fuerte en el estomago—Eres tan patético que ni reconoces la voz de tu hijo.

—¿Alan?—habló confuso.

—Quiero que te vayas de esta puta ciudad, para siempre—le agarró el cuello con fuerza, provocando que Ares le apretará aún más los brazos para que este no pudiera defenderse—Que te alejes de mamá, que te alejes de Nicole y de mí ¡Que nos dejes en paz para siempre y salgas de nuestras vidas!

—¿O s-si n-no?—inquirió con dificultad.

—Si no sufrirás las consecuencias de ser mi enemigo.

El adulto se comenzó a reír, algo que hizo que la sangre de Alan comenzará a hervir y se le fuera completamente la cabeza y sus golpes fueran de mayor intensidad, provocando que Ares se separará del señor Bulter.

El hombre no tardó en caer al suelo y un charco de sangre se formó al rededor de su cabeza, provocando que los dos adolescentes se asustaran, había sido un golpe bastante feo, pero al ver que el hombre se levantó recuperaron la calma.

Cabía esperar que el hombre volviera a atacar y se defendiera de ese ataque, pero simplemente se sacudió el polvo y se fue sin intercambiar ni una sola palabra, pareciendo así que se iba a alejar de ellos para siempre tal y como Alan le había pedido.

Se oyó el suspiró aliviado del rubio y Ares lo miró con cierta pena, sabía que no había tenido que ser fácil para él haber hecho eso, pero aún así podía ver un ápice esperanzador y de alivio en su mirada azulada.

—¿Estás bien?—le preguntó Ares mientras le pasaba el brazo.

—Sí—respondió mientras se quitaba el pasamontañas—Voy a seguirle para que no le pase nada por el camino y para asegurarme de que realmente se va.

—¿Quieres que te acompañe?

—No, vete ya con Bethany, me imagino que no querrás que se despierte y no te encuentre.

Ares asintió y tras darle un abrazo a su mejor amigo camino para salir del lugar, mientras se quitaba el pasamontañas que le había dado su amigo para finalmente volver a la mansión de los Cooper para volver a introducirse en la cama y tratar de dormir.