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Capítulo 7

Taehyung estaba en su penúltima clase, la de matemáticas.
no le desagradaban tanto como a la mayoría de gente pero podía soportarlas.

Ya habían llevado posiblemente más de 40 minutos por lo que pronto iría a la última clase, el club de música. En donde la compartía con Jungkook.

— Agh, maldita sea. — Dijo con cansancio, era tan aburrida la voz del profesor.

— Shh, no digas eso. — Le dijo otro compañero de cabellera morada.

Kim Nam-joon, presidente del club de biología y un poco amigo de Taehyung.
No se juntaban siempre pero tenían buena amistad y confianza.

— Solo quiero que-

Suena el timbre

Y ese retumbo fue suficiente para que Taehyung agarrara sus cosas y se fuera a paso rápido de la clases, era extrañamente divertida la última.

Pero algo hizo que se detuviera.

Era un chico que estaba mirando a la nada y pareciendo un maniquí excesivamente lleno de ropa. Estaba de lado, mientras miraba a un chico güero guardar sus cosas en un casillero. Pero la penetrante mirada que le estaba haciendo había dejado incomodado y ligeramente asfixiado al que la estaba recibiendo, haciéndolo voltear a donde había percibido la mirada.

Taehyung estaba confundido, el chico tenía el pelo color menta claro aunque los dos gorros que llevaba le tapaban la mayoría de su cabello, sus ojos eran rasgados y de ojos cafés oscuros, casi negros. No lo había visto nunca en el instituto, o tal vez cuando lo vió no llevaba todo el armario encima.

Yoongi estaba sorprendido y confundido a la vez, ni siquiera podía describir sus emociones, ¿a quien tenía delante? ¿porqué lo miraba como un alienígena? ¿y porque era tan extremadamente guapo?
Era algo realmente extraño, ¿por qué de tantos estudiantes le llamó la atención a él?
Tenía cabello castaño y ojos grandes color negros, bajando el labio inferior y dejando ver pocos de sus dientes mientras lo miraba de arriba hacía abajo.

¿Estaba frente a un Dios o que?

Le agobiaba el que lo mirara tanto.

Taehyung se acercó con curiosidad, dejando aún lado el interés de ir a la última clase.

— Eres el nuevo. Nunca te he visto, obviamente lo eres. — Dijo sonriéndole mientras lo examinaba aún con la mirada con los brazos cruzados y levemente inclinado su cabeza.

— Puta madre con el maldito "nuevo", ¡tengo un nombre! ¡y es Min Yoon Gi! — Exclamó irritado, agarrando su sien.

No era bonito que por ser nuevo te digan nuevo.

El contrario no se lo esperaba, tenía una boca tan mala habladora que era sorpresivo que alguien que se viera inofensivo a la distancia, te podría hasta desear la muerte.

— Oh, ya veo. — Sonrió carismático.

— ¿que...?

— Te diré Yoongi entonces. — Dió una reverencia, simulando una disculpa que nunca sintió.

Yoongi se confundió aún más.

— D-Deberías llamarme Min, no te conozco y por eso no tienes la confianza de llamarme así. — Dijo nervioso, volteando a otro lado para evitar el contacto visual.

— Está bien, te diré Min. — Sonrió cerrando los ojos, y volviéndolos a abrir para intentar verlo a la cara.

Pero algo le llamo más la atención que toda la tienda ropa que llevaba encima, tenía una bufanda tejida color azul marino. Se veía cálida, y raramente el otro se apegaba siempre a ella cada vez que hablaba.

— Esa bufanda, es bonita. — Acercó su mano teniendo la intención de tocarla, pero la mano de Yoongi la apartó rápidamente cuando se dió cuenta de sus intenciones.

— No toques, es un poco especial. — Le dijo mirándolo fijamente, sosteniendo su mano por si quería seguir insistiendo.

La mano era fría, llevaba tanta ropa que era extraordinario que una parte de su cuerpo estuviera sin calor. Era como agarrar un hielo. Taehyung miraba atento las manos de Yoongi que estaban sujetando delicadamente las suyas, eran grandes y se veían notoriamente algunas venas, a comparación de las de él que eran más delgadas y con los dedos más largos.

— Listo, ya vamo- — Dejó de hablar Jimin al ver a Taehyung, volteándose cuidadosamente para mirarlo.

— Hola, Park Jimin. — Sonrió a sus dirección.

Jimin vio las manos juntas de los dos.

— Veo que no hace falta ahora presentarlos. — Rió nervioso viendo al par.

Yoongi soltó bruscamente la mano y frunció el seño.

— De todas formas no me hubiera desagradado no conocerlo. — Se limpió la mano en el pantalón, simulando quitar suciedad.

— Yoongi... — Dijo entristecido. El comportamiento tan amargo de su amigo le parecía insultante, y más ahora para Taehyung. — Lo siento, Kim Taehyung. — Se disculpó con una sonrisa nerviosa al contrario.

¿Kim Taehyung no era el nombre que embobo al presidente del consejo estudiantil?

Podría ser que lo hizo por pensar en su cara pues estaba en el primer lugar, pero ahora mismo era complicado imaginarse que tipo de relación tenían esos dos, al menos para el peli menta.

— No te preocupes, no importa. — Le dijo amablemente.

— Que alegría que no te molesten las palabras de mi amigo. — Dijo agarrando su codo por la vergüenza que le hacía pasar su compañero. — Uhm, el presidente apareció en la mañana, pensé que estaría contigo porque tú eres una de las pocas personas que es como un verdadero amigo para él y por eso... — Intentó cambiar de tema para quitar la mirada profunda que le estaba dando.

— El presidente... que lindo que pienses así. — Su mirada había cambiado cuando pronunció el nombre, era una mirada de ¿lujuria?

Yoongi solo sentía como si su cabeza fuera a explotar, ¿nadie notaba como cada vez que hablaban uno del otro su mirada cambiaba? Parecía que estuviera en un colegio donde lo que más importaba era la posición y no los sentimientos de los otros.

— Ah, es verdad, tengo que irme ya. — Sobresalieron sus ojos al comprender que ya iba a sonar de vuelta el timbre. — Ustedes también vayan a clases temprano por favor. — Sonrió para luego irse.

Corriendo tan rápidamente que si lo veía pasar alguna maestra lo castigaría, pero no podrían ¿porqué? Por los cumplidos que les hacía para que lo dejaran librarse, y era normal en las profesoras recibir esos halagos. Ya no podían hacer nada, era el chico más guapo del lugar diciéndoles cosas bonitas y aunque fueran mayores que él, no querían dejar de escucharlos.

— De acuerdo, ¿nos vamos? Toca educación física y será muy difícil para ti quitarte toda esa ropa en tan poco tiempo.

— Si... larguémonos de aquí.

Atte: abefijk