Capítulo 1;; Regalo de Medianoche

1.1K 158 16
                                    

Pov ChaeYoung:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov ChaeYoung:

— Esto no me sirve. — Fue lo último que dijo pues botó los papeles en la cara de su asistente.

El cansancio la tenía de un humor de perros.

Aunque debía de admitir que ella era de nacimiento de carácter difícil, siempre se reprendía a sí misma por a veces recargar todo ese estrés sobre su única hija al llegar a casa.

Pero debía mencionar que su asistente en verdad era tonta y no la hubiera contratado si no fuera porque tuviera ese cuerpo de infarto.

Su asistente con el ID de su nombre en el pecho entró a la oficina con la cabeza a dirección del suelo.

— ¿Ahora qué Minatozaki?

— Eh...Puede decirme Sana... Como aquella vez.

La mujer que descansaba en su asiento luego de una larga junta fijó la vista en su asistente. Se había acostado con ella, sí, pero fue algo de una noche y necesitaba quitarse un poco el estrés.

No era nada personal y por eso la llamaría por su apellido.

— Me gusta más Minatozaki.

— Oh, está bien.

Su voz fue entrecortada al principio pero después prosiguió mejorando el tono.

— Lo que sucede es que esa información me tardé una semana en buscarla y eh, pensé que tal vez para hoy ya tendría tiempo de salir temprano para ver a mi hijo, está en el hospital y no me gusta dejarlo solo mucho tiempo.

La sonrisa fría que le dedicó funcionó pues notó como se ponía tensa.

— ¿Acaso hiciste un buen trabajo? ¿Acaso eres asistente en un supermercado? No me mal interpretes, no quiero ser cruel en cuanto a lo de tu hijo pero no eres la única con niños y aquí las personas que merecen ir a casa o al hospital con ellos son los que hacen un buen trabajo.

— Sí, señorita Son.

— Hoy hasta que termine tu hora de trabajo, mañana sigues.

Su asistente desapareció luego de cerrar la puerta y entonces fue cuando pudo descansar su espalda tensa en el respaldo de la silla. Cerró los ojos y sonrió al pensar en su pequeña hija, ella era la razón por la que se esforzaba cada día de la semana.

Recordó cómo el padre de su hija le había dicho que no estaba listo para una responsabilidad tan grande pero para ese momento ya tenía 4 meses de embarazo y el único que pudo acobardarse fue él. Ella como su madre tuvo que soportar el dolor y soledad de esos nueve meses.

Sonrió porque sabía que había valido la pena, Yeji era ese impulso que necesitaba para ser cada vez mejor en su trabajo.

Cuando terminó el horario del trabajo se despidió de su asistente con una forzada sonrisa y con su bolso colgando en el hombro entró al ascensor, fueron segundos de silencio que disfrutó mucho.

❝ Una mami para navidad ❞ || NaChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora