Capitulo 16

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            Inició

Día del atraco (Actualidad)  Viernes 8:35am

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Día del atraco (Actualidad
Viernes 8:35am

En ese momento los Dali's estaban en la camioneta hablando de temas triviales, como de quien eligió la careta y quién daría más miedo. Si la rubia hubiera estado en ese momento probablemente los habría callado a todos, pero ella se encontraba en el que ahora era su trabajo como aprendiz del Señor Torres y de Arturo Román. Para ella no fue nada difícil falsificar una recomendación de la fábrica de Inglaterra y de Italia, cosa que hizo que la aceptaran rápidamente.
Ya no era la rubia con mezcla de demasiadas nacionalidades ahora era una castaña llamada Blair D'angelo, una Italiana-Inglesa. Aumentó su edad en 5 años y estaba "casada".

Me encontraba en la zona dando vueltas registrando unos papeles cuando escuché como Arturo y Mónica estaban teniendo una pelea, no le di importancia ya que no era asunto mío.
Fui a la zona de fabrica para hablar con el Señor Torres, pero fui interrumpida por dos de mis compañeros vestidos con sus monos y su careta, se miraron unos a otros con confusión pero aún así me tomaron del brazo para llevarme hasta donde Berlín.

Después de bajar y que Berlín diera su discurso de presentación, me pasaron el antifaz y con gusto me lo puse, no como todos los otros rehenes, claramente. Solté una sonrisa pensando en como Moscú y Denver deben estar abriendo la cámara para sacar las bolsas con dinero.

Por otro lado en ese momento Denver llegaba al cuarto de los teléfonos con ambas bolsas repletas de dinero.

-Poneos los chalecos y preparaos para salir, en cuanto lo estéis, activaremos la alarma

-Berlín preparados para abrir las puertas.-dijo el profesor por medio del comunicador.

Llegaron nuevamente al hall, todos estaban nerviosos menos Berlín, obviamente el estaba "como pez en el agua", mejor dicho como tiburón en el agua.

-¡Rehenes por su seguridad tres pasos atrás! Todo va a salir bien.-Cuando pasó en frente mío me subió el antifaz, me sonrió y me dio un aprentón en el hombro calmandome ante tal gesto no pude evitar devolverle la sonrisa.
Sentí los pasos y mí cuerpo empezó a liberar adrenalina, sabía lo que venía ahora y los recuerdos de cuando estudiamos el plan no ayudaban a apaciguar mí ansiedad. Se suponía que yo saldría en vez de Tokio, pero hubo cambio de planes. Y ahí venían los tres Tokio, Río y Denver iban canimando hacia las puertas, cuando quedaron en frente de detuvieron.

Estaba mirando la escena cuando de reojo vi como Arturo empezó a levantar un poco su antifaz y empezó hablar así que puse nuevamente mí antifaz en su lugar.

-Tranquilos, estoy viendo las bolsas, las tienen llenas de dinero, ahora se largaran y aquí no a pasado nada.

-¿Que hace? Joder no se levante el antifaz.-Mi voz sonó más fuerte y demandante de lo que pretendía, pero resultó, se calló.

-Dos minutos.- Cuando Berlín hablo volví a tener la atención en los atracadores.
La atención me duro menos de lo que esperaba ya que el corderito y Arturo empezaron a cuchichear acerca de la alarma.

-Callaos, a qué nos matan por vuestra culpa.-Berlín sonrió al escuchar lo buena actriz que era la chica, podía notarse una voz asustada, que el sabía que era falsa.

-Un minuto y cuar- En el momento en el que Berlín cortó su frase y se escucharon pasos supe lo que venía, Arturo de los cojones.

-¿Cómo te llamas?

-Arturo

-Arturo verdad.-Sentí como se removió algo y supe que era el antifaz cuando empezó a exclamar con desesperación que no había visto nada.

-Mirame, venga Arturo, mírame, venga va hey ¿Te gusta el cine? ¿Te gusta?

-Si, soy muy aficionado.-La voz apenas le salió.

-Y tu te has dado cuenta que en las películas de miedo siempre sale uno al principio, así majete como tú, que dices "este huele a muerto" y luego no fallas, siempre cae. Arturo créeme, hueles a muerto.-Rodé los ojos al dramatismo de Berlín, pero deje rápidamente de poner atención a la pequeña histeria que se había formado en los rehenes al escuchar a Berlín, ya que sabía que quedaba poco tiempo para que salieran y quería estar atenta.

-30 segundos.

-¡Tokio espera, joder que vas antes!-En cuanto escuché Gritar a Rio me quité inmediatamente lo que impedía mí vista y en ese mismo momento supe que este atraco probablemente cambiaría completamente mí vida y mí forma de ver las cosas y no solo la mía, la de mis compañeros también, lo peor es que no nos cambiaría la vida para bien, si no para mal, un mal que aunque tengas toda la pasta del mundo, no se va. Te persigue como un fantasma buscando venganza de los que le han dañado cuando vivía, perturbando tu vida para siempre y jamás se irá, jamás.

𝒯𝒾  ℴ𝒹𝒾ℴ  ℯ  𝓉𝒾  𝒶𝓂ℴ   ~𝕭𝖊𝖗𝖑í𝖓~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora