Capítulo 7: 𝐸𝑙 𝑙𝑎𝑔𝑜 𝑛𝑒𝑔𝑟𝑜

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El lago negro, era sin duda, uno de los lugares favoritos de los jóvenes a la hora de pasar el tiempo libre. Ya que, en ese lugar era el momento perfecto para pasarlo con amigos o con sus parejas. La joven Stark, se dirigió hacia el lago negro para encontrarse con los amigos del muchacho Potter.

Al llegar, se encontró con los amigos de Charlus, este último al mirar a Mía le dedico una sonrisa amigable, para luego correr hacia ella y darle un abrazo, gesto que la joven Stark le devolvió.

_ Me alegra que hayas venido_ Hablo Charlus mientras caminaba hacia su grupo de amigos_ ven, te los voy a presentar_ Le dijo el muchacho Potter, llegando hacia donde estaba el grupo de este.

Sin ninguna duda era un grupo grande, algo que a la joven Stark le incomodo bastante, ya que ella no era de hablar mucho. Ella los observo, a su vez que Charlus los iba presentando poco a poco. Pero esas presentaciones fueron interrumpidas por la presencia de dos muchachas pertenecidas a Gryffindor e inclusive compañeras de habitación de la muchacha Stark, claro que está última, no sabía quiénes eran.

Una de ellas era pelirroja y sus ojos eran de color avellana, mientras que la otra era rubia y de ojos verdes. Ambas jóvenes se acercaron a los muchachos y se sentaron alrededor de ellos, no sin antes clavarle la mirada a la joven Stark.

_ ¿Vos debes ser la nueva no?_ Pregunto la pelirroja_ ¿Estás en nuestro habitación?_ volvió a preguntar mientras señalaba a su amiga rubia.

_ Así es_ Confirmo Mía_ Mía Stark_ se presentó, a su vez que extendía su mano hacia la pelirroja.

_Euphemian Jones_ Le sonrió esta_ y mi amiga aquí presente es María McKinnon_ Señaló a la rubia mientras está última le sonría.

La joven Stark le devolvió el saludo, mientras que con el muchacho Potter se sentaban en el lago negro junto con los amigos de el. A Mía le sorprendió, lo rápido que la aceptaron, ya que creía que por su estatus de sangre, hasta que les contaron, que a su familia mucho no le importaba la sangre del mago, porque sostenían que había otras cosas más portantes que la sangre, la familia.

Charlus trataba que la joven sonriera, mientras trataba de establecer conversación con la pelirroja, tratando una vez más de querer que ella vaya a una cita con el, algo que la pelirroja volvió a rechazar.

La joven Stark, estableció una amistad bastante rápida con la muchacha Jones y McKinnon, descubrió que tenían mucho en común y eso a ella le agradaba. Habían estado en el lago negro un par de minutos más, hasta que se hizo la hora de su siguiente materia, transformaciones. Las tres muchachas se despidieron de los jóvenes presentes, y fueron rápido hacia su clase, hasta que sin querer, la joven Stark, choco con nada más ni nada menos que el profesor Riddle.

_ Lo siento mucho profesor_ Murmuró la joven, a su vez que el profesor Riddle la miraba con confusión.

_ ¿Se puede saber por qué corrían?_ Les pregunto el sujeto a las tres, sin apartar la mirada de la muchacha Stark.

_ Porque estamos llegando tarde a clase profesor_ Contestó la pelirroja mientras que ambas muchachas asistieron, la rubia con temor y Mía con nerviosismo

_ Que sea la última vez que pasa esto_ Advirtió el profesor, no sin antes de lanzarle una última mirada a la muchacha Stark

Las jóvenes asistieron, mientras caminaban rumbo a la clase de transformaciones que tenían con la profesora Mcgonagall, Mía no conocía a dicha profesora, pero según Euphemian y María era una profesora bastante estricta.

Al llegar a la clase de transformaciones, la profesora Mcgonagall, les lanzo una mirada de enfado, mientras que las muchachas se sentaban en sus respectivos lugares.

_ cinco puntos menos para Gryffindor, a cada una_ Contesto la profesora Mcgonagall, mientras los alumnos de la casa nombrada bufaban.

La clase transcurrió con total normalidad, claro, sin destacar la bajada de puntos que les dio la profesora Mcgonagall. La joven miro a sus demás compañeros de clase, algunos hacían sus tareas, mientras los demás se quedaban dormidos, Mía observo que había varios asientos disponibles y pudo captar que Charlus y sus amigos no estaban en la clase, con lo cual, cuando se abrió la puerta, este último observo a la profesora McGonagall con un toque de vergüenza en su rostro, hasta que la profesora se dispuso a hablar.

_ ¿Es normal que mis alumnos lleguen tarde? _ Pregunto la profesora, mientras los reprochaba. _ Otros 20 puntos menos para Gryffindor_ Término de decir, a su vez que la casa mencionada se volvía a quejar.


Destino |Tom Riddle| (Editando)Where stories live. Discover now