Capítulo 8: 𝑌𝑜 𝑛𝑜 𝑙𝑒 𝑣𝑒𝑜 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙

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Las lechuzas habían llegado; cada una, para repartir las pertenencias, una de esas lechuzas le entregó una carta la joven Stark haciendo que esta última mirara con duda su correspondencia. La carta contenía el nombre de su padre, cosa que para la joven era bastante extraño, ya que el no solía escribir.

Querida Hija

Lamento no poder escribirte antes, últimamente contactarme contigo es bastante complicado, hasta que recordé que me dejaste a tu lechuza. Acá en Estados Unidos las cosas están complicada, yo principalmente estoy complicado, me están tratando de traidor por conspirar con el enemigo algo bastante estúpido, lo sé. Ahora mismo estoy escapando de los agentes que me están buscando, pero no te preocupes, tu tía Peggy me está ayudando a demostrar mi inocencia. En cuanto a Jarvis, él te extraña un montón, y francamente yo también. No te preocupes por esos agentes, estoy seguro que no irán por ti. En cuanto sean las vacaciones escolares (ya que no sé cuándo son), Jarvis ira por ti y te llevara a la mansión que tenemos en Londres, yo iré cuando todo lo que armo el gobierno de nuestro país termine.

Te quiere, tu padre, Howard Stark.

La joven releía la carta una vez más, para asegurarse de que su pare de verdad no mentía. Era algo estúpido pensar que Howard Stark era traidor a su propio país, ya que él era el primero que defendía a su "Querida patria". Pero entendió que había algo más, para que esos agentes y su tía Peggy estén metidos en esto. Le preocupaba bastante su padre, ya que no era la primera vez que estas cosas pasaban y lo peor de todo, era que la gran mayoría sabía que Howard Stark tenía una hija, pero lo que no sabían era en donde se hallaba con exactitud.

Fijo su vista en su amigo Charlus recibiendo una sonrisa amigable de su parte, la joven Stark le devolvió el saludo, y se centró en la conversación que tenía con sus amigas.

_ Mía, ¿qué vas a ser cuando termines Hogwarts? _ Le pregunto Euphemian.

_Aquí mismo, la verdad no sé, pero en el mundo muggle, creo que sería seguir con la empresa de mi padre y tal vez, solo tal vez dedicarme al espionaje_ Contesto la joven Stark, mientras sus dos amigas se miraron entre sí, confundidas.

_ ¿tu padre tiene una empresa? _ Preguntando a la vez, haciendo que varios Gryffindors presten atención a la joven Stark.

_ Si_ explico la joven_ Es una empresa que fábrica autos, aunque ahora creo que mi padre va a ir por la fabricación de armas, ya que él también es científico y le gusta experimentar_ término de decir la joven, a su vez que los que estaban alrededor de ella la miraran con asombro

_ ¿Qué es un científico? _ explico un alumno de su misma casa

_ Es alguien que se dedica a la ciencia, a lo que hay alrededor del universo y todas esas cosas_ Dijo la joven Stark, mientras los demás la miraban sorprendidos y lo hijos de muggles, como ella, sonreían.

El profesor Riddle al pasar por la mesa de Gryffindor y escuchar a conversación que daba la muchacha acerca del mundo muggle le daba repulsión. Odiaba a los muggles y no entendía como los magos se fascinaban con ellos, era una completa locura. Riddle odiaba tanto a los muggles y eso todo el mundo lo sabía, hasta inclusive los profesores, pero nadie decía nada; pues este, era el preferido del director Dippet.

Riddle tenía entendido de las habilidades de la joven Stark y se sentía demasiado curioso para su gusto. No le agradaba en lo absoluto, que una nacida de muggles, tenga mejores habilidades que él y sentía que la muchacha era un estorbo para él, y los estorbos, debían ser eliminados. La muchacha para el mago, era una simple muchacha, creía, que no tenía nada especial; su pelo azabache, y sus ojos marrones eran los más comunes, y a Riddle lo común no le agradaba en lo absoluto.

El joven mago fue directo hacia la mesa de los profesores, sentándose al lado del oro profesor de pociones, en el cual este último, le dedico una sonrisa amigable. Al sentarse, observo que los Gryffindors volvían a sus respectivos asientos, tras haber terminado de hablar con la joven Stark, quedando obviamente, fascinados por lo que la muchacha contaba. En cambio, Tom observaba también a la mesa de Sltyherin, su antigua casa, disgustados con la presencia de la muchacha.

_ Es una alumna muy peculiar_ Interrumpió el profesor Dumbledore, mientras que Tom lo miraba confundido_ en el sentido de que es muy especial_ Trato de explicarse

_Yo no le veo nada en especial profesor_ dijo Riddle tratando de que su tono de voz hacia el profesor Dumbledore, sea forma

_ Claro que si_ Replico este último_ La magia que florece dentro de la muchacha es bastante curioso, inclusive, más que el tuyo Tom_ Dijo dicho profesor, mientras bebía de su sumo de calabaza.

Tom lo miro con disgusto, el profesor Dumbledore, era uno de los pocos (por no decir el único) que no soportaba al muchacho. Para Dumbledore, Tom importaba peligro y eso lo supo desde el momento en el que lo conoció. Dumbledore, era uno de los profesores encargados de avisarle a los magos hijos de muggles que era la magia, y era el que los convencía de que no había colegio mejor que el de Hogwarts.

Cuando el profesor Dumbledore, visito a la joven Stark, vio la misma aura que había visto en Tom, pero en el aura de la muchacha era sin duda diferente, y eso, al profesor Dumbledore lo inquieto. La muchacha poseía poderes que ningún mago ni bruja tenía y que cualquiera de ellos mataría por tener, la convenció de ir a Hogwarts para tenerla bajo custodia, la muchacha le causaba curiosidad. Demasiado para su gusto.

La joven Stark, no sabía, que había dos profesores que la han estado observando todo el tiempo. No prestaba atención a la mesa de los profesores, lo encontraba aburrido, salvo su amiga Euphemian, que si lo había visto todo.

_ El profesor Dumbledore y Riddle no te dejan de mirar_ Murmuro la muchacha, señalando con la cabeza, hacia a mesa de los profesores.

_ Capaz que también estén observando a otros alumnos_ Concluyo la muchacha.

_No, claro que no_ Dijo la pelirroja_ Te estaban mirando a ti_ Término de decir la muchacha_ ¿No crees que el profesor Riddle es guapo? _ Pregunto la chica cambiando de tema.

_ No_ Mintió, claro que sí, desde el primer momento en que lo vio sabía lo guapo que era el profesor Riddle, pero eso era, su profesor_ Hay hombres más guapos que el_ Dijo, mientras pensaba en el sargento Barnes, el mejor amigo del Capitán América.

Euphemian miro a la muchacha como si hubiese dicho una barbaridad tremenda, mientras que María, reía de la cara que hacia la pelirroja.

_ Mía tiene razón_ apoyo la rubia_ Hay hombres mejores que él, pero su caballerosidad me causa intriga, no todos los días conoces a hombres como el, es raro_ Concordó observando a Mía, mientras esta última reía.

_ Ustedes están locas_ Susurro Euphemian_ Verdaderamente locas.

Las muchachas empezaron a reír, a su vez, que Euphemian negaba con la cabeza por los dichos de sus amigas. Ella, al igual que todas las muchachas de Hogwarts, opinaban que encontraban perfecto al profesor Riddle. Mía también pensaba lo mismo, pero no lo admitiría, era un profesor, al fin y al cabo, era un profesor. 

Destino |Tom Riddle| (Editando)Where stories live. Discover now