iii. ix

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Let me love you, Nina Thompson.


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El entrecejo fruncido de Nina mientras leía algunos de los cuadros pegados a la pared se fruncía cada vez más, si antes pensó que Umbridge estaba loca ahora definitivamente confirmó aquella sospecha, estuvo evitado ciertos lugares, pero ahora se arrepentía el no haber venido antes al gran comedor a ver las nuevas reglas que la Suma Inquisidora iba poniendo.

Una pequeña risa salió de entre sus labios ante la prohibición de los productos Weasley, pues Nina era consciente del contrabando que ambos habían comenzado a realizar a hurtadillas. La situación era una estupidez, cualquiera lo podía ver, para Nina era muy difícil de ver a alguien tan aferrado a querer tomar el control de algo que no podía. Los ojos de ella se desviaron de la pared y siguió caminando hacia el interior por algo de comida, pero claro, Caitlin corriendo hacia ella para abrazarla fue lo único que obtuvo, pues ella estuvo como un koala abrazado a su cuerpo.

— Caitlin, quiero comer. —exclamó como una niña pequeña pero la mencionada no se movió, al contrario, hizo que un pedazo de pan se posara frente a la boca de Nina para que comiera— Eres insoportable.

— Déjame amarte, Nina Thompson, no me rechaces.

— Oh por Merlín. —susurró a la vez que rodaba los ojos y dejaba salir unas risitas— ¿Vas a estar así todo el día? —Caitlin asintió— ¿Significa que vas a acompañarme incluso a la clase de astronomía?

— Quizás pueda esperarte abajo.

— Lo supuse. —espetó con una sonrisa burlona en su rostro— Además sería raro entrar a clases como si hubiésemos sido pegadas, a Umbridge no le agradaría. —dijo divertida al recordar la regla de no estar así de juntos.

— Prefiero no ir a tener que ver a esa cara de sapo entrar e interrumpir todo.

— Estoy igual, pero prefiero mantenerme al margen.

— ¿Nina Thompson al margen? Increíble.

— No voy a darle otra vez el gusto a esa mujer de usar sus métodos medievales conmigo, podré estar demente pero todavía tengo un poco de amor propio.

— Como si no supiera que planeas algo. —susurró, pero Nina solo puso su dedo sobre sus labios en señal de que guardara silencio, su cabeza se recargo sobre la de Caitlin para luego cerrar sus ojos.

Era una broma que ya usó contra Ron Weasley a pedido de sus hermanos, era simple y no había posibilidad de ser atrapado, una sonrisa creció en el rostro de Nina antes de abrir sus ojos y escuchar el grito de la mujer de vestimentas rosas. Todos en el gran comedor pusieron su mirada en la mujer solo para contener la risa al verla manchada de comida.

Caitlin despegó la cabeza del hombro de su amiga para luego volver a su posición e intentar cubrir sus risas, todo el gran comedor se llenó de las preguntas de la mujer acerca del culpable, pero solo recibía pequeñas risas haciendo que saliera notablemente molesta del lugar y dejara que pudieran reír en paz.

— Sabía que fuiste tú. —susurró Ron observando a Nina.

— No sé de lo que hablas. —dijo con una sonrisa en el rostro.

Desde aquel día Dolores Umbridge era objeto de distintos accidentes; comida cayendo sobre ella, objetos siendo lanzados, tropezones que casi la llevaban al piso, todos y cada uno productos de Nina, quién no podía evitar reír para sí misma al abrir los ojos y seguir fingiendo que estaba haciendo algo.

Eran acciones totalmente deliberadas, la mujer ya había culpado a los fantasmas que rondaban el castillo, pero que lejos de la realidad estaba. La sonrisa en el rostro de Nina luego de atacar a la mujer no se la quitaba nadie, resultaba extraño el verla tan feliz caminando por los pasillos en dirección a los jardines donde pudo por fin descansar.

— ¿Tienes que interrumpir siempre? —cuestionó Luca al verla abrazar a Caitlin tal y como ella mismo hizo hace días.

— Yo la vi antes. —contestó mientras frotaba su cabeza sobre el brazo de Caitlin como un gato, su amiga río y acarició su cabello.

— ¿Puedes creerlo? —exclamó hacia el recién llegado— Me acaba de quitar a mí novia.

— ¿Acaso te sorprende? —inquirió Ezra logrando que Luca solo suspire y con uno de sus dedos picó el costado de Nina para molestarla.

Caitlin en cambio no pudo evitar recordar la cicatriz que estaba en la piel de su amiga, aquello era un tema que evitó, Caitlin al igual que Tyler no querían conocer al verdadero Garrett Thompson, Nina por su parte optó por no tocar el tema con ella, no porque no quisiera, simplemente no podía, algo en ella no dejaba que abriera la boca y dejara salir todo como lo hizo con Fred.

La rubia desvió la mirada hacia otro lugar, pero la acción no fue ignorada, al contrario, los tres notaron como el estado de ánimo de ella decayó. Nina soltó un suspiro antes de dejar de abrazar a su amiga y observar al par de chicos a su lado.

— Largo. —espetó dejando aturdidos a ambos— Charla de chicas, fuera de aquí.

— ¿Puedes creer que ahora me aleja de mi novia?

— ¿Sigue sorprendiéndote? —cuestionó nuevamente Ezra antes de dejar un beso en la frente de Nina y alejarse de ahí.

— Si vas a seguir comportándote así entonces déjame contarte todo.

— N-no necesito saber. —dijo en un susurro— Es solo que...

— No soy de cristal. —interrumpió— Así que te diré lo mismo que le dije a Fred, el que hagas mención de eso o preguntes no va a romperme, además no es como si no tuvieras una idea de qué o quién lo hizo.

— Es diferente a saberlo, necesito tiempo y tú también.

— Bien, entonces deja de mirarme así. —musitó ya con fastidio— Sé que es abrumador para todos el haberme visto así, para mí también lo fue, hubiese preferido que nadie más viera o supiera aquello, pero no pude ocultarlo, hay cosas que igual van a salir a la luz.

— Ya no vas a volver ahí, ¿verdad?

— No, estoy a salvo.

Caitlin asintió con la cabeza sin saber qué Nina estaba de todo menos a salvo.

Silhouette [2] ➳ Fred WeasleyWhere stories live. Discover now