E x t r a 2

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Uzui Tengen era, en realidad, muy extravagante. Zenitsu ladeó la cabeza y miró con detenimiento aquel traje. Frunció el ceño y ladeó los labios. Lo agarró y se lo llevó para mostrárselo a su novio. — ¿Qué se supone que sea esto? ¿Es un disfraz? — preguntó. Uzui estaba trabajando en su escritorio, como todas las tardes noche, se giró a verlo y soltó unas risitas.

— Es mi traje ninja — respondió con obviedad, el rubio levantó una ceja. — Soy ninja — volvió a recalcar la palabra 'ninja', recibiendo aún la mirada confundida de su chico.

— ¿Es algún... fetiche? — preguntó inseguro, provocando que el albino riera con ganas. — ¿Sí lo es? —

— Amor, no. Pero ahora que lo dices, puede que sirva también para juegos de roles — comentó, interesándose por la idea. Zenitsu hizo una mueca y volvió a observar el traje. — ¿Quieres que me lo pruebe? — tanteó con una sonrisa divertida.

— ¿Por qué no? — Zenitsu se encogió de hombros. Uzui se levantó y se quitó las gafas que tenía para acercarse a él y agarrar ese traje.

— Voy a cambiarme en el baño para darle más suspenso al cambio drástico — dijo mientras se metía en el baño y se encerraba, dejando confundido al rubio. 

Zenitsu se sentó a esperarlo, aprovecharía para responder mensajes pendientes, acordándose repentinamente que tenía tareas de matemáticas. Se acostó sobre el sofá y envió un mensaje a sus amigos. Tengen se estaba tardando demasiado. Se sobresaltó cuando lo escuchó salir y lo miró de pies a cabeza. Uzui salió con el traje puesto, tenía esa cinta con piedras en su frente, el cabello recogido. Ese traje negro sin mangas le quedaba tan bien. ¿Esas eran espadas? El rubio se desconcertó. Se ruborizó y se mordió el labio inferior al verlo vestido de esa forma. Sí que parecía un ninja. Tengen se acercó a él con una sonrisa y se posó en su frente, hizo una pose, provocando que Zenitsu riera.

— Tachán ¿Qué te parece? — preguntó aún sosteniendo aún esa pose 'genial'. El rubio negó con la cabeza y se acercó a él para evaluarlo mejor.

— ¿En verdad tienes espadas? — aún estaba impresionado al ver que sí eran reales. Uzui asintió con la cabeza con una sonrisa presumida. — Bueno, me gustan tus ¿guantes? — halagó mientras agarraba sus manos.

— Sip. —

— Y... sí, pareces ninja — comentó palpando su cuerpo. Con ese traje resaltaba más lo trabajado que estaba. — También me gustan tus brazaletes —

— Corrección, soy ninja. Ya te lo dije — se defendió mientras acomodaba sus guantes.

— ¿Igual que el anime? ¿Sabes caminar sobre el agua e invocar animales parlanchines? — preguntó intrigado. Uzui lo analizó y abrió la boca al ver que hablaba en serio.

Sonrió de lado. — Bueno, puedo hacer cosas similares, pero más extravagantes — Zenitsu lo miró incrédulo y negó con la cabeza. Uzui se ofendió. — También tengo kunais y shurikens —

— Tengen, ¿te diviertes con esas cosas? Es como si fueras un niño adulto — respondió yendo al dormitorio. El albino entrecerró los ojos y lo siguió.

— Amor, ya llegué de la misión. Tuve que matar a unos cuantos demonios con mi doble espada. También detuve unos delincuentes con mis maravillosos reflejos y escolté a unas cuantas princesas hasta su destino — habló recostándose por el marco de la puerta. El rubio levantó una ceja y se giró a verlo. Desvió la mirada y sonrió.

— Ow, seguro estás muy cansado, pero me gustaría verte en batalla la próxima vez. ¿Qué tipo de reflejos tienes? ¿Utilizaste algún jutsu? ¿Cómo que princesas, idiota? Si te sabes el de multiclones de sombra, hazlo por fis — le siguió la corriente.

— Hice unos movimientos así — dijo mientras levantaba la pierna pateando el aire, provocando unas risitas en el rubio. — Lancé mis kunais justo en sus frentes — sacó unos cuantos kunais de verdad para el asombro de Zenitsu y los lanzó a una diana de tiro que estaba colgada en la pared de la habitación, para su suerte, todos dieron en el blanco. — Y con mi intimidante y hermosa apariencia nadie se acercó a la carroza que llevaba a las princesas — se enderezó colocando sus manos en sus caderas, sonriendo sensual. Zenitsu pudo reír libremente al culminar la actuación de su novio.

— Suena agotador. ¿Lo hiciste todo tú solo? — preguntó acercándose a él. Uzui bajó la mirada para verlo, asintiendo con la cabeza. — Es usted muy caliente, digo, valiente, sensei... — murmuró acariciando sus brazos. Tengen sonrió de lado al ver cómo su chico se fascinaba con su look.

— Toda misión cumplida merece su recompensa, ¿no lo crees? — comentó tratando de lucir todo su atractivo, Zenitsu sonrió complice.

— ¿Cómo podría yo recompensarle su gran labor? — preguntó mientras seguía con sus caricias.

— Supongo que un bonito y sexy chico rubio es más que suficiente para saciar mi hambre. — murmuró con una sonrisa ladina. Zenitsu lo agarró de la mano y lo estiró hasta llevarlo a la cama, Uzui se sentó en el borde, sujetando la cintura de su chico que se iba sentando a horcajadas sobre él.

— Con la ropa — pidió para luego besarlo de una vez, rodeando su cuello con sus brazos para jugar con la coleta del albino. Uzui asintió gustoso, le encantaba hacer cosas nuevas con su chico. Se subió a la cama y le quitó la camiseta holgada que casi siempre llevaba como pijama. Zenitsu recorría el torso de su novio con sus manos mientras se deleitaba con la imagen que tenía encima de él. Se mordió le labio inferior, provocando que el albino se ruborice y vuelva a besarlo con ansias, bajó su ropa interior hasta quitárselo y lo acomodó sobre su entrepierna, utilizando sus manos para acariciar todo su desnudo cuerpo. Se desabrochó el cinturón y bajó el cierre. El rubio jadeó con las mejillas encendidas, dejando que Uzui introdujera dos dedos dentro de su húmeda boca para humedecerlos y utilizarlos como lubricante.

No tardaron en llegar los gemidos y los ruidos obscenos de ambos, Zenitsu abrazaba una almohada, mordiéndola mientras sentía las embestidas de su novio, levantando las caderas en busca de más. Uzui recargó su pecho sobre la espalda de su chico, sujetándolo del vientre y mordiendo sus hombros, dejando besos en su nuca. Al rubio le excitaba tener a su novio detrás de él, pegado a su espalda y haciéndolo con su traje ninja que resultó ser muy sexy. Sentía los fríos brazaletes sobre su costado, los colgantes de piedritas le hacían cosquillas en su espalda y esas manos con esos extraños guantes lo calentaban más. — Sensei... — jadeó escondiéndo su rostro en la almohada.  — Su espada es muy dura... — Uzui sonrió de lado.

— Solo cuando está contigo —

— ¿Es un genjutsu? —




Profesor [[ e x t r a s ]]Where stories live. Discover now