E x t r a 8

7.8K 574 999
                                    


— ¿Alguien me dice por qué estamos saliendo con unos niños de quince? — preguntó confundido. Se la pasó toda la semana pensando en lo que acababa de hacer. Se reprendió mentalmente y se molestó consigo mismo. ¿En qué momento fue que se le cruzó por la cabeza tener otra 'cita' con su alumno? Sin dudas, sus compañeros inmaduros le contagiaron algo.

— Mi Zen no tiene quince. Él tiene dieciséis — habló Uzui con orgullo. Sanemi lo miró con los ojos entrecerrados.

— Ajá, gran diferencia, genio — respondió rodando los ojos.

— Primero antes que nada, fue tu idea Shinazugawa san. Está bien, no luches contra tu conciencia, nadie te puede decir a quién amar — comentó Giyuu, colocando sus manos en los bolsillos de su chaqueta. Sanemi parecía una buena persona, no era mala idea crear un vínculo amistoso con él.

— ¿Amar? ¡¿Utilizaste la palabra 'amar'?! ¡Imbécil! — exclamó colérico, sintiendo la sangre en su rostro. Uzui se carcajeó y Giyuu sonrió levemente. — ¡¿Qué les pasa?! ¡Esto solo es una salida, nadie dijo nada de 'amar'! ¿Entendiste? — señaló amenazante.

— Ya, pero no te pongas tan agresivo, Sanemi. — respondió Tengen, secándose las lagrimitas que caían de sus ojos a causa de la risa. Su amigo lo miró molesto. — No te resistas, está bien que quieras intentar algo con Hashibira san. Es un buen chico — comentó, soltando un suspiro, pero aún sin poder borrar su sonrisa.

— ¿Pueden callarse de una vez? Con eso solo logran que me arrepienta cada vez más — contestó enrabietado. Uzui lo miró divertido. El azabache ladeó la cabeza y asintió.

— Y... ¿a qué hora llegarán? — preguntó Giyuu una vez que se acomodaron en sus asientos. Habían llegado hasta un restaurante estilo pub, lugar donde sería 'la cita' con sus chicos. Tengen miró su reloj, Zenitsu se había ido a la casa de su amigo para ayudarlo, por lo que vendría con ellos. Sanemi resopló e hizo una mueca.

— Se nos hace tarde, Inosuke... Maldición, ya vámonos — Zenitsu estaba hastiado, su amigo no dejaba de atrasar las cosas poniendo excusas.

— Hey, espera un momento, es hora de mi merienda... No puedo ir sin merendar — se excusó, mirándolo molesto.

— ¡Nos iremos a un restaurante! ¡Allí habrá comida! — exclamó Tanjirou, dándose una palmada en el rostro. El de hebras azuladas hizo una rabieta y chasqueó la lengua. Sus amigos lo miraron atentos.

— Está bien, maldita sea — respondió desviando la mirada, no comprendía por qué se sentía tan nervioso. Agarró tantas barritas de cereales que pudo y las metió en su bolso, tenía que comer para que la ansiedad le pasara. Zenitsu lo miró con asombro y Tanjirou se espantó, soltaron un largo suspiro. No podían discutir con su amigo.

— El taxi ya vendrá, no pienso dejar que tú conduzcas. Tengen me encargó cuidar qu... — no pudo terminar de hablar porque su amigo lo sujetó del brazo y lo arrastró hasta lanzarlo dentro de su auto. — ¡NO! ¡Tanjirou, haz algo! — exclamó con desesperación, quedó shockeado cuando vio a su amigo noqueado en el asiento trasero.

— Te haré lo mismo si no te callas de una maldita vez — amenazó Inosuke, cerrando la puerta con fuerza. Zenitsu estaba en blanco ¿Era esto un secuestro? ¿En qué momento noqueó a Tanjirou? ¡¡Morirían!! — Y ni se te ocurra llamar a tu noviecito — advirtió, horrorizándolo más.

— ¡¿Qué demonios te sucede?! ¡Inosuke, no eres tú! — exclamó alarmado, viendo cómo este encendía el auto. — ¡¿Cómo es que te siguen dejando conducir?! ¡AH! —entró en crisis luego de que el de hebras azuladas haya acelerado.

Profesor [[ e x t r a s ]]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن