Jisedai (TMNT 2012)

La emoción aumenta

Después de 7 meses, algo llenos de impaciencia por parte de los mellizos. Kotaro y Amedea hablaban siempre con la pancita ya abultada de su madre... Era extraño al principio para los niños ver a Donatello con un vientre abultado, pero ya era normal a este punto.

En la guarida, estaban haciendo una pequeña cena con sus amigos para celebrar la llegada del bebé.

Los niños habían cumplido ya los 3 años y estaban viendo a todos acomodar platos y comida, hasta que en la cocina vieron un gran plato de helado esperándolos. Los tres, subieron sin problema alguno las sillas, para tomar los helados... La otra comida que había no les gustaba tanto como aquello - Amy... ¿Helado? - le miró con atención aquel.

- Si. — Sonrió Amy al tomar una gran cucharada de helado. Hasta que escucharon a alguien entrar a la cocina.

— ¡Niños! — Se sorprendió Donnie al ver a los niños hacer su travesura.

— ¿Quele tío? — Preguntó Rosie mostrando una cuchara llena de helado.

Kotaro al ver a su mamá soltó rápidamente la cuchara, abriendo ampliamente sus ojos, después de haber comido una cucharada.

— ¿Niños que hacen? Este era el helado para los invitados. — Dijo Donnie con pena.

Amy le vio un poco y bajó la mirada. — Lo siento, mami.

Kotaro hizo un puchero, dejando el plato-... Perdón... - dijo con suavidad aquel-... Creímos que era para nosotros...

— Bueno si lo es pero tenían qué esperar a que llegaran todos. — Suspiró Donnie ya con su pancita crecida. — Mejor vayan a jugar a la sala, prepararé otro helado.

Hicieron una mueca los tres, soltando un suspiro, bajando de las sillas... Caminando con pereza hacia la sala, pero al llegar y ver a los Mutanimales allí, Kotaro se regresó a la cocina con miedo.

Donnie estaba preparando otro tazón de helado cuando sintió algo abrazarlo fuerte de la pierna. No pudo ver bien por su vientre pero tuvo una idea de quien era. — ¿Qué sucede Kota?

-... No quiero ir... - le dijo este con suavidad - Me dan miedo... - susurró al voltear a verle-... ¡Mami, arriba...! - insistió este, alzando sus bracitos. El pequeño aún no comprendía, que su mamá ya no podía levantarlo en sus brazos.

— Kota cielo, sabes que no puedo agacharme a levantarte. — Dijo Donnie viendo a su hijo lo mejor que podía.

Este le miró con un puchero, alzando más sus manos - Mami, arriba...-insistió el menor de los mellizos.

— Kotaro, sabes que mami no puede agacharse. — Insistió Donnie acariciado su pancita.

Ante aquello, Kotaro frunció un poco el ceño - ¡Arriba...! ¡Arriba...! - decía el menor, no entendía por qué no podía.

— Kotaro, por última vez no. — Hizo una mueca Donnie comenzando a irritarse.

-¡Arriba, mami...! - este alzaba más sus bracitos, jalando un poco sus manos.

— Kotaro, no es no. Ya no insistas. — Dijo en un tono estricto.

Frunció el ceño aquel, dando un pequeño zapateo - ¡Arriba! ¡Arriba! ¡Arriba...!

— ¡Hamato Kotaro suficiente! ¡Ya te he dicho que no puedo, no insistas de esa manera! — Por fin le dijo su madre.

Este se detuvo de inmediato, ante su tono de voz... Mirándole con atención, bajando sus manitas... Haciendo un puchero.

Donnie le vio un poco, dándose cuenta de la forma en que le habló. Suspiró y posó una mano en su mejilla. — Perdón cielo, pero ya te he dicho que no puedo agacharme porque el bebé en la pancita de mami no me lo permite. Pero verás que cuando ya nazca tu hermanito te cargare todo lo que quieras, ¿ok?