uno

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5 meses antes.

Cuando Nathan abrió el bar, no esperaba a más subterráneos que los hombres lobo pero de alguna forma brujos, hadas y vampiros también pasaban por allí, aunque estos últimos en menor medida por la disputa entre ellos y los hijos de la luna. De todas formas, no le importaba. Nathan era de aquellos que creía que dichas criaturas deberían llevarse bien, estar unidos, principalmente porque los cazadores de sombras se metían en cualquier grita posible entre ellos.

— Hey — Mckenna habló mientras se acercaba a la barra, se apoyó en esta y sonrió —, hoy es el aniversario de este bar apestoso.

Nathan frunció el ceño, sabía que Mckenna no hablaba en serio. Ella se había negado a la apertura del lugar desde que el rubio le había comentado su idea, la excusa que la pelirroja ponía era que un bar de subterráneos era una pésima idea porque era obvio que tarde o temprano se convertiría en un punto de encuentro para los cazadores de sombras también y ellos eran tan aburridos.

— No es apestoso — se quejó mientras seguía limpiando los vasos transparentes —, es el mejor bar de subterráneos de NY.

— Sí, bueno, no es el bar de las hadas.

El rubio hizo una mueca mirando a su mejor amiga y ella rió, sabía que solamente estaba metiéndose con él en forma de broma e iba a contestarle pero la puerta del lugar se abrió dejando entrar a Luke Garroway y Jocelyn Fray, seguidos de una figura que Nathan no podía describir más que como luminosa.

— ¿Estoy viendo mal o ese es Magnus Bane en tu bar inmundo? — Mckenna susurró mirando en aquella dirección con la boca abierta.

— ¿Quién es Magnus Bane? — El rubio se limitó a preguntar sin levantar la vista de los vasos que estaba terminando de lavar.

Mckenna frunció el ceño y observó a su mejor amigo como si este estuviera loco.

— El gran brujo de Brooklyn, por no decir del país. ¿Cómo es que no conoces a nadie de la alta sociedad?

— Conozco a Luke, y eso me es suficiente para estar con vida.

— Luke no cuenta — la chica de ojos azules bufó —, él no es la gran cosa.

— Él podría escucharte y va a echarte, Mckenna — Nathan rió y se alejó del lugar para dirigirse a la mesa donde los tres adultos estaban sentados.

Mckenna siguió hablando diciendo que la única forma de que la saquen del lugar sería muerta e hizo reír levemente a Nathan, para cuando llegó a la mesa quedaba un leve rastro de su sonrisa.

— Buenos días — habló aún sonriendo y salteando su mirada de Jocelyn a Luke.

— Buenos días, Nathan — la mujer pelirroja le contestó para luego devolverle la sonrisa —, ya sabes qué traerme.

— Un café, de acuerdo. Luke, ¿Tú también quieres uno?

Luke asintió y Nathan hizo lo mismo para después mirar al brujo el cual lo miraba asombrado haciendo al pequeño hombre lobo tratar de recordar si se había lavado la cara esta mañana. Magnus lo miró de abajo hacia arriba, y posó su mirada gatuna en los ojos azules de Nathan.

— Usted — Nathan tartamudeó —, ¿Qué va a desear?

Magnus sonrió.

— Un vaso con agua por favor y tu número de teléfono.

MOONLIGHT, magnus bane³.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt