doce

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Una semana había pasado desde el incidente con Caspian, una semana desde que había visto a Nathan por última vez. No se había acercado al bar desde entonces, sólo se había limitado a hablar con Mckenna o intentado hacerlo ya que cuando lo intentó la primera vez ella lo había ignorado diciendo que los perros y los gatos no se llevaban bien, haciendo alusión a sus ojos. Magnus no dudaba que Caspian le hubiera dicho a todo ser sobrenatural en New York lo que había pasado, o al menos su versión de los hechos, pero Makayla pareció no creerle o ignorar la situación cuando apareció en el Loft de Magnus el domingo a la mañana.

— Buenos días — sonrió apenada mientras el brujo abría la puerta —, sé lo que pasó pero no puedo imaginarte insultarnos.

Magnus sonrió levemente y se hizo hacia atrás, dejando que la pelirroja entrara a su casa para cerrar la puerta detrás de ella.

— El insulto solo era para Caspian.

— Lo supuse — Makayla asintió —, estoy aquí para tratar de convencerte de que le digas la verdad a Nathan.

— ¿Qué verdad? — Magnus preguntó confundido.

Makayla rodó los ojos.

— Tienes que decirle que eres tú quien le envía esos presentes, antes de que alguien más tome el crédito.

— No puedo hacer eso.

— ¿Por qué no?

El brujo suspiró, no podía decirle a Nathan que era él el de los obsequios cuando las cosas estaban así, lo arruinaría todo.

— Magnus — se quejó —, Nathan no va a rechazarte.

— No puedes prometerme eso.

La menor negó con la cabeza, claramente frustrada. Presentía que a Nathan también le llamaba la atención Magnus, de cierta forma, pero no podía decirlo en voz alta. No aún cuando no estaba %100 segura, no podía ilusionar a Magnus sin saberlo.

— Bueno no, pero Nathan es un buen chico y aún así, si te rechazara, no sería el fin del mundo.

No contestó pero sabía que ella tenía razón, el rechazo no era como un apocalipsis. había sobrevivido a varios de ellos antes y  aquí estaba pero también estaba consciente del después del rechazo, la tensión y la incomodidad que envolvía a ambas personas haciendo que eventualmente las personas dejaran de frecuentarse.

— No sabía que eras del tipo cobarde — Volvió a hablar Makayla —, tienes muchos años y sabes que esto no significa nada, solo debes decirle la verdad como si arrancaras una curita.

Magnus iba a responderle pero la pelirroja levantó su dedo índice indicándole que hiciera silencio, sus ojos brillaron y en su rostro apareció una sonrisa. El brujo sabía lo que significa aquello, lo presentía.

— Tengo una gran idea, Magnus. Funcionará, lo prometo.



milagro de año nuevo que actualicé jajjs lo siento por la tardanza literalmente hace años que no escribía (así que perdón por lo cortísimo que es esto) pero ya estoy trabajando en el siguiente cap, trataré de no desaparecer más por tanto tiempo <3

MOONLIGHT, magnus bane³.Where stories live. Discover now