diez

531 75 7
                                    

Nathan estaba apunto de irse a bañar cuando la puerta fue tocada, inmediatamente pensó que se trataba de Mckenna quien había olvidado la llave como usualmente pasaba pero al abrir no vió a nadie detrás. Frunció el ceño mientras miraba para ambos lados y luego al piso, sobre el suelo había una pequeña caja blanca con un moño dorado, el rubio la tomó antes de entrar en su departamento para luego cerrar la puerta detrás de él.

Sin esperar mucho más tiempo abrió el pequeño presente y encontró dos trozos de papel, tomó uno de ellos el cual terminó siendo una nota con una caligrafía perfecta: “ Espero que lo disfrutes, M.” Nathan seguía sorprendido cuando dejó la nota sobre la mesa de madera y agarró el papel restante, se trataba nada más ni nada menos que de una entrada para el cine local, para ver su película favorita. Aunque bueno, todavía no la había visto, desde hacía tiempo que tenía ganas de verla pero no tenía tiempo de comprar un boleto. Se trataba de una película local que trataba sobre la mafia italiana en New York, Nathan amaba las películas grabadas en su ciudad ya que tenía la suerte de conocerla casi completa y reconocía los lugares donde habían sido grabadas.

No podía creer que alguien se tomara el tiempo de hacerle aquel regalo, probablemente sería la misma persona que le había enviado los chocolates pero esta vez había una firma. Una pequeña que en realidad no ayudaba de mucho pero lo había, Nathan volvió a tomar la nota y a observarla con detenimiento, la M al final parecía burlarse de él, comenzó a repasar mentalmente todas las personas que conocía que su nombre comenzara con aquella letra: Mckenna, Makayla, el brujo Malcom Fade con quien había tenido algunos encuentros casuales alguna vez, Moira y Matteo los nuevos integrantes de la manada, y Magnus Bane. Las posibilidades eran muchas como para considerar pensar en quién le había enviado aquello.

Tocaron la puerta nuevamente y Nathan se apresuró a abrir esperanzado de que el dueño o dueña del regalo estuviera detrás. Makayla lo miró sorprendida.

— Hola, Nath — pronunció para luego sonreír, Nathan seguía con la nota en la mano — ¿Mckenna está aquí?

— Pensé que estaría contigo — el rubio contestó y se hizo a un lado para dejar a su amiga pasar —, dijo algo sobre que debía hacer algo importante. Supuse que iría a molestarte a tí y a Nolan.

— No, tal vez salió con Caspian o alguien más — Makayla se encogió de hombros antes de tirarse sobre el sofá —, venía a pedir ayuda.

— ¿Qué ha sucedido? — Nathan preguntó, la preocupación estaba apareciendo en su rostro.

— Nolan insiste en comprar vajilla de plata, dice que son elegantes y sería bueno tener para alguna ocasión en especial.

— Sabes que puedes venir a comer aquí si eso sucede.

— No es eso — la pelirroja bufó —, creo que debo decirle la verdad pero no sé cómo, ¿Y si quiere alejarse de mí? Lo entendería pero no quiero que lo haga.

Nathan hizo una mueca antes de guardar la nota de papel en uno de sus bolsillos en sus pantalones y se acercó a su amiga, pasó su brazo derecho por los hombros de la chica.

— Él no se alejaría de ti, Makayla. Nolan te adora.

— Lo sé, aún así el miedo es existente.

El rubio hizo una mueca y sacó las entradas de sus bolsillos, no tenía sentido no contarle a nadie de lo sucedido y Makayla era muy buena sacando conclusiones. Makayla miró detenidamente el trozo de papel en sus manos y sonrió, como si ya supiera lo que estaba sucediendo.

— ¿Qué es eso?

— Entradas para el cine, me llegaron recién.

La pelirroja no dejó de sonreír y asintió.

— ¿Tu fan?

Nathan arrugó la nariz de manera adorable.

— No le digas así — respondió —, no es mi fan.

— Claro, sí — Makayla volvió a asentir y se levantó de su lugar, dejando el brazo de Nathan caer — debo irme antes de que pierda el valor de hablar con Nolan, pasaré de nuevo por aquí más tarde.

— De acuerdo.

Nathan observó a su amiga alejarse y salir del departamento, el papel en su mano era ligero pero cargaba una gran energía. No entendía la necesidad de esa persona de hacerle regalos anónimamente, él tenía derecho a saber quién le estaba enviando esos presentes y se decidió que lo haría, averiguaría quién estaba detrás de todo esto.

MOONLIGHT, magnus bane³.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora