And If You Still Love Me

Capìtulo 7.1

Mar Celta - 566 AD

"No deberías culparte a ti misma" Alex rompió sus pensamientos, llevándola junto a Kara, que dejaba que su caballo la guiara aturdida, agradecida por el hecho de que no podía tener moretones o sentirse rígida por su rígida conducción.

Se dirigían hacia el sudoeste, más profundamente en el reino actual de Dumnonia, dejando atrás las vidas que se habían hecho en los últimos años y dejando atrás a Cat. Su vieja conocida estaba muy feliz de seguir manejando a su familia desde su nuevo asiento, y se despidieron antes de irse, con sus alforjas cargadas de todo lo útil que pudieran necesitar, cortesía de Cat.

A Kara no le importaba, podría haber estado sin dinero y a pie por todo lo que le importaba, siempre y cuando tuviera las pocas posesiones que realmente atesoraba. En su muñeca izquierda había un brazalete de plata, en su cintura había una daga afilada que finalmente había sido limpiada de la sangre seca una vez que había buscado la venganza que Kara se había prometido a sí misma, y ​​ahora, el collar colgando de su cuello, el azul piedra casi triangular engarzada en un trozo de plata. Esas eran las únicas tres cosas que le importaban, eso y Alex.

Su hermana era tan fiel como siempre, incluso hasta el punto de que intentaba aliviar la culpa de Kara por ella. No había sido lo suficientemente rápida y no había podido detenerlo, sin siquiera besarla esta vez. Las palabras de Alex sonaron verdaderas. No fue culpa de Kara, esta vez, pero todavía la llenaba de una angustia insoportable, y todo dejó un sabor amargo en la boca, porque, por supuesto, fue su culpa. Se había permitido volver a enamorarse de Lena, como era la naturaleza de su maldición, lo que no debería haber sido una cosa porque Kara nunca debería haberse dejado enamorar de Lena al principio. Deberían haberlo sabido mejor. Su ignorancia había causado esto, y Kara se culpó a sí misma, pero cuando las lágrimas ardientes y furiosas le cayeron en el fondo de los ojos, también culpó a Lena.

"¿A quién más debería culpar?" Preguntó Kara bruscamente, apretando los dientes mientras se secaba las lágrimas "¿A ella? ¿Realmente puedo culpar a una mujer muerta por mi propia tontería? Todavía tengo que aprender de mis errores. ¿Cómo puedo hacerlo cuando la amo con todo mi corazón? No debería haber culpa en algo tan puro, pero estoy maldita, y es mi culpa. Mi propia terquedad. Ella podría llevar un cuchillo a su propio corazón y todavía sería mi culpa. Sería como si lo hubiera hundido en su pecho con mis propias manos. Nos he maldecido a las dos"

"Vamos a encontrar la manera"

"Él es un dios, Alexandra. No podemos burlarnos de alguien que creó el universo. Somos tan insignificantes para él como las hormigas"

Alex dejó escapar una risa rápida y Kara giró la cabeza para fruncir el ceño, observando la sonrisa irónica en el rostro de su hermana "Puede que sea así, pero he oído de los comerciantes de la hormiga Siafu en el continente sur que pueden quitar la carne de un esqueleto en cuatro horas. Creo que podría ser de alguna importancia, incluso para un Dios"

Girándose sobre su silla de montar, Kara encorvó los hombros y dejó que su caballo avanzara. Tal vez sería posible, algún día, pero todavía no veía la esperanza de vencer a Rao. Su única esperanza era poder evitar a Lena nuevamente. Sería inimaginablemente doloroso para ella nunca volver a verla, pero si no tuviera que verla morir de nuevo, valdría la pena. Kara podía vivir con el dolor de no tener a Lena en su vida, porque al menos eso significaba que una de ellas debía ser feliz. Ahora, era hora de que ella se retirara de cualquier escenario que pudiera ponerla en el camino de Lena nuevamente.

...

Vagaron de pueblo en pueblo, viajando hacia el sudoeste en su mayor parte y durmiendo donde sea que estuvieran cuando cayó la noche. A veces estaba en el granero de una granja, entre las gallinas y los caballos, ocasionalmente en el gran salón de una granja, amontonándose entre las grumosas formas de figuras que dormían en el suelo de tierra cubierto de juncos, pero la mayoría de las veces estaba debajo de las estrellas.