The Uchiha's Bride [La novia del Uchiha]

Capítulo Noveno: Gaara de la Arena del Desierto (parte dos)

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi kishimoto, los personajes en esta historia son usados sin fines de lucro. Esta historia pertenece a Crazygurl12 y fue recuperada de Fanfiction.net, todos los créditos van para ella. Yo solo soy la traductora. (:

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08

(...)

Hinata se frotó los ojos cuando la primera luz del día golpeó sus sensibles orbes blancos. La Hyūga se estiró y enterró la cara debajo de las sábanas. En un pequeño rincón de su mente, sabía que había pasado de su tiempo de despetar habitual. Por lo general, la princesa Hyūga ya estaba levantada y preparada antes del amanecer. Como Anbu, el tiempo es un asunto y protocolo muy importante.

Pero anoche no pudo dormir mucho. Recordó que ya era de mañana cuando regresó a sus aposentos para descansar. Hinata hizo una mueca de dolor mientras se disponía a levantarse, a pesar de que sus ojos todavía estaban cerrados e hinchados.

Un golpe desde afuera de la puerta alertó a la bluenette.

Hinata se limpió la cara y se peinó con los dedos mientras daba unos pasos hacia la puerta, arrugando la cara al darse cuenta de que esta es la primera vez que alguien la verá desorganizada y sin prepararse.

Sasuke no debe haberse quedado mucho tiempo anoche. Hinata pensó mientras abría la puerta. Ese Uchiha permaneció despierto toda la noche solo mirando el cielo nocturno y nunca se molestó en entablar una conversación adecuada con ella, solo sus habituales comentarios arrogantes y gruñidos.

"Ohayo..." Hinata asomó su cabeza de enredado lío azul afuera para ver quién era. Cuando sus ojos se centraron en la persona que estaba frente a ella, mirándola con los ojos tapados de negro, casi se cae al suelo.

Era el Kazekage, mirándola con seria diversión.

"¡Ka-Kazekage!" Hinata involuntariamente se cubrió la cara. ¡Cielos! De todas las personas que pueden verla luciendo como una muñeca harapienta... Esto es inaceptable para una Hyūga.

Si Gaara tuviera cejas, las habría levantado. Miró a la Kunoichi de cabello azul frente a él y sus ojos se quedaron en sus mejillas sonrojadas. Ella está tratando de esconderle la cara mientras intenta no parecer descortés.

"Gomenasai... yo... uhm... me acabo de levantar de la cama y no-"

"Entiendo." Gaara respondió, sus ojos ahora trazando la piel roja de su rostro hasta su cuello. Le sorprendió cómo podía ponerse tan roja. "Tú y el Uchiha se quedaron hasta muy tarde".

Los ojos de Hinata se abrieron. El Kazekage lo sabe...

Antes de que pudiera encontrar una excusa, Gaara le dio un pergamino marrón con un sello. "Esto es para el Hokage. Te confío que lo lleves de vuelta a Konoha seguro".

"H-hai".

"Y también..." Gaara la miró con la cara seria que siempre llevaba. "Temari y Kankuro quieren que desayunes con ellos. Puedes cambiarte primero si quieres. Te estaré esperando afuera".

Sin esperar una respuesta, el Kazekage le dio la espalda a la Hyūga y se alejó. Hinata miró su amplia espalda por un segundo antes de cerrar la puerta detrás de ella. Ese chico nunca sonríe...

Ella miró el elegante pergamino en sus manos. Respiró profundamente y sonrió mientras trazaba las elegantes líneas y marcas grabadas en él. Esta es la muestra de que la arena sigue siendo un aliado de la hoja. Su misión como emisarios de la Hoja Oculta está a punto de completarse y ninguna otra cosa podría hacerla feliz.