Capítulo 22

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La llegada a la mansión fue extensa, cansadora y molesta, al final si llegué a ponerme de mal humor y eso le daba gracia a Nikolai. Una vez pasamos por la puerta principal, corrí a nuestra habitación en busca de un baño caliente y una cama suave. Estuve un poco más de media hora en la tina, había un nuevo jabón con olor a lavanda que me encantaba, cuando mis dedos ya parecían pasas de uvas decidí que era momento de salir, así que me sequé y envolví en un toalla para ir en busca de que ponerme. Una vez con ropa interior y una camiseta sin sostén me dirijo a la cama, en la mesa de noche hay una charola con una caja y una botella, al leer la caja me doy cuneta que es la píldora así que rápidamente y siguiendo las instrucciones me la tomo. 

Cuando me estoy arropando entra Nikolai y me ve como a un perrito abandonado. 

- Hola - le sonrío acomodada en nuestra cama. 

- Así que tu humor cambió después de una ducha - comenta en voz baja, yo asiento e intento seguirlo con la mirada, pero mis ojos comienzan a cerrarse y ante eso no tengo ningún control. - Descansa cariño - lo escucho susurrar y luego besarme el pelo, más no lo siento recostarse a mí lado. 

(...)

Mi sábado por la mañana comenzó sin Nikolai a mi lado, ya me había acostumbrado a él. De forma perezosa voy al baño para asearme y al volver a la habitación me encuentro con una chica joven parada en medio de la habitación. 

- ¿Hola? - hablo y ella se da vuelta para verme, su cabello es blanco al igual que su piel, lo que mas resalta de su cara son sus ojos turquesa y sus carnosos labios que se encuentran pintados de un color borgoña. 

- Hola, - me sonríe, creo que me enamoré de esta chica - soy Hannah - se presenta y me tiende su mano super delicada, con anillos que resaltan la finura de sus dedos y las uñas negras. 

- Soy Samantha - me presento, ella asiente. 

- Me envió Nikolai para ayudarte con algunas cosas del ingreso a la facultad - asiento y miro mi vestimenta, avergonzada levanto la vista pero ella parece leer mis pensamientos - no te preocupes, soy demasiado ansiosa y no podía esperar a que bajes primero - se encoje de hombros - te esperaré abajo para desayunar - asiento y ella desaparece por el pasillo. Hannah vestía unos mom-jeans rotos, un crop top simple, una chaqueta negra y unas convers negras, así que intentaré imitar su outfit para no desencajar. 

Al bajar me la encuentro en los sofás de la entrada con un gran desayuno enfrente y jugando con su móvil. Me acerco a ella y tomo asiento, sirvo un poco de café para mi y unto una tostada con queso y aguacate. 

- ¿Cómo estuvo la luna de miel? - pregunta para cortar un poco el silencio. 

- Bien - contesto - hicimos un montón de cosas divertidas como nadar con los tiburones, andar en motos de agua, también fuimos a una playa donde no había nadie - comienzo a contarle - estuvo fantástico, y trajimos obsequios - recuerdo que Nikolai compró muchas cosas absurdas, y ahora comprendo. 

- Me alegro muchísimo, a Nikolai le hacía falta dejar la empresa por unos días - asiento.

- ¿De dónde lo conoces? - pregunto de forma casual.

- Soy la hija de uno de los mayores socios-inversionistas de la empresa, los conozco desde casi mi nacimiento - sonríe de forma tierna. 

- ¿Y cuantos años tienes? 

- Casi 18 - contesta tímida - ¿y tú? 

- 18 - respondo rápido, pero eso no frena su cara de sorpresa.

- Iremos a la misma universidad - comenta - yo estudiaré contaduría y, según dijo Niko, tu estudiarás arquitectura - asiento. 

- Me gusta mucho diseñar casas, departamentos o cualquier estructura - suelto una risita, ella mira su reloj. 

- Deberíamos irnos si queremos hacer todo lo que planee - asiento y me levanto tomando mi móvil, al salir tomo mi bolso que está colgado con todas mis cosas dentro. 

Una vez en camino vamos a la universidad que se encuentra a una hora de la casa, Hannah me contando cosas sobre ella y yo intento contarle algo de la mía. Cuando estamos a punto de bajar de la camioneta una llamada me llega y es nada más que mi esposo. 

- Hola cariño - hablo alegre.

- Hola Sam, ¿Cómo despertaste hoy? - pregunta en un tono de voz que mezcla lo serio y lo tierno.

- Mal, porque no estabas a mi lado - hago una mueca aunque él no puede verme - pero después apareció Hannah y todo mejoró, ahora estamos por entrar a inscribirnos a la universidad - le cuento entusiasmada. 

- Eso es genial amor, - me cuenta y se escuchan unos golpes - debo irme, te quiero y prometo mañana despertar contigo. 

- Adiós - me despido y sigo a Hannah hasta la administración de la universidad donde entrego un montón de cosas que Hannah ya tenía en una carpeta, luego de estar por fin anotada en la universidad volvemos a la camioneta. 

- Oficialmente somos universitarias - comenta alegre Hannah a mi lado, yo doy aplausito pequeños y ambas reímos - ahora nos vamos de compras para tener útiles y outfits dignos de universitarias.

(...)

Dieron las 16pm cuando Hannah me dejó en la casa de Nikolai, bueno, ahora nuestra casa. Compramos outfits fabulosos, como Hannah dice, me divertí mucho, pensar que vamos a compartir muchas horas juntas me hace querer que ya comiencen las clases. También elegimos los mismo útiles para estudiar, como si de niñas se tratase. 

Nikolai se encuentra en la cocina tomando té, le sonrío y me acerco a besar sus labios, él me devuelve el beso de una forma desesperada. 

- Hola esposa mía - sonrío aún más que antes.

- Hola esposo mío - le devuelvo el saludo - ¿Cómo estuvo tu día?

- Excelente - responde - de hecho llegué para el almuerzo, pero como no estabas decidí dejarte más tiempo con Hannah y almorzar solo - asentí y bese sus labios - ¿Y su día, señora Volkova? 

- Cansador - comento y me separo de sus brazos para ir al refrigerador por algo para tomar - primero nos inscribimos y después me arrastró por todo el centro comercial para conseguir ropa de "universitarias" - hago comillas con mis dedos - y algunos útiles para utilizar - el asiente y me dedica una sonrisa dulce, yo se la devuelvo y luego muerdo mi labio inferior.

- ¿Y qué tienes para hacer hoy? - me encojo de hombros. 

- Nada, supongo - le contesto - ¿Salimos al patio? - el asiente y cuando vamos por el pasillo me toma de la cintura, me pega a la pared y nos comenzamos a besar de una manera desesperada, sensual, caliente - puede venir alguien del personal - intento separarlo.

- Les di el fin de semana - me contesto con su voz ronca, ese comentario es como una luz verde a nuestra pasión, lo tomo de la nuca con una mano y la otra la cuelo en su camiseta, esto se va a poner interesante. 

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Powfu - death bed

La esposa de un VolkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora