4-Una amenaza y un amor

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Gajeel volaba por el camino gracias a Lily quien lo cargaba en sus brazos. Ambos presentaban un estado bastante lamentable, como si un huracán les hubiera pasado por encima. Ya lejos de aquel espantoso lugar decidió dejar de volar y bajar y parar un rato. Volvió a su forma de gato pequeño y tomó aire.

—Gracias...Lily—dijo con un ojo abierto, apenas podía mantenerse consciente.

—Eso...¿qué demonios era?—preguntó asustado—. Nunca en mi vida he visto algo similar.

—No lo sé...pero...tengo miedo...no podemos hacer esto solos...tengo que avisar al gremio—al ponerse en pie cayó de nuevo.

—Primero recupera fuerzas...iremos luego, además, yo también estoy mal.

Desde aquella distancia podían ver como el bosque se volvía más negro con el paso de los minutos.

—Más vale que podamos hacer frente a lo que sea eso—comentó preocupado.

Mientras tanto, Kagura seguía las indicaciones de Erza para mejorar con la espada, era como maestra y alumna. Natsu estaba aburrido leyendo una revista y bostezando de vez en cuando. No le prestaba mucha atención al entrenamiento.

—Hermana, debo agradecerte por esto—dijo mientras se secaba con una toalla el sudor de su frente—. ¿Pasa algo?.

—Mmmm, ¿estos pechos no han crecido?—los manoseó desde atrás y haciendo soltar pequeños gritos a la joven que estaba avergonzada.

Estuvieron un rato peleando como niñas pequeñas aunque sobretodo, riendo como tales. A Natsu le pareció ver que Kagura, por muy fría que pareciera, no era más que una chica como Erza, mostrando fortaleza cuando en realidad lo que quiere es pasarlo bien con amigos y tener una vida feliz.

En uno de los descansos, Kagura se sentó cerca de este a descansar mientras bebía agua. El sudor hizo que los pelos se quedasen pegados a su cuerpo. Ella miró al mago, este la miraba detenidamente.

—¿Qué ocurre?.

—Nada, solo que me pareces...guapa—halagó.

—¿Qué?, ¿qué tonterías estás diciendo?.

—¿Entonces debes parecerme fea?.

—¡No idiota!—replicó.

—¿Entonces te molesta que te diga bonita pero también fea?, mmmm—se puso pensativo—. ¿Hay algún termino medio?.

—¡Simplemente no digas nada!—gritó ella.

Erza se acercó y Kagura suspiro aliviada, ella pondría orden.

—Veo que se llevan bien—esta cayó al estilo anime.

—¡No esta nada bien!, ¿acaso no ves que...me ha...dicho...bonita?—se puso a jugar con su cabello.

—Natsu...¿es eso cierto?—preguntó.

—Si.

—Ya veo...¡idiota!.

—Menos mal que piensa como yo—pensó aliviada y con una sonrisa.

—¿Acaso no ves la belleza que es realmente?—le agarró la cara—. ¡Mira esta bonita sonrisa, pechos grandes y hermosos, piernas largas y bonitas...todo!.

—¡No soy un producto de mercado!—dijo llorando.

Aquella noche llovía mucho en Magnolia, todo estaba oscurecido por las nubes y apenas había peatones por las calles. Gajeel estaba cubierto por un chubasquero y caminaba lentamente, aún malherido y cansado por el combate que casi le cuesta la vida.

¿Princesa o Sirena? Natsu x KaguraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora