13-Misión cumplida

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Natsu esquivaba con velocidad cada ataque propinado por la criatura. Era una bestia, muy similar a un tigre pero que caminaba sobre dos patas. Era naranja con franjas azules y una mirada felina. Era muy fuerte, igual que Natsu se podía decir. Este ya estaba cansado de luchar tantas veces y acabar siendo derrotado por él.

La bestia dejaba escapar unos gruñidos de vez en cuando. 

—No se cansa el cabrón—pensaba mientras respiraba para relajar un poco su cuerpo.

Cuando el enemigo avanzó con fiereza, algo lo hizo detenerse. Justo al segundo, algo paso cerca suya cortando algunos pelos de su cara. Luego, una casa cercana se partió en dos ante el asombro de los dos.

—¿Quién se atreve a atacarme?.

Los pasos que se escuchaban eran de armadura, de algo de metal y Natsu esbozó una sonrisa porque conocía a la perfección esos pasos.

—¿Erza?

—Hola Natsu, como siempre, montando un alboroto—dijo.

—Da igual cuantos de tus amigos vengan a ayudarte, todos morirán—comenzó a desprender calor y unas llamas aparecieron.

Lejos de asombrarse y ante la incrédula mirada de este, Natsu se las zampó todas hasta lograr recuperar sus fuerzas.

—Están deliciosas—dijo pasando su mano por la boca.

—¡Maldito insolente!—ambos comenzaron a pelear cuerpo a cuerpo con sus puños y de vez en cuando, Erza trataba de matar a este. 

El problema residía en que a diferencia de ella, ellos eran tan sumamente rápidos que podía herir a Natsu en lugar de la criatura. Erza solo podía observar, ahí quieta, aguardando la oportunidad de golpear a su adversario.

En uno de esos choques, ambos salieron disparados hacia atrás. Erza aprovechó ese momento y hundió el filo de su espada en el cuerpo de este. Pero salió rebotada a un lado.

—Esto no hace ni cosquillas—se la sacó del pecho arrojándola a un lado.

Entonces Natsu se acercó y le puso algo en el lugar donde el monstruo tenía esa herida abierta antes de que se cerrase gracias a su poder regenerativo.

—¿Qué demonios?—era una piedra con un símbolo extraño.

Unas cadenas rodearon todo su cuerpo y poco a poco fue brillando. La piedra absorbió al monstruo que fue sellado dentro de esta.

—Fiu, gracias Erza, sin ti no lo hubiera logrado—dijo secándose el sudor.

—¿Y ya esta?, pensé que sería más complicado—comentó sorprendida.

—Es que...me da corte explicarte todo lo sucedido—dijo nervioso—era muy fuerte, nunca pude herirle como lo has hecho tu.

—Adelante, explícate—dijo.

La misión de Natsu consistía en encerrar un poderoso monstruo que había sido liberado y que estaba causando estragos. Lo pilló después de derrotar a otro más sencillo y de camino a casa. Envió una carta a Kagura diciendo que tardaría más y por si acaso, le dio información de la misión.

No se trataba de cualquier bestia, sino de una muy poderosa de hace cien años que fue sellada al no poder ser derrotada. Sin embargo, Natsu encontró la forma de volver a sellarlo pero los poderes de la criatura igualaban los suyos. Pero a diferencia del pelirrosa, este podía regenerar su poder haciendo que fuera muy complicado de derrotar.

Estuvo varias veces al borde de la muerte y siempre lograba escapar por los pelos. Sin embargo, esta vez la bestia le persiguió hasta el pueblo. No obstante, todo había salido bien.

—Ya veo, deberías haber pedido ayuda en lugar de enfrentarlo tu solo—regaño.

—Si...lo siento—dijo aún lleno de magulladuras.

—No has cambiado nada eh—ella se sentó a su lado y le limpió las heridas—es hora de regresar a casa. Le daremos la piedra al Consejo Mágico.

—Buena idea. Además...tengo hambre—dijo esbozando su sonrisa.

—Y Kagura e Igneel te esperan, debo contarte algunas cosas

—Mientras estén bien...me da igual que tengas que contarme.

El poblado volvió a la tranquilidad tras tanto barullo y se pusieron a arreglar todo el desastre. Natsu y Erza acamparon a las afueras de la ciudad para evitar ser molestados por los propicios ocasionados.

—Típico de mi familia—dijo al escuchar el relato de la mujer.

—Deberías tener una vida más relajada—comentó.

—No sería entonces vida—ambos rieron al escuchar dichas palabras.

—Mañana regresaremos, será mejor descansar todo lo posible.

Al regresar a Magnolia, le estaban esperando Kagura y su hijo. Ella no pudo evitar derramar unas pocas lagrimas al verle de aquella manera. Ambos se abrazaron tras tanto tiempo separados y su hijo solo sonreía.

—Gracias—le dijo a Erza—por traerle de vuelta sano y salvo.

—Somos familia

—¿Qué quieres decir?—preguntó confuso.

—Todos los miembros de Fairy Tail somos familia, nos apoyamos unos a otros. Eso es algo que tu generación debería aprender cuanto antes. No importa lo que fueran antes de unirse al gremio, todos...todos tenemos nuestro pasado pero gracias a los miembros, seguimos adelante.

Kagura le dio un abrazo a Erza.

—Gracias...muchas gracias por salvar a mi familia

—No es nada, es algo que me alegra.

Natsu chocó puños con su hijo.

—Bueno, tu hombre te estará esperando. Seguro que te llamará pastelito—dijo Igneel haciendo sonrojar a la mujer que estaba avergonzada.

—Eso...seguro que te devora como a uno de sus pasteles—Natsu se unió.

—Dejad a Erza tranquila—ella sonrió al verse defendida—bastante tiene con que no la unten en nata y fresas.

Ella del rubor paso al enfado.

—¡Tenía que haber dejado que os matasen panda de idiotas!—gritó mientras estos echaban a correr siendo perseguidos por Erza pero sin perder la sonrisa en sus caras.

Y así terminó la aventura de Natsu cumpliendo su misión. Kagura tardaría aún un tiempo en recuperarse, pero gracias a los cuidados de su esposo, todo fue genial.

En cuanto a Igneel, aprendió lo que dijo Erza. No era la primera vez que lo escuchaba, pero hasta ese momento donde vio a la anterior generación como era sus padres y Erza darlo todo por los que quieren, que no lo entendía muy bien.

Ahora, con dichos valores aprendidos, quiso inculcar estos en sus amigos quienes al principio lo tacharon de loco. Pero que poco a poco también lo supieron. Aunque...esa es otra historia.

—¿Sabes?, con el tiempo he aprendido algo—dijo la mujer.

—¿El qué?

—Muchas veces me han llamado princesa o sirena

—¿Y?, ¿qué hay de malo en ello?

—Nada, pero...finalmente me he decidido.

Este, extrañado por su actitud le preguntó.

Kagura se levantó de su asiento y se quedó mirando la noche estrellada.

—Creo que...soy una princesa hada de Fairy Tail—Natsu esbozó una sonrisa y la besó antes de quedarse bien junto a ella las estrellas.

FIN

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⏰ Last updated: Nov 03, 2020 ⏰

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¿Princesa o Sirena? Natsu x KaguraWhere stories live. Discover now