6-Derrota

1.4K 123 29
                                    

Una extensa lluvia caía sobre aquellas personas. La arena del suelo mezclada con el agua la había convertido en barro y ahora manchaba los ropajes de estos. Allí, cerca de Magnolia, a las afueras y cerca de la barrera, yacían derrotados Gajeel, Erza, Kagura y Natsu.

No habían podido hacerle frente a aquel monstruo, por mucho que lo habían intentado, este se regeneraba una y otra y otra vez haciendo que tuvieran que esforzarse. Pero su resistencia tenía un límite y no tardó mucho en llegar. Erza miraba al monstruo de reojo, este parecía regocijarse en lo que parecía su victoria.

—No hemos podido...hacer...nada—maldijo golpeando el barro con su puño.

—Lamento no haber podido hacer más—dijo Gajeel aún herido por el combate anterior a ese.

Natsu estaba inconsciente, Kagura le miraba y por primera vez vio que ni siquiera un monstruo como él podía hacerle frente.

El monstruo, cansado de ver aquella escena alargó una de sus ramas para rematar a los magos que no podían hacer nada por evitar una muerte segura. Fue en ese momento que Jerall y Meredy destrozaron con su magia esta rama.

—¿Eh?, ¿más enemigos?.

Sin darle tiempo a reaccionar, Jerall uso un ataque de luz para cegar al monstruo que dio un leve grito y cubrió sus ojos. Al abrirlos, vio que ya estaban dentro de la barrera sanos y salvos. Tal era su enojo que lanzó todas las ramas contra aquella defensa. Pero al hacerlo, rebotaron hacía atrás.

—¡Malditos indeseables!—fue acercándose para tratar de romper esta barrera.

A pesar de sus esfuerzos, nada pudo hacer para atravesar la defensa.

Mientras tanto, los jóvenes llevaron a Erza y compañía hasta el gremio. Allí, Wendy los atendió mientras estos paraban a beber un poco debido al uso de su magia.

—Gracias—dijo Makarov a este.

—No ha sido nada...¿cómo esta Erza?.

—Esta bien, ella es fuerte y no tardará en ponerse bien.

Al cabo de una media hora, Erza y Gajeel estaban comiendo un poco para recuperar fuerzas. Aunque para la pelirroja, la presencia del peliazul era algo incomoda ya que se sentía que no podía ser ella misma mientras él estuviera allí.

Por su parte, Kagura estaba con alguna venda en los brazos y pensaba en lo que había ocurrido. Apenas había podido ayudar a sus  amigos, a pesar de darlo todo, ella que era considerada una gran maestra con la espada junto a Erza, ni siquiera había durado cinco minutos. Ahora, estaba cuidando de Natsu, le cambiaba la toalla de la cabeza ya que debido al gran calor que su cuerpo ha desprendido durante la batalla, tenía que estabilizar la temperatura de este.

—Espero que te mejores pronto—susurraba viendo a este dormir.

Siempre ha sido deseo de muchos hombres, lo sabía por la revista donde decían que era una gran maga muy popular junto a Mira, Erza, Jenny, Juvia o Lucy. Pero en toda ocasión pasaba de esa clase de cosas...hasta ahora que veía a Natsu con esa cara que ponía mientras dormía.

Lucy entró para ver como estaba.

—Se encuentra ya algo mejor, ha gastado mucha magia así que solo necesita descansar—comentó la espadachina.

—Ya veo.

—Parece bueno cuando duerme—dijo.

—Si, es un buen amigo y alguien en quien confiar—la maga celestial respiraba aliviada de verle tranquilo.

—¡Acnologia!—grito de pronto este alzando el puño y golpeando a la joven cercana.

Kagura se levantó tocándose la nariz, estaba sangrando. Apretó el puño y puso un pie encima de la cama.

—¡Lo mato, yo lo mato!—dijo enojada y siendo agarrada por la rubia.

—¿Qué demonios es todo ese jaleo?—Erza pateó la puerta y vio la escena.

—Si tanto desean saber a quien ama Natsu pregunten a este cuando ande despierto—dijo haciendo que ambas se sonrojasen.

Por otro lado, Mavis estaba sosteniendo la barrera todo lo que podía, requería de mucho poder y aunque ella lo tenía, aquella cosa era muy poderosa en magia oscura. Estaba usando la oscuridad para ir mermando el poder de aquella defensa.

—Esto es malo, de seguir así, no nos dará tiempo a terminar el remedio—pensaba observando a este desde la distancia.

Levy ya recuperada, ayudaba a la doctora a preparar el remedio. Era una especie de líquido que al echarlo por encima del monstruo evitaría que se regenerase ya que este tenía el poder de la naturaleza. Ambas estaban centradas en lo suyo, miraban el libro y revisaban cada paso que daban para no errar, cualquier error sería una muerte segura en un futuro cercano.

—Bien, vamos por buen camino. El problema es el tiempo...si Gajeel solo hubiera venido antes...—pensaba la peliazul—. Pero no queda tiempo de lamentos, tenemos que hacerle frente.

—Me pregunto si esto servirá...no soy experta en este tema, es como un perfume—dijo la doctora.

—En eso puedo echarles una mano...men—ambas se quedaron de piedra al ver a este hacer sus poses—. Ya me encargo de esa parte, gracias a mi magia, puedo producir grandes cantidades de ese bello perfume—hizo otra pose.

—Pobre monstruo...va a ser derrotado por algo fabricado por este...hombre—pensaban mirando al sujeto en cuestión.

A pesar de que su presencia incomodaría hasta al mismo Zeref o Acnologia, su ayuda para terminar todo fue crucial. Aunque no lo pareciera, era una eminencia en aquel tema y sabía cosas que ni siquiera Levy alcanzaba a comprender en ciertos puntos.

—Ya veo, así que es así—dijo ella mirando el libro curiosa.

—Tu perfume es de libros nuevos—olfateó a esta  de cerca.

—Kyaaaaaa.

Y de pronto, tras tanto tiempo sosteniéndola...la barrera cesó ante la magia oscura del enemigo que dijo una gran carcajada de victoria. Ahora nada se interponía en su camino, iba a ganar seguro y sus ramas se adentrarían en cada rincón de la ciudad mientras sus pinchos se clavarían hasta en los huesos de sus ciudadanos.

—¡Mierda, solo necesitamos un poco más de tiempo!—dijo Levy mirando por la ventana.

Mavis cayó de rodillas agotada.

—¡Primera!—gritaron todos preocupados.

—No se preocupen...lo siento, no puedo hacer más—se lamentó.

—Si tan solo pudiéramos hacer algo de tiempo—Makarov se lamentaba.

Laxus no podría hacerle frente ya que era el más fuerte y aunque Mira y Elfman ayudasen, apenas ganarían tiempo.

—No se preocupen—dijo Laxus calmado y bebiendo.

—¿Cómo puedes estar tan calmado?—le preguntaron.

—Ha vuelto—dijo secamente.

Entonces al prestar atención, notaron una fuerte magia.

—¡Gildarts!—gritaron llorando de alegría.

En efecto, ahora estaba cara a cara con el monstruo.

—Ya veo...tu eres esa presencia maligna que había notado—dijo emocionado.

—¿Ah?, ¿otro debilucho?—preguntó.

Ambos se miraron a la cara...ahora era el turno de este de pelear.

Continuara...


¿Princesa o Sirena? Natsu x KaguraWhere stories live. Discover now