Capítulo 10

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Primero cheque que Junior estuviese dormido para que no escuchara lo que estaba a punto de escuchar -aquello que venía en el archivo me sorprendió y aún sigue sorprendiéndome, ellos no recuerdan nada sobre ello pero prefiero no contarles-.

-Pero que era aquello tan horrendo que les pasó a ellos- decía impaciente acercándose más a mi.

-Pues verás, al parecer hace unos años existía un centro en el cual cuidaban a bebés no deseados o a los cuales no podían mantener, aquel centro no tenía muchos recursos y pocos bebés sobrevivían, con el tiempo el lugar se empezó a quedar sin personal y después sin dinero para ayudar a los bebés, así que sin pensarlo dos veces todos abandonaron aquel lugar dejando a los bebés sin comida, ni agua, sin nada. Los bebés estuvieron ahí por una semana y nadie se dio cuenta porque aquel lugar era retirado. Hasta que unas personas que habían oído del lugar acudieron allí para apoyar con algo de dinero pero al llegar lo único que encontraron era un lugar abandonado lleno de polvo y con llantos horrendos de bebé, al llegar a la sala común había cientos de bebés casi todos sin vida menos ellos cuatro, los señores llamaron a la policía y a una ambulancia, cuando los revisaron estaban entre la vida y la muerte, pero el peor de todos era Junior, al parecer un tumor empezó a crecer dentro de el por la falta de agua y comida, pasaron varios días en el hospital pero terminaron sanos y salvos, aunque Junior termino con la cicatriz en el lado izquierdo de su cintura- tome ligeramente la blusa de Junior pero intentado que no se despertara y la levanté mostrando aquella cicatriz marcada en su cintura -A veces me preguntó porque la tiene pero nunca puedo explicarle porque así que e mentido contándolo que es de nacimiento pero nunca a creído aquello- termino contando aquello acariciado la cicatriz que tantas dudas trae a el pequeño.

-Realmente no sé qué decir- dice con su visión en aquella marca al descubierto.

-No tienes que decir nada- digo intentando  volver a colocar la playera en su lugar.

-Pero aún así siento la necesidad de decir algo- al voltear a ver su cara vi humildad y preocupación.

-Pero créeme, no es necesario- dije mirándola a los ojos.

De nuevo esa colección volvió, ese cosquilleo llegó rápidamente y arrastrando me fuera de este mundo, sin darnos cuenta la cabina se detuvo dejándonos en el lugar más alto de la rueda de la fortuna. En este momento el tiempo no existe para mí, el después no importa ni lo que pasará, esa es la sensación que tengo, pero de repente aquello paró al sentir la cabina moviéndose de nuevo, eso significaría el final de aquel paseo. Después de un silencio el cual no fue incómodo si no agradable y reconfortable, la morena volvió a hablar.

-Oye se que esto sonara raro- decía con la mirada distraída -pero ¿me podrías dar tu número de teléfono?- preguntaba aún con la mirada hacia el horizonte.

-Estás segura- preguntaba yo observando su perfil, el cual mi mente memorizaba.

-¿Porque no lo estaría?-.

-Porque ya sabes que tú eres una celebridad y yo soy solo una simple mortal- pronuncié.

A lo que ella volteó riendo de lo dicho y conectando nuestros ojos. Esa sonrisa de nuevo, esa sonrisa que me alejaba del mundo real a un paraíso de sentimientos maravillosos e increíbles, solo esa sonrisa podría hacer eso, quizá suene exagerado pero era lo que mi cuerpo, mi corazón y a mi mente le provocaba aquella sonrisa, me hacía sentir en calma, me confortaba, aquella sonrisa que amaba.

-Pero eso no tiene nada que ver- decía ella sin quitar su mirada de mi -¿Porque creerías tal cosa?-.

-No se, siempre pensé que el mundo de los famosos eran entre los famosos y que nunca se mezclarían con los plebeyos-.

-Bueno claro, el mundo de la fama nunca es ni será sencillo, pero todas aquellas anomalías que el público creo son solo es anomalías, muchas personas te prohíben juntarte con personas no reconocidas a nivel social, pero para mí es algo estúpido- contaba mientras mi mente pensaba como no enamorarme más de ella era tan sencilla, tan natural, tan ella -siento que al conocer un famoso o alguien no famoso no tienen diferencia alguna-.

-Te diría que pienso lo mismo, y lo hago, pero al no vivir o no experimentar aquella situación no tengo una opinión que dar- Junior se movió un poco, a lo que inmediatamente volteó, al terminar de acomodarse volvió a caer en los brazos de Morfeo.

-Emm.. entonces ¿Estás segura que quieres mi teléfono?- preguntaba yo algo nerviosa.

-Claro- pronunció segura.

Tomo su teléfono y lo desbloqueo, en ese momento mi mente inmediatamente admiro la foto de fondo de Karen con Aria, la morena abrió sus contactos y en el presiono agregar nuevo contacto, me entrego su móvil a lo que empecé a teclear mi número de teléfono e inmediatamente me di cuenta que sin intención alguna escribí en el apartado de nombre, mi nombre y un corazón morado ya que estaba acostumbrada que al pasarles mi contacto a nuevos compañeros ofreciéndoles mi ayuda inmediatamente en mi nombre pongo un corazón morado. Al darme cuenta de aquello fui directo a borrarlo pero Karen me detuvo.

-No, déjalo asi- decía retirando su celular de mis manos -asi me gusta- y presiono guardar. Por qUe soNabA tAn sExY aQueLlo mi mente empezaba a explotar -asi que por fin se tu nombre- decía leyendo mi nombre como si fuese una reliquia -______ que hermoso nombre- pronunciaba conectado de nuevo nuestras miradas, pero rápidamente terminando aquella conección volviendo su vista a su celular -te llamaré para asegurar que no me hayas dado un número falso-.

Por lo que mi teléfono empezó a sonar con el coro de la canción de "What I need" de Hayley Kyoko, a lo que encendí mi celular y aparecía el teléfono de morena. A lo que desbloqueo mi celular y me dirigí a las llamadas para agregar su número. Justo cuando empezó a escribir su nombre por segunda vez en el día tomó el celular y empezó a escribir su nombre y al final escribiendo el emblemático corazón morado. Sonríe a tal acción y presione guardar. Al darnos cuenta las puertas de la cabina se abrieron dándonos a entender que aquel viaje había acabado. Delicadamente acomode y cargue a Junior en mis brazos.

-¿Nesecitas ayuda?- preguntaba amablemente Karen.

-No, estoy bien gracias- respondí con una sonrisa.

Cuando salimos los demás ya estaban afuera esperando y los chicos empezaron a bostezar señalando que era hora de irse.

-Bueno parece que el paseo ha llegado a su fin- decía bajando las escaleras y caminando hacia los chicos -muchas gracias por todo y espero que estos pequeños no los hayan molestado demasiado- pronunciaba frotando el pelo de Leo a lo que respondió con una sonrisa en medio de un bostezo.

-Gracias a ustedes por venir y los pequeños en vez de darnos molestias nos dieron diversión y alegría todo el tiempo así que de nuevo, gracias a ustedes- respondía Rafa.

-Bueno, entonces ya nos vamos- les decía yo a los chicos dando media vuelta con intención de irnos, cuando alguien habló.

-¿Pero acaso vas a ir a estas horas de la noche sola con los niños?- preguntó Lesslie -no, no, no, nosotros los llevamos a su casa, nuestro chófer ya está aquí y tenemos suficiente espacio para todos- iba a decir algo pero no me dejaron -ni se te ocurra decir que no porque ya es un hecho- decía la pelirosa sin dejarme opción alguna.

¿Porque tú? (Karen Polinesia y Tu) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora