CAPÍTULO 14 : LA PEDIDA

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Pasó un tiempo de la partida de Estrella y, aunque aún nos chocaba la idea de no volver a verla, empezábamos a rehacer nuestras vidas. Mi relación con Sol iba muy bien y hasta incluso tenía en planes pedir su mano y llevar acabo esa boda que por cosas del destino no se concretó, pero tenía un cierto miedo a que pase lo de la primera vez o quien sabe que otro infortunio. Y por ello no me animaba; todas las tardes cuando estaba solo practicaba con el anillo cómo pedir su mano. Una tarde en una de mis tantas prácticas, Maricielo me vio sin que me diera cuenta y silenciosamente se marchó y en su cuarto gritar de la emoción, llamó rápidamente a sus primos y hermano para contarles lo que vio, Antonio y Santiago no les gustaba la idea de ayudar en un plan romántico para que se lleve a cabo la pedida, pero al final cedieron ante la presión de Maricielo y Serena, fue así como entre los cuatro ayudarían a que Arán se anime y dé ese gran paso. Pidieron ayuda a Sofía para que el plan sea más estructurado, ella acepto con mucha emoción y dijo que haría una llamada para traer refuerzos; llamando a sus primos que se encontraba en lugares distintos. Aceptaron viajar hasta Italia para llevar a cabo el plan, al cual ellos denominaron LA PEDIDA. También se pusieron en contacto con Erik y Rosa que aceptaron ser parte de esa misión de amor, del cual Sol y yo no teníamos la más mínima idea. A los días llegaron mis primos a los cuales no los veía desde hace años con mis sobrinos Mía y Manuel, que se llevaron muy bien con mis hijos y los de Sofía; ellos pidieron permisos en sus trabajos para venir a pasar una temporada con nosotros a Italia, o por lo menos eso me dijeron, pero desconocía la verdadera razón por la que vinieron.

Todas las mañanas cuando Sol y yo partíamos a laborar, ellos aprovechaban para tener su reunión en la casa de árbol que construí con los mellizos, era muy grande y podían entrar varias personas, Maricielo a su corta edad ya mostraba liderazgo y era la que veía que todo se lleve a la perfección hasta que lleguen los adultos. Una mañana mientras descasábamos jugando, el tío Erik trajo a sus hijas Dalesca y Daniela para que se nos unan. Las gemelas se hicieron rápidamente muy buenas amigas nuestras. Pero en especial mi Antonio con Dalesca, él parecía embobado desde que la conoció y ya pensaba de manera muy distante de ese plan que no le gustó, empezaba a creer en el amor y aunque aún eran unos niños, entre esos dos empezaba a nacer algo muy bonito; en varias ocasiones él aprovecho que ella no hablaba mucho italiano para decirles palabras que le salían de su corazón, pero no tenía el de valor de decirlo todo como sabía que no le entendería, se sentía más aliviado sabiendo que ella no se daría cuenta de lo que le decía.

Maricielo lo animaba diciendo: -hermano dile lo que sientes, a ella le encanta jugar contigo y en las prácticas de chicas que tenemos ha dicho que eres muy lindo.- Pero él siempre me decía que solo eran amigos y se negaba aceptar que le estaba empezando a gustar. Para al final entre risas decirle: -dónde está ese niño que decía que las niñas eran unas bobas y nunca se fijaría en una...?- Él sonreía y se marchaba sabiendo que tenía razón. Después de unos días de planificación, ya todo estaba listo para poner en marcha el romántico plan; la primera fase fue decirles a mis padres que queríamos conocer Paita - Perú, y así ellos aceptaron encantados, sin pensar lo que se les tenía preparado...

Nos hospedamos en un departamento que mi papá tenía en Paita, cuando mi mamá lo vio le vino un recuerdo y lo tomó del brazo para decirle: -no fue aquí donde...- mi papá no dejo que ella termine y nos mandó a que escojamos una habitación; ya cuando estuvieron solos le respondió que sí, en ése lugar fue donde concibieron a los mellizos, pero no quiso decirlo frente a nosotros. Después de hospedarnos, fuimos a una Cevicheria, al principio no quise ya que no me pareció muy atractivo el plato, el ver el pescado crudo entre otros, no me llamaba la atención. Me gustaba la comida peruana, fue así que decidí probar el cebiche y desde ese momento me enamore de ese platillo. Luego fuimos a la playa Colán, Antonio y yo empezamos a jugar mientras papá tomó de la mano a mi mamá para decirle: -¿recuerdas este lugar?- ella con una sonrisa le respondió que más o menos, la tomó de la mano y le dijo: -fue aquí donde nació nuestro amor, en esta playa nos conocimos y juramos amarnos para toda la vida.-

Renacer De Primavera "  Floresera Lo Que Una Vez Fuertemente Nos Unío"Where stories live. Discover now