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El resto de la semana avanzó con calma. Ambos teniendo distintas ideas con el mismo resultado, la constante necesidad de tocar sus cuerpo, de sentir sus aromas, de besar sus labios se había transformado en un sentimiento impulsivo que de vez en cuando los dominaba.

Yoongi a veces lo acurrucaba a su cuerpo, como cuando eran solo amigos que no conocían del todo sus penes, y besaba su cuello, mimando todos sus rincones hasta que el perezoso omega cayera dormido. Le gustaba cuando JiMin dormía, la paz que sentía al verlo en un estado de calma le permitía explorar con sus ojos todas y cada una de sus facciones, cada mínimo detalle de JiMin estaba guardado en sus recuerdos como el tesoro que eran.

Ellos se comportaban como si nunca hubieran tenido sexo, como si JiMin nunca hubiera metido su pene en su boca, así eran. Incluso si JiMin estaba haciendo todo lo posible para guardar su corazón, porque sabía que todo aquello terminaría pronto. Incluso si Yoongi no podía dejar de pensar en el calor que había en su pecho cuando ellos estaban juntos.

Las caricias en el cabello, los pequeños besos, las noches acurrucados, los mimos, abrazos, los regalos que Yoongi le hacía, los desayunos que JiMin le preparaba, las caricias después de ver una película, el aroma de ambos mezclándose a la perfección, las risas, los sonrojos, las palabras de amor, el calor de sus cuerpos siendo uno; Tal vez son estos momento los que están haciendo renacer los sentimientos que alguna vez guardaron muy en lo profundo de su corazón.

—Jungkook y TaeHyung vendrán a cenar –Jimin estaba un poco emocionado. Él y Kim habían formado un lindo vínculo después de aquel fin de semana y había día donde no hablaran.

Yoongi dejó de prestarle atención a la televisión para ver qué estaba haciendo, JiMin estaba a su lado extendiendo un pequeño papel doblado hacia él.

El alfa lo tomó con sus dedos, buscando una pista de lo que quería.

—¿Para qué es eso? –Preguntó abriendo el pequeño papel.

—Para que vayas a hacer las compras, los chicos vienen en menos de una hora y media –Jimin le sonrió un poco animado, empujaba con pereza su cuerpo para levantarlo del sofá.

—Y me avisas ahora, son las ocho –Renegó —. Tengo solo una hora para comprar todo esto.

—Por eso, tiene solo una hora, mejor deje de perder el tiempo.

Yoongi soltó un bufido, caminando hacia la puerta en busca de su billetera y llaves, no le molestaba gastar su dinero por el omega lo que le molestaba es que tenía que hacerlo rápido. A él le gustaba tomarse su tiempo mientras hacía las compras, verificar fechas y ver precios que sean convenientes y de buena calidad.

Mientras JiMin se quedaba en la casa limpiando un poco el lugar el condujo hasta el súper donde solía hacer las compras. Revisando la pequeña lista viajó entre los pasillos del gran local.

—Vino tinto, ¿por qué vino tinto? A él no le gusta –Hablaba para él mismo, el pasillo de los vinos estaba mucho más lejos del que se encontraba ahora.

Llevaba el carrito con una sola mano, mientras que en la otra sostenía la lista sin prestar atención a lo que sucedía a su alrededor. Concentrado solo en cumplir con las cosas que estaban escritas en el papel no se dio cuenta que una omega rubio estaba muy cerca suyo.

Yoongi no la sintió hasta que chocó contra ella. La castaña llevaba sus manos cargadas con productos, tampoco concentrada en lo que hacía no se fijó su camino y terminó cayendo sobre el alfa.

—Lo siento, lo siento no veía por dónde veía –Estaba avergonzada, sus cosas habían caído a su alrededor. Yoongi agradecía no golpearse la cabeza y no tirar el carro que manejaba.

—Esta bien. No te preocupes ¿Está bien usted?.

Ella asintió, Yoongi la ayudó a recoger sus cosas y se disculpó también. Tan rápido como pasó volvió a su búsqueda de los vinos y la cerveza que era lo último que quedaba en la lista.

Pagó rápido las cosas, la tienda estaba por cerrar para ese entonces, con sus manos cargando las bolsas caminó hasta el auto. Sonrió pensando que JiMin estaría contento de saber que había comprado sus dulces favoritos solo para él.

——

—Por fin llegas –Jimin se acercó un poco hacia él con la ñs intenciones de ayudarlo con las bolsas. El perfume a omega invadió su nariz, jugando con sus pensamiento un poco. Se alejó un poco y sin expresión alguna caminó hasta la cocina.

Yoongi se confundió un poco, jungkook fue entonces el único que lo ayudó a sostener las bolsas.

—¿Por qué hueles a miel y fresa? –El alfa menos estiro un poco su cuello hacia Yoongi, el pelinegro ocultando su incomodidad le alzó una ceja.

—¿De qué hablas?.

—Estuviste con un omega.

—No –Mencionó, entonces se acordó de aquella castaña que cayó sobre su cuerpo —. Ah, ya sé.

—¿Entonces? –Jugueteo jungkook. Los omegas habían salido de la cocina y ahora estaban ambos en el sofá. JiMin desde su lugar le enviaba miradas que no podía descifrar —, pensaba que estaban saliendo, tú y JiMin.

—Probablemente fue la omega, en el súper tuve un inconveniente y una castaña cayó sobre mí. Debería ver por donde camino.

—Si manejarás como caminas temería por tu vida –Ambos rieron.

—¿Y bien? –Jungkook tomó las botellas de vidrio caminando hasta la heladera.

—¿Qué?.

—Jimin y tú –Preguntó otra vez, Yoongi pensaba que lo había olvidado —, no me engañes lo sabré de todos modos. Sabes, mi omega y el tuyo parecen buenos amigos. De todas formas JiMin no tardará en contarme.

—No hay algo, solo es un algo extraño -Su cadera empujo contra la mesada y sus brazos se cruzaron en su pecho. Entonces la miel y fresa llegaron a su nariz, una mueca se formó en su rostro —. Debería cambiar mi camisa.

—Hazlo antes de que el pequeño quiera matarte –Señaló hasta donde los omegas hablaban, en el rostro de JiMin no había más que un pequeño gesto fruncido y un puchero mientras escuchaba el hablar de TaeHyung

Asintió yendo hasta una de las habitaciones.

Sus hombros entonces pudieron relajarse, se había mantenido tenso ante las miradas de JiMin, solo por el hecho de sentir su molestia sobre su nuca.

Retiró su camisa dejándola en una de las esquinas. Pensó que ya era hora de poner aquella montaña de ropa sucia para lavar, que tal vez quedaba medio sucio dejarla ahí.

Escuchó como la puerta era cerrada otra vez y vio entonces al pequeño omega caminar hacia él con un puchero en sus labios.

—¿Sucede algo? –Jimin no dijo nada, solo estiro sus brazos hasta tocar la piel desnuda de su pecho.

Hizo que sus brazos acariciarán su torso hasta llegar a su espalda, unió sus pechos hasta estar pegados por completo y enterró su nariz en el cuello del alfa. Yoongi se dejó hacer mientras el omega acariciaba su cuello con su pequeña nariz, el alfa sabía lo que él estaba haciendo y por alguna razón no le molestaba para nada.

Normalmente no era normal que un omega que no es tu pareja te deje una marca de olor, de hecho era justo enfadase por eso. Pero a Yoongi no le molestaba ni un poco, sentía una pizca de emoción mientras el aroma a cereza y pastel de JiMin lo dominaba por completo. Él estaba quieto cuando JiMin dejó el primer beso, y después unos cuantos otros bajando hasta su clavícula y subiendo otra vez hacia su mandíbula.

Jimin no sabía bien lo que hacía, jamás había marcado a alguien con su olor, Yoongi lo había hecho un par de veces. Él se estaba dejando llevar por su lobo llorón y celoso.

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SIN EDITAR
NADA DE NADA

D O L Y

Buenos días🌈❤
Diganme buenos días o les salgo de abajo de la cama uwu

provocative game • 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Where stories live. Discover now