Smut Challenge ||En Mantenimiento||

18. sexo en la mañana

-Casi son las siete de la mañana Joel ¡Carajo levántate! 

-No jodas, estamos de vacaciones y lo único que quieres es limpiar todo el día.

-Bien, no te preocupes. No te levantes.

Joel no escuchó ningún solo ruido luego y eso le preocupó.

- ¿Amor?

Erick no le respondió pero en cambio proseguía a echarle llave al cuarto de donde Joel no había planeado salir en todo el día.

- ¡NO ME JODAS AMOR ABRE!

- Dijiste que no querías levantarte, deberías agradecerme que cerré la puerta, puedes quedarte todo el día. Me amas lo se ahórrate las palabras.

Erick frunció el señor cuando luego de dos minutos no había oído ninguna protesta de su esposo.

No paso más para que la puerta que había cerrado se abriera sin hacer fuerzas.

- No es la primera vez que lo haces bebé.

- ¡Que te jodan!

Trató de irse pero su cintura fue apresada por las manos de su esposo.

Detrás de su oreja sintió un cálido aliento de un susurro intencionado que le hacía estremecer cada parte de su cuerpo. Sentía las firmes manos volverse dóciles ante su cintura y adentrarse por debajo de la camiseta desjastada que usaba para dormir.

- No era el plan.

- Pero nos encanta el final.

Erick se giró y ambas miradas se cruzaron, estaban llenas de deseo que solo ellos podían producirse mutuamente.

El ojiverde aferro sus dedos contra el desaliñado cabello ruloso que su esposo tenia cada día por la mañana. Sus labios se juntaron y buscaron con ansias, sus lenguas jugaban la una con la otra deslizándose sin tener cuidado.
La espalda de Joel golpeó la pared y con eso se impulso a cargar el delgado cuerpo de su amado. Masajeo sus muslos deleitandose de la textura suave que cada centímetro de la piel de su esposo poseía.

Alejaron sus bocas buscando aire, fueron egoístas con sus cuerpos que cada segundo pedían más.

Sintieron sus erecciones doler.

- Joel.

- Déjame ser suave.

- Que milagro.

Joel ama la sonrisa que su esposo tiene. Ama lo hermoso que brillan sus labios luego de que se besan con tanta intensidad. Ama como sus mejillas pueden tomar un bello color carmín cuando se excita.

- Te amo -le susurró Joel besando su cuello y descendiendo por su pecho.

Entre besos y caricias a pedidos entrecortados de Erick, se fueron a la cama.

Sus cuerpos se frotaban ya sin nada de por medio y los gemidos del ojiverde se tornaban más y más agudos.

- No traigo el con...

Las manos de Erick soltaron las sábanas con rapidez y le cubrieron la boca a su esposo.

- Puedes venirte dentro pero hazlo ya.

No podía mirarlo.

Simplemente no podía.

Y Joel solo estaba más excitado por ese acto tan inocente en una situación carente de esa palabra.

Cada centímetro de su amado era hermosa ante sus ojos.

Entró, dejando que su voz suelte los gemidos que aguardaban en su garganta.

Erick arañó sin cuidado los hombros de Joel. Se aferro con manos y piernas apretando y sintiendo estremecer cada uno de sus sentidos.

Comenzó un delicado vaivén que buscaba saciar ambas necesidades carnales y pasionales que se aclamaban.

No buscaban más que sus labios juntarse y moverse a la par de sus gemidos. Las embestidas se dejaban sentir cada vez más profundas.

Suplicando por ese punto, pidiendo entre gemidos y besos acabar o nunca parar pero debían y lo hicieron.

Sus respiraciones no se calmaron en muchos minutos.

- Te amo demasiado -le susurro Joel a su esposo besando su mejilla con dulzura.

- Y yo te amo a ti.

(No es lo mejor que he escrito y seguro luego lo arreglo pero la idea me daba ilusión)

Ahhh extrañaba estar aquí  <3