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Narra Danya.

- Yo me iré a mi habitación,¡Qué tengan linda noche!.- Dijo Will, se levantó del sofá. Estábamos viendo una película, los increíbles dos.

- Ve a la recámara, mientras yo recojo todo.- Me dijo Clayton. Yo le sonreí y me levanté del sofá.

- Te espero.- Le dije, me encaminé hacia mí recámara, al estar ya en esta me dediqué a ponerme la ropa para dormir. Me cepille los dientes y me acosté en la cama, estaba muy cansada. Hoy fue un día muy largo, gracias a Dios que todo ha terminado y espero volver a mi vida normal muy pronto. Clayton entra a la habitación, él se veía cansado pero no borraba esa hermosa sonrisa. Se acercó a mí y depósito un pequeño beso en mis labios.

El sonido de su celular, nos hizo separarnos, él se sentó en la cama y tomo la llamada.

- Hola, no hay problema señora... Hola campeón- dijo, yo le hice señas para que pusiera en alta voz, él me entendió y así lo hizo.

- Hola papá.- La voz de mi pequeño lleno la habitación, -¿Cuando volverás papá?- Preguntó.

- Aún no se pequeño.- Le dijo mi esposo.

- Me abandonaras como lo hizo mamá.- Dijo, y eso me partió el corazón, sentí mucha ganas de llorar, Clayton me miró.

- Mamá no te abandono Cody, mamá nos está cuidando, y yo no te voy abandonar pequeño.- dijo

- Vuelve pronto papá.- dijo.

- Volveré pronto amor, y te llevaré una sorpresa. Así que portate bien y obedece a la abuela y al abuelo.- Clayton dijo. - Nos vemos, ya ve a dormir.- Él colgó la llamada.

- ama odia.- dije.

- Amor, no digas eso. Ven aquí.- Calyton me acerco a él y le abrazó. Y yo empecé a llorar, estoy un poco sensible por lo del embarazo.

-¡Quiero regresar!,¡Quiero estar con mi hijo!.- Exclamé entre sollozos.

- Pronto estaremos junto a él.- Me dijo.

Narra Clayton.

A la mañana siguiente.

Me encaminó hacia la cocina, al llegar a esta veo a Will preparando su desayuno.

- Buenos días.- Le dijo.

- Buenos días Clayton, ¿Y Danya?- Preguntó.

- Se despertó, se ducho y volvió a la cama, ella está un poco triste y enojada. Quiere volver a casa.- Le dije. Me dispuse a preparar el desayuno para Danya y para mí.

- Pobre, me lo imagino.- Susurro.

- Ella puede ser fuerte y gruñona, pero aunque ella quiera mostrar que está bien, se que está situación le afecta y me siento tan impotente por no poder hacer algo.- dije.

- No te sientas culpable, yo misma me metí en esto.- Danya entró a la cocina.- Clayton, tenemos hambre.- Dijo y yo solté una carcajada.

- Aquí está tu desayuno amor.- Le dije colocando su plato en la pequeña mesa, ella sonrió y se sentó a tomar su desayuno.

-¡Al fin un desayuno decente!- Exclamó y Will la miró ofendido.

- ¡Oye!, mis desayunos son decentes.- Se defendió él. Parecían dos niños.

- Pizza recalentada no es un desayuno decente.- Argumento mi pequeña.

- Me ofendes.- dijo Will.

-¡Te quiero!- Exclamó mi esposa.

- También te quiero enana.- Will dijo mientras le lanzaba un beso.

- Oye, oye dejen su amor.- Exclamé un poquito celoso.

- No te pongas celoso bombón, yo también te quiero.- Will dijo, mientras me guiñaba un ojo y me lanzaba un beso.

- Estás loco.- Mi pequeña comentó mientras soltaba una sonora carcajada. Me encanta verla sonreír.

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Hace un momento David llegó, él y mi pequeña se retiraron hacia el comedor, para hablar. Pero creo que se subió un poco de tono la conversación.

-¡ Ya estoy cansada!- Grito Danya.  La vi subir las escaleras, se veía molesta.

- Danya tranquila. - Dijo Will tratando de que se calme.

- Tu callate la boca.- Dijo ella y siguió  subiendo las escaleras.

-¿ Y yo que hice?- Preguntó el pobre, sentándose en el sofá.

- Tranquilo, solo está de caprichosa, cuando no obtiene lo que consigue se pone de ese modo.- Dijo mi suegro. Mi pequeña es un poco consentida, y se que ya está cansada de estar encerrada, pero es por su bien, pueden haber personas que quieran vengarse por la muerte de ese maldito, solo estará aquí hasta que estemos seguros de que nada malo le va a pasar.

- Iré hablar con ella.- dije.

- Te cuidado.- Dijo mi suegro con una sonrisa en el rostro.

- Lo tendré.- dije, subir hacia la recámara, al llegar la puerta está abierta, ella estaba sentada en la cama con sus brazos cruzados y mirando fijamente a la puerta. Yo solté una pequeña carcajada, y creo que fue un error, una de las almohadas impacto con mi cara. Tiene buena puntería.- perdón, no debí de irme de tí, pero es que te ves muy tierna. ¿Puedo acercarme?.- Cuestione, no vaya hacer que saque su arma y me dispare.

- Si puedes acercarte tonto.- Susurro. Me acerqué a la cama y me senté.

-¿Porqué estás así?- Pregunté.

- Ya no quiero estar en estas cuatro paredes, no quiero que Cody me odie, quiero tener mi vida normal. Estar con mi familia, no pude estar en el nacimiento de mi sobrina...¡Quiero mi vida de vuelta!, Creí haber acabado con todo esto cuando...- Su voz se quebró, una lágrima corrió por su mejilla.- creí haber acabado con foto esto cuándo mate a ese tipo.- termino de hablar, ya me acerqué y la abracé.

- Todo va estar bien, solo déjame todo a mi. Pronto estarás en casa. Esta vez déjame protegerte.- Le dije.

....

No encontramos acostado acostados en la cama, David se fue hace un rato. Tenía que ir a la agencia. Will esta haciendo una vídeo llamada con su esposa e hija, se ve que la extraña mucho.

Miró a mi pequeña la cuál esta acariciando su pequeña panza. Me alegra mucho de que ella y mi hijo estén bien. Ella me habló sobre lo que sucedió, en ese lugar y me molesta no haber estado ahí para protegerlos, pero le doy gracias a Dios por haberla cuidado y que permitiera que ella estuviera aquí a mi lado.

- Clayton.- La voz de mi pequeña me hizo volver a la realidad.

-¿ Qué sucede amor?- Pregunté, ella tomo mi mano y la coloco en su pequeña panza. Sentí un pequeño movimiento.

- ¡Nuestro bebé se mueve!- Exclamó. Con una hermosa sonrisa en su rostro y sus ojos llenos de lágrimas.

- Gracias amor.- Le dije, me acerqué y deposite un pequeño beso en su labios y después en su pancita.

Los amo, y ella es la razón de mi vida. Mis hijos y ella son mi mudó, es la perfección hecha mujer... Mi pequeña jefa.¡Te prometo que te protejere!.

La jefaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora