vampire. [ bnha × oc ]

capítulo 1.9

|I{•------» 𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆 «------•}I|

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ERA LA PRIMERA VEZ desde sus nueve años que podía estar recostada en su cama por más de cinco minutos. sus brazos y piernas estaban estirados lo más posible y sentía como sus músculos estaban completamente relajados y su cabeza no se mantenía en alerta como a cada minuto.

debido al poco tiempo que pasaba en su habitación nunca había visto con demasiado detenimiento la decoración u objetos que esta tenía, aunque algo que se notaba a simple vista era que esa habitación solo tenía blanco y negro, siendo muy notable que su padre había influenciado allí. Krovia, personalmente, prefería el lila o el amarillo pero ni siquiera en sus vestimentas tenía aquellos colores tan vivos.
los pocos muebles que había eran de un negro impecable, la pared y el piso que eran de cerámica se mantenían blancos.
el gran ventanal que tenía a un lado se encontraba con una de las ventanas superiores abiertas, dejando entrar el viento frío de la noche y moviendo las cortinas negras.

dentro de su memoria, ese día era el primero en el que su padre tuvo que viajar por trabajo, dándole ese día libre ya que al siguiente debería ir con aquel pro héroe de pasante.
suspiró y se tapó los ojos, sintiendo una repentina presión en su pecho siendo una mezcla de emoción y disgusto, ya que la primera impresión que le dio el héroe no fue la mejor pero siempre le había tenido cariño al rubio.

viendo hacia el ventanal y la poca luz que habitaba durante la noche, recordó a Thomás con su cabello moviéndose levemente y su piel brillando de una manera que nunca había notado, y entonces su corazón no pudo evitar acelerarse y sintió sus mejillas acaloradas.

en sus recuerdos más preciados, los cuales eran muy pocos, el más importante que tenía era el de su primer beso.
estaba en la casa de Thomás, en su habitación, luego de un accidente con su padre. era un momento donde no podía controlar su respiración, sentía su garganta completamente cerrada y su cuerpo temblaba demasiado y solo podía repetir que en cualquier momento se iba a morir, alarmando a Thomás y poniéndolo muy nervioso porque quería calmar a su mejor amiga.
cuando los brazos de Krovyanka comenzaron a moverse erraticamente golpeando su propia cabeza en el transcurso, el castaño se arrodilló en frente de ella y sostuvo sus muñecas con la fuerza necesaria como para pararla.

- Krovia... pequeña, por favor. - susurró, asustado y preocupado, sintiendo como su corazón se estrujaba al verla en ese estado. - no te vas a morir, ni ahora ni nunca. debes cerrar la boca y comenzar a respirar por la nariz, lentamente. tú puedes, hazme caso. respira conmigo. - Thomás inhaló por la nariz y exhalo por la boca, intentando que Krovyanka copiará sus acciones.

de a poco Krovia comenzó a respirar, manteniéndose concentrada en el chico frente a ella y su cuerpo lentamente fue relajándose, dejando de temblar principalmente sus brazos. ambos estaban arrodillados en el piso de madera y abrazando al contrario.