vampire. [ bnha × oc ]

Capítulo 2.20

|I{•------» 𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒆 «------•}I|
𝑹𝒐𝒅𝒊𝒐𝒏 𝒚 𝑯𝒂𝒓𝒖𝒌𝒊

𝑭𝑰𝑵 𝑫𝑬 𝑳𝑨 𝑺𝑬𝑮𝑼𝑵𝑫𝑨 𝑷𝑨𝑹𝑻𝑬.

🦇

UNOS DOS DÍAS Y MEDIO DESPUÉS, Krovyanka logró abrir sus ojos. miró con curiosidad la habitación de hospital en la que se encontraba, un cuarto individual que no era grande y además de su camilla, se encontraba una silla vacía al lado.
en su brazo izquierdo tenía conectado una intravenosa que, a juzgar por el contenido que había en aquella bolsa transparente, sería sangre.
la ventana tenía unas cortinas blancas que no evitaban para nada la luz exterior, por ende se veía como el sol apenas estaba saliendo por el este, iluminando la ciudad con un tono amarillo anaranjado.
en una pequeña mesa al lado de la camilla había un florero con unas azucenas blancas junto a una grulla de color lila, provocando una leve sonrisa en ella.

aunque Krovia no pudiera verlo su apariencia había cambiado en aquellos casi tres días en los que estuvo inconsciente. su pelo anteriormente gris y desde sus orejas para abajo violeta, había cambiado a un blanco mientras que el color restante había pasado a un lila. las marcadas líneas rojizas en ambos de sus párpados se habían desvanecido, dejando una sombra roja en su párpado superior y unas leves ojeras de color violeta oscuro.

se quedó varias horas sentada en la misma posición, mirando por la ventana mientras en su cabeza recordaba lo último vívido. recién ahí se dio cuenta que tenía un parche en la zona izquierda de su frente y uno más en ambos lados de su mandíbula, junto a unas gruesas vendas que rodeaban su cuello ya que el fuerte golpe que Bathory le dio en la nuca había desequilibrado varios músculos.
las vendas en sus brazos y pierna ya no estaban, pero en su pecho tenía una sutura intradérmica continúa, la cuál era para las heridas largas y rectilíneas sin tensión.
la gran herida que tenía anteriormente ya se estaba cerrando, aliviando a Krovyanka notoriamente.

a primera hora una enfermera entró, sorprendiendose al verla despierta, le preguntó sobre su estado, si le dolía alguna parte del cuerpo (la respuesta fue un no, ya que cualquier dolor se había ido) y luego se fue, dejando a Krovia sola durante unas horas más.

la puerta volvió a abrirse pero esta vez entró Shinso Hitoshi y se sentó en la silla al lado de la cama.

- hola, Kyūketsuki...

Krovia rápidamente se sintió alegre y emocionada, ya que verlo allí sin habérselo pedido la había cautivado en gran medida.

- hola, Shinzou.

- mmm, espero que ahora estés mejor. - el ambiente se encontraba tenso e incómodo. Shinso tenía una de sus manos acariciando su propio cuello. - lo lamento pero no me gustas, realmente me había acercado a ti porque tu actitud era misteriosa pero luego comenzaste a ser más abierta y perdió la gracia. creía que podríamos tener alguna clase de relación sexual pero tú desarrollaste sentimientos y... bueno.