vampire. [ bnha × oc ]

capítulo 3.29

|I{•------» 𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆 «------•}I|

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- ¿QUE SON TODOS ESOS BESOS CON EL TODOROKI MENOR? - la voz de Rodion gritando en su habitación la despertó de su casi sueño, ya que estaba a punto de quedarse dormida.

se levantó de golpe y se quedó sentada en su cama, un poco asustada por su repentino grito.

- woah... tu habitación es muy diferente a cómo la habría imaginado. - susurró, viendo cada espacio del cuarto de la U.A de Krovia. ella se quedó mirándolo con su ceño fruncido y un leve puchero en sus labios, deseando que la dejara dormir.

- ¿sabes? podrían tomarme por traidora si alguien se entera que estás aquí, asi que... - se levantó para ir hacia su balcón y apuntar hacia la ventana, la cual ya se encontraba abierta por su entrada.

- muy cruel para con tu hermano mayor. - contraatacó, centrando su atención en las grullas colgadas.

del origami pasó fijarse en las fotos que estaban pegadas en la pared izquierda, sorprendido al ver que muchas eran únicamente de él, luego algunas pocas estaban los tres hermanos para finalizar con dos fotos de la familia completa. además tenia unas fotos impresas en las que se encontraba con Ruthven y cierta foto de un chico de cabello bicolor le llamó la atención. abrió sus ojos en grande y apuntó hacia aquella fotografía.

- ¡a esto es a lo que me refiero! - gritó en un susurro, viéndola seriamente. - eres muy pequeña, no puedes tener novio aún, no lo permitiré ni aprobaré... ¡mejor! - dijo de repente. - dime dónde queda su habitación e iré para advertirle.

- ya, deja de joder. - murmuró, tirándose de espaldas hacia su cama. vio cómo el ceño de Rodia se fruncía aún más, provocando una sonrisa en ella. - no somos novios pero estamos saliendo.

- demasiado pequeña. yo a los dieciséis años-. - se cortó a si mismo apenas recordó que en aquella edad empezaron sus encuentros nocturnos con Tomura.

- ¿cómo supiste que Todoroki y yo...?

- los vi en Yokohama, quizás los seguí hasta que le regalaste esas flores y se besaron, quizás.

Krovyanka suspiró ante sus palabras, en parte un poco molesta porque él haya presenciado un momento tan intimo para ella pero se sentía bien sentir y escuchar la manera en la que Rodion se preocupaba, de una manera un poco extrema, de sus relaciones sociales y quería estar presente.

él se dirigió hacia la silla frente al escritorio, sentándose allí y viendo el peluche del vampiro negro arriba de la cajonera. con una gran sonrisa extendió su mano hasta tomarlo y lo abrazó contra su pecho. aquel olor tan dulce y embriagante llegó a sus fosas nasales al instante, miró a Krovia, sabiendo que ella ya se habría percatado de aquel detalle.